A partir de una mezcla de almidones de mandioca y maíz, principalmente, se elaboran todas las harinas y alimentos que prepara y comercializa Mary Inostroza (55) a través de su marca Apromasa. 'Mi emprendimiento parte por necesidad: dos de mis cinco hijos padecen de una enfermedad llamada fenilcetonuria, la cual impide la correcta digestión de las proteínas en el organismo.

Por ellos dos partí ingeniándomelas en la cocina, pero después comencé a venderles a otras mamás con hijos que también sufren de enfermedades metabólicas', asegura Inostroza. Además de harinas y premezclas para la elaboración de galletas bajas en proteínas, esta microempresaria de los alimentos también prepara a pedido pan, tortas, sopaipillas, alfajores y hasta calzones rotos. 'La harina de un kilo cuesta $4.000; la media docena de alfajores $4.500 y una torta para diez personas $10.500. Son precios súper asequibles puesto que muchas familias son de bajos recursos, y no pueden costear los precios de alimentos similares, pero importados', precisa.

-¿Y tiene previsto lanzar productos salados?

-Sí, por lo mismo, ya estoy con las últimas pruebas para sacar una línea de tallarines, otra de snacks y una última de galletas saladas. Para crecer con Apromasa ha sido vital el boca a boca entre mamás y asociaciones especializadas, pero igualmente pueden encargar mis productos a través del Instagram @MaryComidaInclusiva.