'La encuesta muestra una fotografía muy preocupante del estado de la sociedad chilena'. Así resume Roberto Méndez, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica, los resultados de la Encuesta Nacional Bicentenario UC 2020.

En un sondeo inédito, en medio de la pandemia, se consultó a los chilenos respecto de los niveles de conflictividad que observan en el país. Y este punto es el que más llama la atención, pues se puede ver un aumento significativo de la percepción de conflictividad: para la ciudadanía, el conflicto entre el Gobierno y la oposición aumentó a un 76% este año, versus el 59% de 2019. Más importante es el aumento del conflicto entre ricos y pobres, que llegó a un máximo nunca antes registrado: si bien el año pasado ya se evidenciaba un aumento significativo en este punto, este año el porcentaje subió 10 puntos más que en 2019, alcanzando un 77%. Sin embargo, en el caso de un conflicto entre chilenos e inmigrantes, los datos muestran que este ha disminuido a un 42%, en comparación al 48% registrado en 2019.

Otro resultado que llama la atención es el descenso de las expectativas de los encuestados en materias de mejoría económica y de desarrollo. 'Si la gente no tiene expectativas, los conflictos se hacen más graves', plantea Méndez. En específico, un 16% cree en la posibilidad de que un pobre pueda salir de la pobreza, un 20% cree en la chance de que una persona de la clase media pueda llegar a tener una buena situación económica, un 31% piensa que un joven inteligente pero sin recursos puede ingresar a la universidad y un 25% cree que cualquier persona puede iniciar con éxito un negocio de forma independiente. Estas últimas cifras, hace diez años, bordeaban el 50%.

Sin embargo, para Ignacio Irarrázabal, director del Centro de Políticas Públicas de la UC, la caída en las expectativas no es estadísticamente significativa, como sí lo fue hace dos años. 'La gran caída fue fuertemente entre el 2018 y 2019. Este año, con todo el clima político que tenemos, con bastante conflictividad en la discusión política, en el Parlamento, de alguna manera la ciudadanía está poniendo paños fríos en términos de la caída de las expectativas', dice.

Una buena noticia de la medición es que se mantiene baja la aprensión respecto de la amenaza de la inmigración. En comparación a la medición de 2019, la percepción de que los inmigrantes limitan mucho o bastante las posibilidades de encontrar trabajo de los chilenos bajó de 40% a 34%, mientras que el porcentaje de quienes creen que hay una cantidad excesiva de inmigrantes en el país disminuyó de 70% a 60%.

Otro tema que consultó la encuesta tiene que ver con la confianza en las instituciones y en la sociedad en su conjunto. Respecto de lo primero, los datos muestran que la baja en la confianza de las instituciones se detuvo. Incluso, la Iglesia Católica, las Fuerzas Armadas, el Gobierno y las municipalidades muestran una leve mejoría.

Y respecto de la confianza en la sociedad, una cifra que destacan los expertos es que un 68% tiene poca o nada de confianza en 'la capacidad de la gente en general de actuar responsablemente'. Porcentaje que contrasta enormemente con la confianza de los encuestados en su entorno inmediato, pues un 46% declara tener mucha y bastante confianza en la capacidad de sus vecinos de cuidarse y actuar responsablemente con los demás. Sin embargo, pese a la menor confianza en la sociedad en general, el 66% de los consultados cree muy o bastante probable recibir algún tipo de ayuda fuera del hogar si se contagia de covid-19, y un 65% reconoce que las personas han tratado de ayudar a los demás, en vez de preocuparse solo de sí mismas.

'Ha habido una percepción de solidaridad y una confianza en que ante la dificultad hay un entorno cercano con el cual se puede contar, no solo familiar, sino que también un poco más externo, como amigos y vecinos. Es destacable en un momento de tanta dificultad', dice Francisca Alessandri, coordinadora de la encuesta.

Una solidaridad que, dicen los especialistas, pese a que el sondeo muestra un cuadro muy oscuro respecto de las percepciones de conflictividad y expectativas, 'vale la pena destacar'.