El programa Familias Unidas ha tenido un fuerte impacto en la comunicación familiar y en conductas de riesgo en adolescentes.

Según datos de la Fundación San Carlos de Maipo (que adaptó el programa al país), analizados por académicos de la U. de Austin Texas, luego de tres años de la intervención, el 79% de los padres reportó tener una comunicación positiva con sus hijos. Mientras que entre los adolescentes disminuyó seis veces el número de ocasiones de consumo de alcohol y de tabaco —en comparación con quienes no recibieron intervención—, en los últimos 30 días.

Esta iniciativa fue creada por la U. de Miami hace más de 20 años para ayudar a la prevención de conductas problemáticas en adolescentes hispanos. 'El supuesto que ellos elaboraron es que uno de los grandes factores de riesgo para el desarrollo de esta conducta es justamente el tipo de comunicación que los padres tienen con sus hijos', dice Raúl Perry, gerente de Programas de Fundación San Carlos de Maipo.

Por ello, agrega, 'el programa busca mejorar las habilidades comunicacionales y de manejo de los padres de niños preadolescentes para que aprendan y puedan poner en práctica estas herramientas'. Hasta el momento han participado 1.200 familias en el país.

La iniciativa, que forma parte del Sistema Lazos de la Subsecretaría de Prevención del Delito desde 2019, arma grupos de entre 14 y 16 familias con hijos en edad adolescente y preadolescente. 'Tienen 12 sesiones con facilitadores psicológicos, que consisten en reuniones grupales entre los padres y sesiones familiares que se intercalan', dice Perry.

Carmen Ulloa, madre de dos hijos, uno de 12 y otro de 18 años, decidió unirse este año al programa por los temas, como la prevención de la drogadicción.

Y dice estar feliz con los resultados: 'Ha ocurrido un cambio importante en la dinámica familiar. Las charlas me ayudaron a poder entablar conversaciones con mi hijo y a ser más explícita en las cosas que tenemos que hablar a su edad'.