Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2022-03-08
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   42-43
Sección:   Suplemento - Mujer e industria: Factor clave para el Desarrollo del país
Centimetraje:   18x47
El Diario Financiero
TRES MUJERES FUERTES DE LA ENERGÍA ANALIZAN LA INCLUSIÓN EN EL SECTOR
Pese a que se trata de una industria donde las mujeres continúan en un papel secundario, durante el último tiempo los gremios de la energía -y particularmente de áreas renovables- han comenzado a ser liderados por manos femeninas. Se trata de profesionales de larga carrera en este rubro, que ven con ojos críticos la lentitud con que el sector ha comenzado un necesario cambio cultural, que, consideran, será clave para los desafíos que tiene el país frente a la meta de descarbonizar la matriz y dar un salto a la sustentabilidad. Y coinciden: la oportunidad es ahora.
Energía femenina: es cosa de abrir los ojos

MARÍA PAZ DE LA CRUZ, GERENTA GENERAL DE H2 CHILE.

Este Día de la Mujer se da en un contexto propicio para hablar de una mayor incorporación femenina en el mundo de la energía, el cambio climático y la transición energética. Hace 10 años, prácticamente no había mujeres en cargos relevantes en política, empresas u organismos internacionales vinculados a estos temas, asunto que recién está empezando a cambiar.

De acuerdo con el ranking de Mujeres Empresarias, en Chile la participación femenina en directorios pasó de un 9% a un 17% y de un 13% a un 21% en los cargos gerenciales en 2020, consistente con reportes del Ministerio de la Mujer o la CMF que muestran cifras similares. Hasta 2019, la integración de la mujer en el área energética era limitada (apenas un 18% en gerencias), encontrándose predominantemente en las áreas administrativas.

¿Hay menos mujeres dispuestas a trabajar en energía o hidrógeno verde (H2V) en particular? Rotundamente, no. La evidencia dice que mientras más mujeres se sumen a la economía, más ganancias hay para el sistema. Cifras de Corfo muestran que por cada 100 mil mujeres que se suman al mercado laboral, el PIB puede incrementarse hasta en 0,65 puntos porcentuales. Pese a ello, persisten resistencias a ceder espacios y generar cambios culturales en sectores como el energético, donde la presencia de mujeres en directorios y gerencias es escasa.

El debate y la agenda política hoy hablan de generar espacios 'desde arriba', por ley, pero las empresas y las organizaciones podrían avanzar sin tener que ser empujadas por la obligatoriedad, más aún cuando el talento femenino en sectores emergentes como el H2V ofrece más oportunidades de integración. Es cosa de abrir los ojos, porque hemos estado acá desde hace mucho.

Transición energética con enfoque de género

ANA LÍA ROJAS, DIRECTORA EJECUTIVA DE ACERA.

¿Hay alguna relación entre la transición energética y las demandas de equidad de género? Claro que sí. Es una oportunidad única –al igual que la toma de decisiones y la implementación de soluciones energéticas sin emisiones y con respeto al medio ambiente y el territorio- en un sector históricamente masculino, para que las mujeres contribuyamos con nuevos enfoques y prismas de evaluación, lo que se requiere para la mega transformación del sector energético.

Frente a esto, los desafíos son varios. En primer lugar, equidad salarial. La brecha de remuneraciones sigue siendo la gran piedra de tope de los derechos laborales femeninos y un factor importante de discriminación. Segundo, acceso a las oportunidades de crecimiento y el derrumbe de los techos de cristal, la barrera invisible para avanzar en la carrera profesional hacia cargos de nivel gerencial. Tercero, el desarrollo de un perfil especializado en temáticas áridas que requieren formación y dedicación, lo que requiere de corresponsabilidad en el plano familiar y doméstico. Por último, la imperiosa necesidad de mayor participación en la creación de los negocios, cuando una innovación pasa de la etapa del laboratorio o diseño.

Muchas innovaciones y nuevas tecnologías clave para la transición energética han sido descubiertas por mujeres, pero ellas no participan de su escalamiento, porque no tienen acceso o desconocen el mundo financiero y de la creación de negocios.

Debemos trabajar el enfoque de género de la transición energética con una mirada integral desde las políticas públicas y los modelos de negocio privados.

Rol de la eficiencia energética y el poder femenino

MÓNICA GAZMURI, GERENTE ANESCO CHILE A.G.

Ni la Eficiencia Energética (EE) ni la mujer son invisibles. Como Asociación hicimos historia en 2011: fui la única mujer a cargo de un gremio de energía en Chile (contra viento y marea… a veces con un presupuesto límite). Hoy seguimos abriendo espacios para las mujeres en todas nuestras empresas y sus distintas áreas de trabajo, también a nivel interno en el directorio y el nuevo consejo asesor. Además, cooperamos con el sector al organizar la Feria Energía + Mujer cada año desde 2019.

Para la mujer no hay nada más natural que la eficiencia de los recursos. Tenemos una mirada integral (extendiendo presupuestos, velando por la descendencia, el entorno y la naturaleza), somos resilientes y las mejores promotoras de la EE; y podemos ayudar a enfrentar la megacrisis mundial del cambio climático y un mayor estrés del sistema energético derivado de la guerra en curso.

En la industria de la EE en Chile, la mujer representa solo el 15%. Si bien esto puede ser asociado a las carreras tradicionalmente para hombres, o a la falta de información al respecto, también el mercado laboral era más rígido. Hoy no pueden abstraerse, ni marginarse. La mujer probó que sí hay opción para el teletrabajo, trabajo por objetivos, part time y compatibilizar las tareas familiares, sin dejar de ser profesional y productiva. El desafío está también en el otro 50% de la población y su aporte al hogar y crianza de los hijos, para que ambas partes puedan lograr su pleno desarrollo.

La EE sí se ve y se siente: en la calidad de vida, cuando bajan las cuentas, moderniza una industria, reduce la contaminación local, bajan los costos operacionales, hacemos más con menos. El escenario actual requerirá de mucho más poder femenino. ¡Bienvenidas todas!
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POR CLAUDIA MARÍN-