Se le dice "el combustible del futuro" porque es limpio y altamente eficiente. La era del hidrógeno verde ya comenzó y en nuestro país el tema ha entrado con fuerza, con proyectos de plantas en el extremo norte y sur y también con el lanzamiento desde el gobierno de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, donde se destaca las ventajas que tiene Chile en esta materia, en especial debido al desarrollo de las energías renovables, que son las que se utilizan para producir hidrógeno verde. Porque, aunque se puede producir hidrógeno con diversas energías, sólo cuando es producido de fuente renovable se le considera "verde".

En este contexto destaca lo novedoso del proyecto. anunciado recientemente, Hidrógeno Verde Bahía Quintero (HVBQ), iniciativa conjunta de las empresas energéticas GNL Quintero, Acciona Energía y Enagás. Es el primero en su tipo en la zona central, el primero orientado no a la exportación de este combustible sino al mercado local y tiene la particularidad de su emplazamiento, Quintero, lo que podría marcar el inicio de una conversión hacia las energías limpias de una zona conocida tanto por su intensa actividad industrial como por la contaminación que esta misma conlleva.

El proyecto —en etapa inicial y postulando a fuentes de financiamiento que en Chile y el mundo impulsan las energías limpias— llama la atención de diversos actores. "Conocemos el piloto y lo vemos como una oportunidad", dice el alcalde (s) de Quintero Rubén Gutiérrez. "Estamos marcados por más de cinco décadas de hidrocarburos que han generado un daño a la bahía y vemos esto como un punto de inflexión. Queremos que el polo industrial pueda adaptarse a los nuevos tiempos y para nosotros sería fundamental pasar a ser un clúster energético de hidrógeno verde".

Alfonso Salinas, gerente de desarrollo sostenible de GNL Quintero, y representante del proyecto HM cree que en este camino de posicionamiento mundial al que Chile está apostando con este combustible no podemos cometer el error de "en casa de herrero, cuchillo de palo" y solo pensar en la exportación. Ahí, dice, está una de las gracias de Hidrógeno Verde Bahía Quintero, pues está pensado para satisfacer la demanda de industrias locales que necesitan descarbonizarse y donde energías como la eléctrica no les resultan eficientes o factibles. O como el transporte de carga en largas distancias, donde el hidrógeno verde es más competitivo. O en industrias como la del cemento. "Esa y otras industrias tienen una fuerte presión por disminuir su huella de carbono y en distintas partes del mundo están incursionando en el hidrógeno verde como alternativa", explica Salinas.

Otra de las particularidades del proyecto es que estaría Integrado a la red", a diferencia de los proyectos que hay en el sur o el norte. Salinas dice: "Nos parece súper importante desarrollar el mercado local y hacerlo de manera integrada, no algo aislado de la red y para exportar, lo que está bien, pero queremos desarrollar un ecosistema, que en lo que otras partes del mundo se llama los hydrogen valleys, donde existen varios consumidores, distintas aplicaciones, distintos usos. A eso apunta el proyecto".

APROVECHAR LOS RECURSOS

Para Eduardo Bitrán, ex ministro de Obras Públicas, hoy académico de la Universidad Adolfo Ibañez y uno de los principales promotores del "combustible del futuro" en el país, proyectos como éste le parecen interesantes porque puede erradicar las zonas de sacrificio sin terminar con la actividad económica. Pero no solo eso. También son interesantes por cómo obtienen su energía.

Aquí se extraería de la red de transmisión eléctrica cuya fuente original haya sido renovable. Bitrán ve en eso un potencial de aprovechar excedentes de energía renovable que se dan, por ejemplo, en la producción de energía solar fotovoltaica en el norte. "Una opción es conectarse a la red y evitar la llamada "curva de pato", que es cuando se produce tanta energía por la intensidad solar que el sistema no es capaz de incorporar, un despilfarro de recursos", explica.

Por lo mismo, cree que no es descabellado plantear un proyecto así en la zona central u otro que obtenga su energía de forma mixta. "Este proyecto al orientarse a la economía nacional y a la exportación indirecta, puede contribuir no solo al objetivo de descarbonización como país, sino a hacer más competitivas ciertas industrias en que la traza de carbono va a empezar a ser importante en los mercados globales", concluye Bitrán.