Cada día más mujeres se abren camino para lograr la anhelada igualdad de género, especialmente en el ámbito empresarial. Muchas de ellas ya ocupan cargos de relevancia en diversas industrias y otras han comenzado a emprender en Chile, fenómeno que aumentó con la pandemia. No obstante, el país está al debe y queda un gran desafío por delante, ya que sigue existiendo una importante brecha en la materia.

Una de las razones que explican lo complejo que es para las mujeres entrar al mundo empresarial es el factor cultural. Así lo explican dos representantes del género que destacan dentro de la corporación G100, que reúne a empresarios y emprendedores para ayudar a quienes se inician en este camino. Natalia Espinoza, ingeniera civil industrial que hace más de 10 años fundó Papinotas, asegura que 'aún estamos en una sociedad donde, tanto para hombres como mujeres, es natural asumir que el liderazgo es masculino. Equilibrar este legado cultural machista es relevante para tener más ejemplos de mujeres empoderadas y todas ‘nos vayamos creyendo el cuento’. Si bien hemos avanzado, debemos seguir trabajando en los factores que desequilibran el desarrollo profesional de las mujeres, como equiparar el rol de la crianza de los hijos'.

En esa misma línea, Isabel Vial, Presidenta Ejecutiva de la Fundación Carlos Vial Espantoso comenta que 'es clave mejorar el acceso y la calidad de las salas de cuna, otorgar mayor flexibilidad y más permisos tanto a mujeres y hombres, para que indistintamente ambos ejerzan en forma responsable y equitativamente el cuidado de sus hijos y las labores domésticas. Durante la pandemia este tema fue visibilizado y muchas empresas implementaron prácticas que buscan incentivar la corresponsabilidad paternal e impulsar este cambio cultural que, si bien es lento, ya ha comenzado'.