Macarena Meneses (29) estudió Teatro, pero con el estallido social la pega se hizo humo y decidió recurrir a su hobby de niña: la manicure. 'Veía a mi mamá hacerse las uñas y ahí me llamó la atención', recuerda. Ella ya había tomado un curso con certificación para trabajar en salones de belleza. Esta vez optó por independizarse y se dedica por completo a atender en su casa de Estación Central: hasta ahí llegan sus clientas, desde niñas de cuatro años hasta mujeres de 90 y más. 'Con la pandemia muchas mujeres se quedaron sin trabajo y esta es una muy buena opción, de a poco se va pasando el dato y te vas haciendo tu propio público', plantea. En Instagram (@macabunails, https://bit.ly/3xGXQdn) pueden verse sus trabajos, que incluyen coloridos diseño a mano alzada de obras abstractas y caricaturas.

'Siempre van saliendo técnicas nuevas, una no para', afirma. ¿Se requiere buen pulso para este oficio? No, responde Macarena. 'Yo tengo epilepsia y debido a los fármacos que tomo soy súper tiritona. La práctica me ha ayudado a controlar el pulso y poder hacer líneas rectas o figuras con líneas fluidas. No me afecta para nada', asegura. 'Ven las caricaturas que hago y me dicen debes tener muy buen pulso y no, es todo lo contrario. Ya agarré la técnica y lo logro controlar. De repente aprovecho el tiritón y hago diseños más abstractos', bromea. 'El secreto es tener buen material, buenos pinceles y la práctica. La ventaja es tener buenas ideas, no estar copiando', señala.

Curso gratis

Vania García, encargada de la Academia by Sedúcete, coincide en que un pulso férreo no es necesario para abrirse paso en el mundo de las uñas. 'Cuando las alumnas comienzan, la mayoría nos pregunta por el pulso, pero después que van practicando esto viene como un agregado que adquieren. La práctica va haciendo la perfección', sostiene. Sedúcete es una tienda de insumos de manicure que realiza cursos online gratuitos en academia.seducete.cl (https://bit.ly/3rcxzAZ). 'Está dirigido a mujeres que por distintas razones no están en el mercado laboral, que quieran iniciarse y ser sus propias jefas, empoderarse, tener sus propios ingresos. También a quienes ya están dentro del mundo de la manicure para seguir perfeccionándose', señala.

'Los cursos son gratis y nosotros solamente estamos cobrando por la certificación, que es un seminario que puede tomar cualquier persona que haya visto el contenido del curso. Eso tiene un costo de $29.990', aclara. El curso básico de esmaltado permanente abarca estructura de la uña, limado, limpieza y color. El otro curso básico es de uñas acrílicas. 'Recomendamos hacer más de un curso antes de tomar clientes', aconseja Vania. Un kit básico para comenzar a trabajar cuesta alrededor de $55.000 y sirve para varios usos. ¿Cuánto se puede ganar? 'El rango de precio por un esmaltado permanente va entre $10.000 a $30.000 aproximado, dependiendo del diseño y el tiempo que toma; las uñas acrílicas van entre $20.000 a $40.000. Pueden recuperar la inversión en materiales en muy poco tiempo', asegura.

La moda del pompón

Ninoska Salgado lleva 10 años haciendo manicure y realiza talleres online. 'Todo lo que he aprendido en la mesa trabajando se lo voy transmitiendo a mis alumnas', comenta. 'Todas cuando empezamos no tenemos tanto pulso, pero hay técnicas como el apoyo de los dedos, la posición de la espalda: todo eso va ayudando y, obviamente, la práctica', indica. Hay una ruta lógica para ir tomando confianza.

'Si van tomar el curso de uñas acrílicas, primero tienen que aprender el esmaltado permanente, que es para principiantes, porque ha medida que lo van trabajando la habilidad va creciendo y pueden hacer otras cosas', señala.

Su curso experto dura tres días, tienen un módulo teórico, otro práctico y uno de difusión, que aborda cómo captar clientas y sacarle partido a las redes sociales. Cuesta $80.000 (información en @nsnails.studio). Una de las últimas tendencias de moda, dice, es la de aplicar un pompón. 'Adherimos un magneto en la uña y ahí queda el pompón pegado. Se puede sacar cuando una se lava las manos. Dura todo el tiempo entre la manicure, porque el pompón no se va arruinar', concluye.