Al tanto de los depósitos de ropa usada que comenzaron a proliferar en el desierto nortino hace más de 15 años, Franklin Zepeda, de la comuna de Alto Hospicio, provincia de Iquique, comenzó a explorar posibles usos para las cerca de 60.000 toneladas de prendas de segunda y tercera mano que hasta el día de hoy permanecen tiradas de sol a sol por gran parte del desierto. 'Nos tomó dos años de investigación y realizamos varios viajes al extranjero para entender qué solución del tipo sustentable podíamos llegar a ejecutar con estas prendas.

Así fue cómo llegamos a un prototipo de paneles de aislación térmica para la construcción que en vez de fibra de vidrio o lana mineral, tuvieran fibra de ropa compacta en su interior. Materia prima que justamente podríamos conseguir a partir del reciclaje textil', reconoce Zepeda. Bajo aquella premisa de negocios hace ocho años comenzó a operar Ecofibra (https:// bit.ly/3pdWT9g), un emprendimiento que además de la innovación térmica tuvo que desarrollar su propia formulación de líquido retardante para fuego.

Esto, tal como lo explica Zepeda, no tan solo para abaratar los costos de producción de los paneles sino que también debido al gran potencial inflamable que poseen todas las fibras textiles. 'Gracias a todos estos detalles es que hoy podemos ofrecer paneles de aislación para frío y calor que son hasta un 84% más baratos que uno de fibra de vidrio. Debido a que en Chile hay siete zonas geoclimáticas bastante bien definidas, ofrecemos paneles con distintos tamaños en cuanto a ancho, largo y grosor. El metro cuadrado, en promedio, cuesta $2.300', agrega Zepeda, quien se coronó como el ganador del concurso Nada Nos Detiene para la temática moda circular.

-¿De dónde obtienen las prenda que utilizan en estos paneles?

-Si bien al principio fue difícil dar a conocer el concepto, hoy tenemos alianzas con Paris y con algunas mineras del norte, pero además trabajamos con las mismas distribuidoras que antes iban a tirar la ropa al desierto. También hacemos campañas de reciclaje domiciliario en la zona puesto que contamos con máquinas y una línea productiva capaz de reutilizar todo tipo de prendas y telas. No usamos agua en la producción de estos paneles, los cuales tienen una duración estimada de 30 años. Por otro lado, apuntamos directamente a inmobiliarias y casas particulares ya que partir del 2022 abriremos una nueva fábrica de paneles en Santiago.