Pais:   Chile
Región:   Valparaíso
Fecha:   2021-12-21
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   8
Sección:   Opinión - Columna
Centimetraje:   14x14
El Mercurio de Valparaíso
Involucramiento delictivo de niños y niñas
Una vez más los hechos delictivos tienen como protagonistas a adolescentes, terna que nos duele y hace reflexionar. Las políticas en materia de seguridad tienen que apuntara una prevención social, hacia una agenda larga que busque reducir los factores que están ala base del inicio de trayectorias delictuales tanto de niños, jóvenes y adolescentes, como la cronificación de las conductas criminales a través del tiempo.

Del total de la población menor a 18 años que comete delito, aquella menor de 14 años corresponde a unas 5 mil personas (Subsecretaría de Prevención del Delito, 2013). No obstante, hay poca uniformidad en el acceso), en la calidad de la información. El estudio de Trayectorias Delictuales, impulsado por la Fundación San Carlos de Maipo, creada por la Sociedad del Canal de Maipo, demostró que el 39%de los adolescentes encuestados se siente acogido por sus amigos que cometen delitos. Y por el contrario, el 73%de quienes dejaron de pasar tiempo con sus amigos no cometió actos delictivos.

En la misma línea, el 67%de los que se relacionaron con amigos convencionales desistieron del delito. Lo que vemos es que se requiere una intervención mucho más profunda, más integral en materia de inclusión social; reducir aquellos factores de exclusión, como la deserción escolar, la falta de oportunidades, el acceso a los tratamientos de drogas y alcohol. Es decir, hay una serie de factores de riesgo que requieren ser trabajados desde la articulación de todos los actores públicos y con apoyo de la sociedad civil, con programas que tengan evidencia y que se traduzcan en una juventud con un desarrollo positivo, que no estén a merced del inicio de trayectorias delictuales, donde hoy están actuando, lamentablemente, grupos asociados a narcotraficantes, que finalmente involucran a niños, niñas y adolescentes que deberían tener una realidad distinta si tuvieran acceso a la salud, a educación.

Así lo indican los datos. Por ejemplo, de acuerdo al Estudio de Exclusión Social en Personas Privadas de Libertad impulsado por Fundación San Carlos de Maipo y Paz Ciudadana, el 86% de quienes estaban recluidos no contaba con educación escolar completa. En consecuencia, lo que se requiere hoy, más que un presupuesto expansivo en materia de seguridad, es contar con programas que tengan evidencia, apostar por modelos como el Sistema Lazos de la Subsecretaria de Prevención del Delito, el que cuenta con componentes como la Terapia Multisistémica, que ha entregado excelentes resultados en el desistimiento de niños y jóvenes, así como Familias Unidas, programa preventivo creado por la Universidad de Miami hace más de 20 años y que hoy es implementado por la Fundación San Carlos de Maipo en diversas comunas del país con evidencia concreta de su efectividad. No obstante, se necesita más cobertura, apostar por una decisión más integral que llegue con una oferta que permita evitar el desarrollo de conductas problemáticas en cada rincón del país.
Pie de pagina
Marcelo Sánchez Gerente general de Fundación San Carlos de Maipo-