Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2022-01-16
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   B8
Sección:   ECONOMÍA Y NEGOCIOS DOMINGO
Centimetraje:   52x27
El Mercurio
Gerente general de Empresas Gasco:
“Llama la atención el poco tiempo que se tomó el Gobierno para sacar un proyecto de ley desde el informe final de la FNE”
En su primera entrevista desde que desempeña el cargo, Víctor Turpaud señala que la iniciativa del Ejecutivo terminará perjudicando a los consumidores al deteriorarse la calidad del servicio. También afirma que los márgenes de Gasco —entre 5% y 7% por cilindro de gas licuado— son equivalentes a los que se pueden obtener en una industria con 18 competidores.
Una positiva acogida entre parlamentarios y asociaciones de consumidores tuvo el proyecto de ley del Gobierno —ya ingresado a la Cámara de Diputados— que busca regular en forma más profunda el mercado del gas. En específico, propone reestructurar el negocio de la distribución de gas licuado del petróleo (GLP), garantizar acceso abierto al mercado de gas natural de red y perfeccionar negocios entre firmas relacionadas. La iniciativa, que recoge sugerencias entregadas por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) a partir de un estudio de mercado cuya versión final se dio a conocer a fines de diciembre, encendió las alarmas en la industria. El principal motivo radica en que el proyecto promueve la desintegración completa del mercado mayorista respecto del minorista en el gas licuado de cilindros, es decir, establece una prohibición completa para que compañías como Abastible, Lipigas y Gasco participen en ambos negocios, incluso a través de empresas relacionadas.

A través de Gasco GLP, la compañía controlada por el grupo Pérez Cruz ostenta poco menos de un 30% de la participación de mercado del gas licuado en Chile, lo que la posiciona como el tercer actor en el negocio.

En su primera entrevista desde que asumió en abril de 2020 como gerente general de Empresas Gasco, Víctor Turpaud lamenta que el Gobierno haya optado por acelerar la discusión a dos meses de su término y a pocas semanas del receso legislativo. 'Llama la atención profundamente el poco tiempo que se tomó el Gobierno para sacar un proyecto de ley desde el informe final de la FNE', manifiesta. Además, estima que, de aprobarse como está planteado el proyecto, 'probablemente algunos distribuidores minoristas terminen sacrificando sus buenas condiciones de servicio para ser más competitivos en términos de precio. Es algo que genera mucha incertidumbre'.

—Con el proyecto de ley sobre la mesa y ya ingresado al Congreso. ¿Qué opinión tienen sobre la iniciativa?

'Es un mal proyecto, que sigue al pie de la letra las recomendaciones de un mal informe de la FNE. La Fiscalía no contrastó sus datos con la realidad de lo que ocurre en el mercado. Ese es el error. La iniciativa no va a favorecer a los consumidores, sino que los terminará perjudicando, principalmente por una baja en la calidad del servicio. Más allá de eso, estamos disponibles para participar en la discusión legislativa'.

—Ustedes han sostenido reuniones con organismos del Gobierno. ¿Cómo ha sido esa acogida?

'Viendo la premura con la que salió el proyecto de ley después del informe final de la FNE —que prácticamente no movió una coma respecto de su preinforme—, nos hace ver que nuestros comentarios no fueron considerados. No nos sentimos escuchados y eso hay que decirlo con todas sus letras. Estamos a dos meses de que se termine este Gobierno y a dos semanas del receso legislativo. Queremos seguir reuniéndonos con las autoridades de Gobierno en lo que queda, pero ya especialmente pensando en las autoridades de la futura administración'.

—Frente al informe de la FNE, hay parlamentarios que se han referido a 'indicios de colusión'. ¿Es efectivo?

'La FNE nunca dice que exista colusión o coordinación. Se limitó a decir que es una industria que presenta riesgos de coordinación, lo cual es absolutamente distinto. Es grave que haya parlamentarios que emitan juicios tan livianos e irresponsables señalando que hay coordinación o colusión'.

—¿Cómo es posible descartar, con hechos concretos, la baja intensidad competitiva de la que habla la FNE en su estudio de mercado?

'Un informe del profesor Alexander Galetovic demostró que —con los niveles de elasticidad que tiene el mercado del gas licuado— los márgenes que tiene Gasco son equivalentes a los que se pueden obtener en una industria con 18 competidores, por mucho que hoy sean tres los que compiten. Eso demuestra que la cantidad de competidores no necesariamente define el nivel de competencia que existe en la industria'.

—¿Y cuál es el nivel de márgenes que tiene Gasco por cada cilindro de gas licuado?

'Desde ya, objetamos completamente el 55% de margen que señala la FNE en su informe, porque solo se centra en la diferencia entre el precio de venta del producto y el costo de la materia prima. No incorpora todos los costos de la cadena logística. En el caso particular de Gasco, tenemos un rango de utilidad operacional que fluctúa entre el 5% y el 7%, dependiendo del costo de la materia prima en un determinado momento'.

—¿Por qué ha subido tanto el precio del balón de gas a nivel de consumidor?

'Toda esta discusión se ha generado en un momento en que el precio del gas licuado a nivel internacional ha sido el más alto de los últimos 15 años. Principalmente, Chile es un país importador de gas. Todo el gas licuado que nosotros vendemos se compra en el mercado internacional y, lógicamente, a precios internacionales. Entonces, esta gran alza del precio del gas obviamente que ha impactado a los consumidores. Nosotros hemos tenido que traspasar el alza; es imposible que podamos absorber estos aumentos de materia prima en el producto que compramos, que representa cerca del 45% del precio final del consumidor'.

—¿Es viable para la compañía salir del mercado de la distribución?

'Independientemente de lo que salga como proyecto, nos haremos cargo de eso y nos adaptaremos. Llevamos 165 años en el mercado y hemos pasado prácticamente por todos los gobiernos que ha tenido este país, así que seguiremos prestando nuestros servicios con las nuevas reglas del juego que se definan'.

—¿Han evaluado el impacto económico que significaría para Gasco si se aprueba el proyecto de ley tal como está?

'No hemos hecho ningún análisis de impacto económico. Creemos que este proyecto no va a salir como está, entonces preferimos no especular hasta que contemos con más claridad'.

—Ustedes plantearon que las sugerencias de la FNE podrían generar un empeoramiento en el servicio y una menor fiscalización. Sin embargo, el proyecto de ley entrega fondos a la SEC y a la CNE. ¿Creen que el problema se resuelve?

'Es difícil afirmar si los fondos son suficientes. En general, lo que ocurre es que los presupuestos para estas instituciones siempre terminan siendo escasos para la labor que deben realizar. Hoy la SEC se apoya mucho en los distribuidores mayoristas y a nosotros nos exige bastante información asociada a toda la cadena. Sin embargo, al sacarnos de ese eslabón, la labor que deberá hacer la SEC y la CNE será muy compleja y dudo que tengan la capacidad de poder supervisar esta gran cantidad de distribuidores minoristas como corresponde. Sin duda que hoy la SEC cumple su rol, pero es distinto si debes visitar una o dos veces al año a cerca de dos mil distribuidores en Chile. Se requiere mucha más logística para eso'.

—Considerando que el proyecto de ley se apruebe tal como está, ¿hacia donde creen que se va a ir acomodando el mercado del gas en el futuro?

'Falta claridad en muchas cosas, pero creemos que el servicio se va a deteriorar significativamente. Hoy tenemos una red de unos 750 distribuidores minoristas y les hemos ido fijando estándares de calidad y exigencias. Es una industria en que el producto es similar a un commodity, entonces no queda mucho más que intentar diferenciarse por esta vía. Por ello, cuando dejas de exigir esos estándares, cada distribuidor minorista podrá fijar el estándar que quiere y cumplir con el mínimo de la legislación'.

—En concreto, ¿cuál es el apoyo que ustedes les dan a los minoristas?

'En concreto, los ayudamos, por ejemplo, con el financiamiento de los camiones. Nosotros compramos los camiones en licitaciones grandes, agregamos la imagen de marca y se los damos en leasing para que puedan operar. A muchos también los apoyamos en el arriendo del local comercial, en la compra de los locales donde están instalados y los capacitamos. Son varios millones de dólares al año que están invertidos en este apoyo para los minoristas. Si ellos fueran a conseguir el financiamiento para un camión, les sería muy difícil lograrlo'.

Recuadro
- "Probablemente algunos distribuidores minoristas terminen sacrificando sus buenas condiciones de servicio para ser más competitivos en términos de precio'.

- 'Es relevante que no se impida a las empresas mayoristas hacer la venta directa al consumidor final. Así lograríamos más alternativas de competencia'

Sin perjuicio de los ruidos que genera la completa reestructuración del negocio de distribución del gas licuado que propone el proyecto de ley, el gerente general de Empresas Gasco, Víctor Turpaud, entrega algunas alternativas que, según el alto ejecutivo, podrían mejorar la competitividad en el sector y, sobre todo, disminuir el precio que se cobra por el gas licuado al consumidor final.

Una de las posibilidades que esboza Turpaud es establecer un mecanismo que sea parecido a un fondo de estabilización, similar al que opera en el caso de otros combustibles. 'Se podría estudiar algo parecido en el caso del gas licuado para poder absorber estos shocks de precios que se generan a nivel internacional y, de esta forma, suavizar los incrementos que se dan en el precio final que deben pagar los consumidores', manifiesta el ejecutivo.

Otra de las opciones que plantea Turpaud es la posibilidad de que coexistan contratos de tipo monomarca y multimarca entre distribuidores mayoristas y minoristas, de manera que se otorgue plena libertad a quienes deseen optar por un sistema de distribución u otro, acorde a sus necesidades. 'La idea es que estos acuerdos sean transparentes, que los conozcan las autoridades, que sean estándares y no discriminatorios. De esta manera, se permitiría que los minoristas elijan libremente qué contratos prefieren tomar', dice el gerente general.

Por cierto, detalla que tendrían condiciones contractuales distintas en cada caso en términos de precio, plazos y financiamiento. 'Los minoristas que por la vía de la multimarca sientan que pueden acceder a mejores precios y no tener tanto apoyo financiero de una empresa mayorista, pueden tomar ese camino. En cambio, los más pequeños, quienes para factibilizar su negocio necesiten cierto apoyo, pueden tomar la otra vía. En conclusión, el objetivo es dejar abiertas estas posibilidades y que sean las empresas minoristas quienes decidan', afirma Turpaud.

El ejecutivo agrega que 'es relevante que no se impida a las empresas mayoristas hacer la venta directa al consumidor final. Así lograríamos más alternativas de competencia. Sacar a actores del mercado no va a fomentar la competencia'.

—En ese sentido, ¿no se podría generar una distorsión en que aquellas empresas con economías a escala pueden operar en mejores condiciones en comparación con una minorista que actúa sola en el negocio?

'Lo que nosotros decimos es que si hay más alternativas en el mercado, cada uno va a optar por la que le genere los mayores beneficios. Eso repercutirá en el precio que se cobra al consumidor final, que será más barato. Eso ocurre hoy, pero si con esto damos más alternativas para que algunos distribuidores minoristas quisieran tener más posibilidades de operar libremente —que hoy las tienen— eso ayudará a que se genere una mayor competencia en la última milla'.
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LUIS MUSQUIZ LA FUENTE-