Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2022-01-06
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   B3
Sección:   Economía y Negocios
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La mayoría de las personas (sobre un 60%) percibe su realidad económica y familiar actual como mejor a la que tuvieron sus padres y que esta podría mejorar en la próxima década.
El Mercurio
Principales resultados económicos del sondeo elaborado por la UC:
Encuesta Bicentenario 2021 refleja baja en expectativas de lograr el desarrollo en 10 años
Además, aumenta la percepción de que en el futuro se tendrán grandes altibajos en la economía personal, desde un 8% en 2015 a un 20% en esta última edición.
La pandemia y los problemas económicos que ha conllevado, como la caída del empleo y de los ingresos de las personas, impactó directamente en las perspectivas que tiene la población en el devenir del país en el mediano plazo. Parte de estas percepciones fue capturada por la edición 2021 de la Encuesta Bicentenario, que elabora la Universidad Católica.

Al mirar los resultados que involucran las expectativas económicas, el estudio de la UC determinó que un 40% de la población cree que Chile será un país desarrollado en un plazo de 10 años. Esto representa una caída significativa respecto a la medición del 2019, cuando un 51% de las personas veía esta posibilidad. El director del Centro de Políticas Públicas de la UC, Ignacio Irarrázaval, plantea que la pandemia evidentemente produjo una caída en el empleo y hay un número importante de familias que perdieron sus ingresos, donde más de la mitad de la población declara haber visto disminuidos sus ingresos o quedarse sin ellos.

'Evidentemente, todo eso aleja la visión de que el país será desarrollado en un plazo no tan largo, que es una década', plantea el economista. La situación económica actual tiene un impacto en las proyecciones futuras. De acuerdo con Irarrázaval, las personas, sobre todo las del estrato bajo, viven fundamentalmente en el presente. 'Entonces, su proyección de largo plazo no es tan optimista', puntualiza. No obstante, para el mismo horizonte de tiempo, aumenta la visión que se tiene sobre eliminar la pobreza de un 29% en 2019 a un 32% en 2021. Situación similar ocurre con la reducción de la desigualdad de ingresos, que pasa de un 29% a 32% en el mismo período. Irarrázaval precisa que estos cambios porcentuales no son estadísticamente relevantes. 'Las personas han visto el esfuerzo que el país ha hecho en términos del ingreso familiar de emergencia (IFE) y todas las transferencias que se han hecho. Entonces, una cosa es que la pobreza se contenga.

De hecho, la Casen mostró un aumento de la pobreza entre el año 2017 y el 2020, y si bien ese aumento de la pobreza no es tan grande, porque son dos puntos porcentuales, pero las personas también han visto el despliegue que el Gobierno y el Estado de Chile han realizado de medidas compensatorias con la pandemia', explica. Recuerda, además, que el IFE ha sido una inversión gigante que se ha hecho como país. 'Pero la gente es bastante sensata y se da cuenta de que esas transferencias no pueden ser de por vida y por lo tanto, de alguna manera, están asustados, preocupados', sostiene. El registro también muestra un aumento en la percepción de que en nuestro país cualquier persona puede crear su propio negocio y ser independiente (37%), así como también la idea de que alguien pueda convertir su negocio en una empresa grande y exitosa.

Expectativas personales inciertas

El estudio de la UC incluye un apartado que analiza la movilidad social. Los resultados muestran que disminuye la idea en las personas de que en los próximos cinco a diez años podría mejorar la situación económica, y aumenta la percepción —en comparación a la misma pregunta hecha en el año 2015— de que en el futuro se tendrán grandes altibajos. La mayoría de las personas (sobre un 60%) percibe su realidad económica y familiar actual como mejor a la que tuvieron sus padres y que esta podría mejorar en la próxima década, especialmente en el caso de hombres entre 25 a 34 años y de estrato socioeconómico alto. Para Irarrázaval, estas expectativas se dan porque la gente se ha dado cuenta de que el país ha progresado. 'Esto es bien interesante, sobre todo en el nivel socioeconómico bajo.

Ellos, en términos relativos, declaran con mucho más fuerza que están mejor que sus padres. Entonces, la gente ve que está mejor que sus padres, pero tienen aprensiones sobre lo que viene en los próximos años, que hay inestabilidad', sostiene el académico. Con todo, el director del Centro UC remarca que un grueso de la población reconoce el progreso socioeconómico que ha tenido Chile. 'Pero tiene una mirada de incertidumbre hacia el futuro', advierte. A partir de esto, Irarrázaval determina que es bien importante partir de la base de que las personas consideran que están mejor que sus padres, ya que se reconoce que ha habido progreso.

'Entonces, la línea de base es compleja. No es que todo haya ido hacia abajo, sino que al ver que yo estoy mejor que mis padres, tengo expectativas de que mis hijos estén mejor que yo. Y ahí es donde surge la frustración. Entonces, ¿hay problemas sociales? De todos modos, pero no es un problema social de la inexistencia de bienestar', plantea. Ante esto, remarca que el problema social es por avanzar más en el bienestar. 'Es bien desafiante ese punto. En los años 50-60 se trataba de disminuir la pobreza, que era un fenómeno masivo. Pero hoy día las preocupaciones de la población son más diversas y mucho más complejas, pero se parte de una base más alta', sostiene.

Recuadro
"Un grueso de la población reconoce el progreso socioeconómico que ha tenido Chile. Pero tiene una mirada de incertidumbre hacia el futuro'.

Ignacio Irarrázaval Director del Centro de Políticas Públicas de la UC
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