Si bien el ritmo de la vacunación contra el covid-19 ha disminuido, sobre todo porque cada vez se hace más difícil llegar a la población rezagada y porque no se ha podido seguir avanzando en la colocación de primeras dosis a los menores de entre 12 y 17 años, Chile sigue entre las naciones con mejor cobertura.

A casi siete meses del inicio de la inoculación masiva, el país alcanzó el 70% de sus habitantes con esquema completo, con más de 13 millones de personas.

Así, figura 6º en la lista de mayor cobertura completa, siendo el 2º de Latinoamérica, detrás de Uruguay (71%).

Jaime Burrows, exsubsecretario de Salud Pública, advierte que en 'el virus original, con 70% se alcanzaba la inmunidad. El problema es que estamos con la variante Delta, que aumenta la transmisibilidad, por lo que vamos a necesitar más del 80% de vacunación'.

Agrega que 'si bien 80% es una cifra alta, hay que tratar de vacunar a toda la población y eso implica expandir la vacunación a los niños. Ojalá tengamos pronto los resultados de las vacunas en ellos, porque ahí sí vamos a poder llegar a niveles altos de cobertura'.

Caída en los decesos

El impacto de la vacunación y el buen momento epidemiológico han permitido ir reduciendo la cantidad de casos graves que requieren hospitalización, lo que también se ha reflejado en las muertes que produce la pandemia.

Aunque en un comienzo las cifras se mantuvieron en un nivel muy alto, eso ha cambiado. Durante el último mes, la cantidad semanal de fallecidos por covid-19 disminuyó a la mitad, pasando de más de 550 cada siete días a 263, y con una tendencia que continúa a la baja.

Se trata de la menor cifra de los últimos ocho meses y cobra especial relevancia: en junio se llegaron a superar los 800 fallecidos por semana.

Según Sebastián Ugarte, jefe de la UCI de la Clínica Indisa, 'las cifras de fallecidos deberían seguir disminuyendo incluso más, porque todavía tenemos pacientes hospitalizados del período de la segunda ola. En ellos su desenlace está por definirse y ha ido afectando también la mortalidad registrada en las últimas semanas'.

No obstante, el especialista remarca que 'tal como va disminuyendo, no va a desaparecer del todo, ni deberíamos esperar tener cifras de cero fallecidos en forma constante, sino que lo que ahora es una enfermedad pandemia, y que llegó a tener cientos de casos en un día, va a pasar a ser en un futuro una enfermedad de predominio estacional, como la influenza'.

Juan Carlos Said, máster en salud pública, indica que 'más adelante es muy probable que requiramos refuerzos anuales, cosa que no es rara: la mayoría de las vacunas requiere más de una dosis. De ahí la importancia que el próximo año se considere un presupuesto para la atención primaria, para poder mantener una cantidad elevada de toma de exámenes, la trazabilidad, pero sin dejar de lado los controles de enfermos crónicos, que se han visto perjudicados por el desvío de recursos hacia el covid-19'.

El médico también advierte que pese al buen avance de la vacunación, 'todavía persiste un grupo importante de personas de entre 18 y 40 años que no está vacunado. Y en los grupos de adultos mayores se ha mantenido estacionario el número de no vacunados, es decir, estamos alcanzando niveles elevados de inoculación, pero con una población que aún no se vacuna'. En total, existen más de 1,6 millones de rezagados.

Said añade que 'esos grupos probablemente tienen más desconfianza de la autoridad, quizás algunos son antivacunas. Entonces, llegar a ese último grupo de personas va a requerir de campañas focalizadas y salir a buscarlo'.