Si tuviera un problema de salud, ¿cuánto tiempo consideraría razonable esperar para ser atendido por un especialista y tener un diagnóstico? En el Reino Unido, hace años, se propusieron que nadie tuviera que esperar más de 18 semanas; en Chile el promedio actual de espera por una consulta de especialidad no GES, en el sector público, es de 17 meses.

La espera es un problema que arrastramos hace décadas, y se ha agravado producto de la pandemia. En marzo de este año había más de 1,6 millón de personas esperando por una consulta con un especialista: personas que todavía no saben su diagnóstico y que no pueden iniciar un tratamiento.

¿Qué estamos haciendo en Chile para enfrentarlo? No lo suficiente. El foco ha estado puesto en la lista de espera de cirugía, la que involucra más de 260 mil personas. Sin embargo, en el caso de las consultas de especialidad no hay anuncios de medidas adicionales. ¿Qué se debe hacer? Lo primero es volver a tomar contacto con este 1,6 millón de personas para actualizar su prioridad de atención. Hay que contactarlos telefónicamente o mediante videollamada, identificando los casos más graves y permitiendo monitorear a los que deberán seguir esperando.

Lo segundo es fortalecer los recursos para realizar exámenes y procedimientos que permitan completar los diagnósticos. Se podría utilizar una estrategia similar a la de las cirugías, licitando exámenes y procedimientos en el sector privado, siempre que ello se coordine adecuadamente con la agenda de los especialistas de manera de no dilapidar recursos.

Lo tercero es mejorar la gestión en el nivel secundario. En enero 2020, un informe de la Comisión Nacional de Productividad daba cuenta que, en el nivel terciario, la tasa de utilización de los quirófanos electivos en horario institucional era de sólo un 53%, quedando mucho tiempo disponible por aprovechar. En el caso de los especialistas también hay un gran espacio para mejorar su productividad en la distribución de horas, resolutividad de la primera consulta, uso de telemedicina y mejores criterios de priorización y agendamiento.

¿Se puede hacer? Sí, claro que es posible. Un piloto del Laboratorio de Innovación Pública UC, en conjunto con el BID y el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente, ha logrado, en un año, reducir en un 60% la lista de espera de consultas de una especialidad mediante un modelo que mejora la gestión e introduce un componente de acompañamiento de pacientes mediante el fortalecimiento de los equipos de TENS y enfermería. Con los mismos especialistas y los mismos recursos se puede mejorar la experiencia de los pacientes.

Las diversas candidaturas presidenciales discuten hoy de mayor financiamiento para la salud, reformas en la institucionalidad y el rol del sector privado, temas que nos tomará tiempo discutir, acordar e implementar. Mientras, debemos también poner el foco en quienes hoy esperan y en como brindarles pronto el cuidado que requieren.