Pais: Chile
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Región: Metropolitana de Santiago
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Fecha: 2021-07-29
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Tipo: Prensa Escrita
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Página(s): 2
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Sección: El Día
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Centimetraje: 29x24
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El profesor Wernher Brevis utiliza los medidores de CO2 para saber cuándo un lugar necesita ventilación urgente.
Sofía Jottar es la gestora del estudio de la Universidad Católica.
Es imprescindible estar con puertas y ventanas abiertas y usar ventilación mecánica adicional
Analizan qué pasa con el aire cuando 400 personas se juntan en un matrimonio
Investigación de la Universidad Católica determinó que sin la correcta ventilación, en menos de dos horas el CO2 sube a más de 700 ppm (partículas por millón) y puede haber riesgo de contagio de Covid-19.
El centro de eventos Casona de la Laguna de Chicureo reabrió sus puertas el sábado 24 de julio, tras seis meses de cierre obligado por la segunda ola de la pandemia. La fiesta que se celebró -'un matrimonio judío', dice Sofía Jottar, su dueña- se realizó con los nuevos protocolos del plan Paso a Paso. 'Antes del cóctel hicimos una fila para chequear nombre y rut, para hacer la trazabilidad si fuera necesario, y pedir pases de movilidad de los invitados y del personal que trabajó. Si alguien llega sin su Pase de Movilidad, sea el motivo que sea, lo hacemos comer en la terraza tal como indica la norma.
Fue una fiesta distinta, más responsable. La actitud de la gente ha cambiado. Bailan y conversan con mascarilla, ya no se saludan de besos y abrazos, ni se vuelven locos tirando a los novios al cielo. Nosotros primero calefaccionamos el lugar, cuando llegaron los invitados abrimos puertas y ventanas y pusimos el aire acondicionado en modo invernal', afirma Sofía Jottar. La banquetera está convencida de que los aforos al interior de los centros de eventos pueden ampliarse si los lugares cuentan con la ventilación adecuada. La ingeniera civil industrial y directora de la Asociación de Eventos de Chile (Asevech) es la gestora de un estudio sobre la emisión de CO2 durante reuniones sociales en recintos cerrados.
La investigación, realizada por la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, cuenta con el patrocinio de la Sofofa, la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y la Cámara de Comercio de Santiago, ya tiene resultados preliminares que fueron expuestos este miércoles ante Lucas Palacios, ministro de Economía. La primera parte de la investigación se realizó en los 1.860 mts2 construidos de la Casona de La Laguna, donde Wernher Brevis, ingeniero civil, doctor en fluidodinámica y académico de la Universidad Católica, instaló el 2 julio pasado 20 cajas negras con dióxido de carbono suficiente para emular la presencia de 400 invitados a un matrimonio. En el lugar también instaló unos medidores que se encargaron de informar la cantidad de CO2 que se fue acumulando. 'Con 400 personas y sólo ventilación natural, puertas y ventanas abiertas, luego de dos horas llegamos tangencialmente a los 750 ppm (partículas por millón) de CO2. Con ventilación mecánica llegó a 700 ppm, mientras que con ventilación mixta la cantidad de CO2 bajó a 490 ppm. La norma sanitaria chilena establece que sobre los 700 podría haber riesgo de contraer Covid-19 si alguno de los presentes está contagiado.
También exige que el lugar tenga ocho metros cuadrados por persona, en circunstancias que los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos) piden cuatro metros y establecen 800 ppm como índice de riesgo', explica Sofía y especifica que 'en el estudio se simuló que las 400 personas estaban sentadas, caminando, comiendo y conversando entre ellas. Si alguien está gritando, cantando o bailando la cantidad de CO2 que emite aumenta'. La última parte de la investigación comenzó este miércoles con la instalación de 40 cajas negras con CO2 en el centro de eventos Entremuros, de Huechuraba. 'En esta parte el profesor Brevis va a analizar qué pasa cuando 100 personas se juntan en una pista de baile de 100 metros cuadrados. En mi centro de eventos tenemos unos ventiladores de aire axiales sobre la pista que permiten refrescar a los invitados y bajar los niveles de CO2.
La norma sanitaria sugiere mantener los lugares donde se realiza actividad física con 550 ppm de CO2', suma Sofía Jottar. Para Brevis hay requisitos esenciales que debe cumplir un centro de eventos. 'Es importante que tenga una buena altura, porque cuando exhalamos el CO2, que es más liviano que el aire, se eleva. También es fundamental que el lugar cuente con ventilación cruzada y que las personas estén con mascarilla cuando dejen de comer y beber. El riesgo más grande es cuando estás cerca de otra persona, respirando directamente sus aerosoles. Una persona emite 0,3 litros por minuto de CO2', detalla. -¿Hay que bailar con mascarilla, profesor? -Por supuesto y para mayor seguridad lo recomendable es hacerlo al aire libre.
Recuadro
'Es fundamental que el lugar cuente con ventilación cruzada y que las personas estén con mascarilla cuando dejen de comer y beber'
Wernher Brevis, académico Universidad Católica
Nex Prensa Escrita
Es imprescindible estar con puertas y ventanas abiertas y usar ventilación mecánica adicional
Analizan qué pasa con el aire cuando 400 personas se juntan en un matrimonio
Investigación de la Universidad Católica determinó que sin la correcta ventilación, en menos de dos horas el CO2 sube a más de 700 ppm (partículas por millón) y puede haber riesgo de contagio de Covid-19.
El centro de eventos Casona de la Laguna de Chicureo reabrió sus puertas el sábado 24 de julio, tras seis meses de cierre obligado por la segunda ola de la pandemia. La fiesta que se celebró -'un matrimonio judío', dice Sofía Jottar, su dueña- se realizó con los nuevos protocolos del plan Paso a Paso. 'Antes del cóctel hicimos una fila para chequear nombre y rut, para hacer la trazabilidad si fuera necesario, y pedir pases de movilidad de los invitados y del personal que trabajó. Si alguien llega sin su Pase de Movilidad, sea el motivo que sea, lo hacemos comer en la terraza tal como indica la norma.
Fue una fiesta distinta, más responsable. La actitud de la gente ha cambiado. Bailan y conversan con mascarilla, ya no se saludan de besos y abrazos, ni se vuelven locos tirando a los novios al cielo. Nosotros primero calefaccionamos el lugar, cuando llegaron los invitados abrimos puertas y ventanas y pusimos el aire acondicionado en modo invernal', afirma Sofía Jottar. La banquetera está convencida de que los aforos al interior de los centros de eventos pueden ampliarse si los lugares cuentan con la ventilación adecuada. La ingeniera civil industrial y directora de la Asociación de Eventos de Chile (Asevech) es la gestora de un estudio sobre la emisión de CO2 durante reuniones sociales en recintos cerrados.
La investigación, realizada por la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, cuenta con el patrocinio de la Sofofa, la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y la Cámara de Comercio de Santiago, ya tiene resultados preliminares que fueron expuestos este miércoles ante Lucas Palacios, ministro de Economía. La primera parte de la investigación se realizó en los 1.860 mts2 construidos de la Casona de La Laguna, donde Wernher Brevis, ingeniero civil, doctor en fluidodinámica y académico de la Universidad Católica, instaló el 2 julio pasado 20 cajas negras con dióxido de carbono suficiente para emular la presencia de 400 invitados a un matrimonio. En el lugar también instaló unos medidores que se encargaron de informar la cantidad de CO2 que se fue acumulando. 'Con 400 personas y sólo ventilación natural, puertas y ventanas abiertas, luego de dos horas llegamos tangencialmente a los 750 ppm (partículas por millón) de CO2. Con ventilación mecánica llegó a 700 ppm, mientras que con ventilación mixta la cantidad de CO2 bajó a 490 ppm. La norma sanitaria chilena establece que sobre los 700 podría haber riesgo de contraer Covid-19 si alguno de los presentes está contagiado.
También exige que el lugar tenga ocho metros cuadrados por persona, en circunstancias que los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos) piden cuatro metros y establecen 800 ppm como índice de riesgo', explica Sofía y especifica que 'en el estudio se simuló que las 400 personas estaban sentadas, caminando, comiendo y conversando entre ellas. Si alguien está gritando, cantando o bailando la cantidad de CO2 que emite aumenta'. La última parte de la investigación comenzó este miércoles con la instalación de 40 cajas negras con CO2 en el centro de eventos Entremuros, de Huechuraba. 'En esta parte el profesor Brevis va a analizar qué pasa cuando 100 personas se juntan en una pista de baile de 100 metros cuadrados. En mi centro de eventos tenemos unos ventiladores de aire axiales sobre la pista que permiten refrescar a los invitados y bajar los niveles de CO2.
La norma sanitaria sugiere mantener los lugares donde se realiza actividad física con 550 ppm de CO2', suma Sofía Jottar. Para Brevis hay requisitos esenciales que debe cumplir un centro de eventos. 'Es importante que tenga una buena altura, porque cuando exhalamos el CO2, que es más liviano que el aire, se eleva. También es fundamental que el lugar cuente con ventilación cruzada y que las personas estén con mascarilla cuando dejen de comer y beber. El riesgo más grande es cuando estás cerca de otra persona, respirando directamente sus aerosoles. Una persona emite 0,3 litros por minuto de CO2', detalla. -¿Hay que bailar con mascarilla, profesor? -Por supuesto y para mayor seguridad lo recomendable es hacerlo al aire libre.
'Es fundamental que el lugar cuente con ventilación cruzada y que las personas estén con mascarilla cuando dejen de comer y beber'
Wernher Brevis, académico Universidad Católica
Pais: Chile
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Región: Metropolitana de Santiago
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Fecha: 2021-07-29
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Tipo: Prensa Escrita
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Página(s): 2
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Sección: El Día
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Centimetraje: 29x24
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