Los retrocesos en el marco del Plan Paso a Paso han abierto nuevamente el debate sobre la movilidad de las personas y sus restricciones.

Pero sobre todo, ponen alerta en torno a las medidas de precaución que las personas deben tomar en esa perspectiva, más considerando que el mes de marzo está a la vuelta de la esquina, sobre todo en vistas al inicio del año escolar.

En ese contexto, conversamos con Claudia Saavedra, microbióloga de la Universidad Andrés Bello y vocera de la Sociedad Chilena de Microbiología (Somich) frente a la importancia de la incorporación de tecnología y la toma de medidas más adecuadas, porque la variable Ómicron es altamente transmisible.

-¿Cuál es, a su juicio, la principal problemática en el actual momento de la pandemia y en la información que tienen las personas?

'Creo que los protocolos están pensados en distancias y no en el contagio que se da a través de los aerosoles, por el aire. Y cuando nos referimos a aerosoles, hablamos de partículas inferiores a cien micras de diámetro y que van a quedar suspendidas en el aire. Por eso sigue siendo tan relevante el uso de mascarilla en interiores, espacios cerrados o donde no hay ventilación. Sólo a través de la ventilación cruzada se pueden eliminar estas partículas'.

-Existe una interesante iniciativa relacionada con el uso de sensores, que se está realizando en un establecimiento de la Municipalidad de Renca.

¿Cuán efectiva puede ser?

'En efecto, la Municipalidad de Renca, junto con la Universidad Católica y la Universidad Andrés Bello se ha realizado un proyecto piloto en el que en las salas de clase se han instalado sensores de todo tipo, más sensores de CO2 en el aire, lo que es un medida indirecta con respecto al contagio.

Esto, porque si los niños están encerrados y el nivel de CO2 aumenta por sobre las 700 partes por un millón se considera que existen más probabilidades de contagio en comparación con el aire limpio.

En ese contexto, podemos señalar que este sensor es un indicativo de que, por ejemplo, se necesita ventilar la sala y los niños deben salir de ahí. Cabe destacar que en esta instancia participa la empresa NexClima, que le entregó estos equipos a la Municipalidad de Renca.

Esto nos permite, por ejemplo, estudiar y saber en qué condiciones se podría encontrar el aparato respiratorio de estos menores, de manera de saber si la calidad del aire está influenciando la calidad de los microorganismos al interior del cuerpo de los menores'.

-¿Cómo se puede, bajo ese prisma, considerar el efecto de una política en la que ha perseverado el Colegio de Profesores, donde insisten en no retornar a los establecimientos porque no estarían las condiciones? 'Me parece que esas declaraciones se adelantaron muchísimo a los hechos, porque mientras no haya un cambio de las autoridades políticas, lo que ocurrirá en marzo, la discusión puede ser un poco estéril.

En ese sentido, necesitamos que quienes asuman aquellos cargos analicen en forma adecuada lo que se puede hacer.

Ahora bien, es evidente que en el retorno a clases tanto de niños en edad escolar como en universitarios podrían tomarse medidas en cuanto al aforo y a los aerosoles, y por otro lado también considerar tomar medidas como el proyecto piloto que se está desarrollando en la Municipalidad de Renca, para así ir controlando la calidad del aire y de manera indirecta evitar el riesgo de infección.

Pero insisto, creo que esta es una discusión que se ha adelantado un poco porque no sabemos cuando habrá una disminución del peak de infectados. Por tanto, mientras eso no ocurra la verdad es que estamos en ascuas'.

-Se ha visto un alza sostenida de los contagios por Ómicron y no sabemos cuál será su tope.

¿Cómo se interpretan los mensajes de las autoridades precisamente en cuanto a la comunicación de riesgo? 'Si bien pareciera que la variante Ómicron es menos potente que la Delta, lo que se generó es un mensaje de riesgo que indujo a las personas a relajar las medidas de autocuidado.

Si bien esta nueva cepa quizás no es tan virulenta, pues una menor cantidad de personas requieren de las camas UCI o hay una menor mortalidad, esto se debe al importante volumen de personas que se encuentran vacunadas con dosis de refuerzo, que son cerca de 12 millones.

Pero somos cerca de 19 millones de habitantes, por lo tanto el margen sigue siendo importante, donde aquellos que están más débiles si puedan necesitar una hospitalización.

Tampoco olvidemos que en nuestro país hay enfermedades de base importantes como la obesidad, diabetes e hipertensión. Por esto es que insistimos que se debe seguir utilizando la mascarilla. No hay que considerar a la variante Ómicron como un simple resfriado, porque pueden haber secuelas'.

-¿Qué proyecciones se pueden realizar en cuanto a la pandemia y su relación con las personas y entornos? 'Nunca podemos olvidar que los virus respiratorios se transmiten a través del aire, y es una certeza precisa.

Por eso es trascendente que las nuevas autoridades políticas discutan sobre el número de casos y su relación con el aforo.

Si hay que volver a clases, también se tiene que considerar esa relación, ya que además hay muchos lugares de trabajo donde se debe tener en cuenta la ventilación, si se pueden abrir las ventanas o analizar la instalación de filtros de aire que permitan tener una buena calidad, trabajar sin problemas y no se tenga la necesidad de pedir licencias'.