La participación de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) acumulada en 2021, corresponde al 25,5% de la matriz eléctrica, de acuerdo con las estadísticas de octubre de este año de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera). Estos números son claves frente a las metas de descarbonización que el país ha trazado para las próximas décadas, que apuntan a que el aporte de las energías renovables llegue al 100% en 2050.

Para Darío Morales, director de Acera, no hay tiempo para cuestionarse si estos plazos serán posibles de cumplir, sino que 'el proceso de una completa descarbonización de la matriz eléctrica debe ser llevado a cabo mediante la implementación oportuna de un conjunto de políticas públicas que permitan conciliar la urgencia climática con la provisión de energía de manera segura, económica y sustentable'.

Miguel González Balcarce, Sales Manager de Vestas Chile, es optimista y considera que 'es posible alcanzar los plazos de incorporación de ERNC en la matriz energética, siempre que se aborden y se resuelvan ciertos desafíos, por ejemplo, seguridad jurídica para garantizar la inversión, además de temas técnicos y de logística, por nombrar algunos'.

Según Morales, 'el Estudio de Trayectoria Cero Emisiones identifica una serie de elementos en los cuales tenemos que avanzar: mayor y mejor participación de las comunidades, se deben repensar las señales de mercado para las inversiones ERNC y sistemas de almacenamiento, promover desarrollo de generación renovable 24/7, desarrollo oportuno de la transmisión y potenciar la I+D+i en el sector, son solo algunos de ellas'.

Transformación digital

Más allá de la regulación y de los temas propios de la industria eléctrica, para Marcos Alexandre Lopes, líder de Industry X para Accenture Hispanoamérica, es necesario avanzar hacia la transformación digital de la generación energética. 'Un estudio reciente de Accenture y el World Economic Forum mostró que, aunque Chile ha avanzado en este tema, se disminuyó la velocidad y en el ranking de 2021 cayó cinco puestos', precisa.

Para revertir este panorama y alcanzar la meta, 'la industria energética debe ir mucho más allá de la industria 4.0 (basada en la digitalización) que ya quedó en el pasado y avanzar hacia la industria X, caracterizada por la inteligencia de las operaciones', explica Lopes.