No faltó detalle en la organización de la ceremonia del cambio de mando presidencial y como suele suceder en estos tiempos de pandemia, se incorporaron todos los resguardos necesarios, como los aforos y tecnología de punta para evitar contagios.

Se trata de un semáforo de tres tiempos que mide la calidad de ventilación de un recinto cerrado. Ese es el objetivo del monitor de la empresa chilena Nexclima que se instaló en las dependencias del Congreso Nacional. Los colores verde, amarillo y rojo indican cómo está la calidad del aire y los niveles de concentración de CO2 en establecimientos cerrados.

'Cuando no hay niveles saludables de ventilación en un lugar, según lo establecido por la OMS, el semáforo enciende las alertas. Lo seguro para las personas es una medición de CO2 menor a 700 ppm (partes por millón). Sobre los 1.000, el semáforo se pone rojo y es necesario ventilar. En el caso del Congreso Nacional, si la calidad del aire estuviera deficiente se activan los equipos de ventilación forzada con que disponen. Sobre 700 ppm significa que hay mayor probabilidad de respirar el aire que exhaló otra persona, y, por ende, de contagiarse de Covid-19', explica el gerente general de Nexclima, Walterio Osorio.

En Chile ya hay varios establecimientos que han comenzado a incorporar estos sensores de CO2 como la Convención Constituyente, salas de clase de varios colegios, oficinas, hoteles, entre otros, con muy buenos resultados, lo que se ha transformado en un gran incentivo para volver a la presencialidad.

La ventilación junto al uso de la mascarilla, está incorporada en el Plan Paso a Paso, y se transforma en una herramienta de salud pública en el combate de la pandemia.