Chile vive la peor sequía de las últimas seis décadas, apareciendo la región de Coquimbo como unas de las más afectadas a nivel nacional. Adicionalmente, si bien en el sector de energía hay abundante generación renovable, siendo la IV región pionera en su implementación, su principal limitante es la intermitencia, lo que es especialmente sensible frente al proceso de descarbonización energética que vive la matriz energética.

Bajo este contexto, y con el fin de mitigar los impactos de la escasez hídrica y ser un aporte la transición energética, nace Azul Energía y Agua, proyecto que apunta a enfrentar la situación a largo plazo, y con infraestructura sustentable e innovadora que integra tres tecnologías probadas a nivel mundial, como son la desalinización de agua de mar por osmosis inversa, el almacenamiento de energía mediante una central hidráulica de bombeo y la generación de energía renovable.

Se proyecta que esté emplazado en la comuna de Coquimbo, al sur de La Herradura y cercano a los principales centros de consumo de agua de la conurbación y a las subestaciones eléctricas regionales, con las que el proyecto se interconectará al Sistema Eléctrico Nacional.

Azul se encuentra en etapa de desarrollo, realizando estudios técnicos, económicos y ambientales, y se estima su ingreso a evaluación ambiental en 2022. Azul Energía y Agua creará tendrá un positivo impacto para la reactivación económica regional mediante una solución de infraestructura sustentable.

¿EN QUÉ CONSISTE?

Azul Energía y Agua bombeará agua desde el mar hasta un reservorio ubicado en un farellón de gran altura (400 mt) cerca del borde costero. Para ello utilizará energía proveniente de proyectos de generación renovable. Luego, generará electricidad durante la noche, al dejar caer el agua de mar almacenada en el reservorio superior a turbinas hidráulicas, justamente cuando aumenta la demanda de consumo eléctrico y la disponibilidad de recursos renovables (energía solar) disminuye.

Una parte del agua almacenada servirá, a su vez, para alimentar una planta desalinizadora que puede producir agua mediante un innovador proceso de osmosis inversa por gravedad, permitiendo una importante sinergia entre ambas tecnologías, en tanto esta planta desalinizadora se abastecerá de energía renovable de manera continua y a precios competitivos, lo que permite reducir el costo de producción de agua desalinizada.

"Buscamos convertirnos en un aporte para la región, mediante una solución de infraestructura sustentable, validada por expertos mundiales en agua y energía, que permita el uso agua desalinizada para consumo humano, contribuyendo al mismo tiempo con una matriz energética flexible, limpia y confiable, aportando de manera importante al desarrollo sostenible de la región de Coquimbo. Es un proyecto fácilmente replicable en otras regiones, y que posicionará a Chile a nivel mundial, por su combinación de tecnologías", señaló Joan Leal, Gerente General y socio fundador de Azul Energía y Agua.

RELACIONAMIENTO CON LA REGIÓN

En esta primera etapa del desarrollo del proyecto, se privilegió un intensivo plan de relacionamiento con las comunidades cercanas al proyecto, conversando
con distintas organizaciones y vecinos para presentarles la iniciativa y aclarar interrogantes, mediante un proceso transparente y constructivo. Como resultado de este proceso, se establecieron espacios de colaboración conjunta con las comunidades, y se modificaron algunos elementos del diseño inicial del proyecto, con el objetivo de responder a las inquietudes levantadas y ser un claro aporte al desarrollo sostenible de la Región, con un proyecto que se inserte en armonía con el territorio y sus comunidades.

¿CÓMO NACE ESTA INICIATIVA?

Este proyecto es desarrollado por Oceanus Chile, startup que nace en California, Estados Unidos, con el objetivo de desarrollar proyectos de infraestructura sustentable, que ayuden a mitigar los impactos del calentamiento global, mediante un modelo de desarrollo patentado a nivel mundial y que integra las tres tecnologías que caracterizan al proyecto Azul Energía y Agua.

Después de analizar distintos lugares en el mundo, tales como Estados Unidos y México, entre otros, se resolvió que Chile es el lugar ideal para desarrollar su primer proyecto, al contar con condiciones geográficas favorables: terreno que presenta elevaciones en torno a los 400 metros y muy próximas al mar; así como también al ser un país que cuenta un firme compromiso para avanzar hacia el carbono neutralidad y la promoción de energías renovables, y una clara necesidad por avanzar de manera decidida en el desarrollo de plantas desalinizadoras.