El año que pasó será recordado como un tiempo desafiante, convulsionado y también revelador de diversas realidades y necesidades que salieron a la luz, y cómo no, de la continuación de una pandemia que nos obligó a readaptarnos y a vivir de una forma diferente.

En la más reciente versión de la Encuesta Bicentenario UC -estudio liderado por el Centro de Políticas Públicas UC y elaborado en conjunto con la Facultad de Ciencias Sociales UC-, que lleva más de 16 años indagando en las percepciones y sueños de los chilenos y chilenas, encontramos nuevamente respuesta a muchas de las preguntas respecto de cuáles son y hacia dónde nos queremos dirigir. Con una muestra de más de dos mil casos a nivel nacional, este sondeo se presenta como un termómetro claro y concreto de los anhelos y desafíos para este año que comienza, y entrega luces muy útiles para las futuras autoridades sobre las grandes tendencias que cruzan la sociedad chilena, marcada por la convulsión social y las huellas que ha dejado la pandemia.

El Presidente electo, Gabriel Boric, cuando asuma en marzo, se encontrará con una ciudadanía ávida de avances y respuestas a múltiples inquietudes, que se manifiestan en una significativa reducción de las expectativas y donde se espera del Estado garantías necesarias para alcanzar el desarrollo y el bienestar personal. Con un realismo transversal, una mayoría no vislumbra mayores condiciones de progreso a futuro, pero sí se reconoce una mejoría respecto de las condiciones de vida de sus padres.

Los resultados de esta encuesta, cuyo trabajo de campo se realizó entre los meses de septiembre y noviembre del 2021, evidencian también una preocupante polarización en términos sociales y valóricos, con un 64% de personas que aseguran que existe violencia en Chile y que se le debe dar importancia porque amenaza con alterar seriamente el orden institucional. Hablamos de una sociedad que actualmente percibe un alto grado de conflicto en diversos ámbitos del acontecer nacional, con una baja confianza en las instituciones y con una percepción negativa en cuanto a su integridad y transparencia. Ello se manifiesta en que un alto porcentaje considera que la tarea más relevante que debe conseguir la nueva Constitución se refiere a la consolidación de instituciones más honestas y confiables.

La crisis de confianza que afecta de manera transversal sigue golpeando a la Iglesia Católica, situación que en la UC hemos abordado en profundidad a través de estudios y documentos, en un afán de reparación del daño hecho por los casos de abusos, acogimiento de las víctimas y fortalecimiento en torno a valores comunes de la comunidad creyente. Nos inquieta la pérdida en la valoración de aspectos centrales de nuestra identidad nacional. Conocer nuestro pasado bajo una mirada crítica pero constructiva permite avanzar hacia un futuro promisorio. Diversas iniciativas universitarias han permitido ahondar en nuestras realidades sociales para encontrar puntos de encuentro que permitan edificar sobre bases comunes. La encuesta Bicentenario UC 2021 nos manifiesta la necesidad de persistir en una labor de encuentro, superando las visiones de conflictividad y forjando caminos comunes.

Este año 2022 se asoma pleno de expectativas y deseos que, como en todo, deben mirarse y abordarse con cautela, para evitar una posterior frustración. La sociedad chilena parece prudente en sus expectativas, consciente de sus dificultades y exigente de su entorno. La radiografía que este año entrega la Encuesta Bicentenario UC permite ahondar en el alma de un país que aspira a vivir en una sociedad marcada por la integridad y la transparencia de sus instituciones, donde sus habitantes puedan aspirar a un progreso integral sin distinciones, tarea a la que la Universidad Católica quiere aportar desde sus aulas. Un compromiso y un desafío.