Pais:   Chile
Región:   Valparaíso
Fecha:   2022-04-20
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   8
Sección:   Opinión - Columna
Centimetraje:   13x16
El Mercurio de Valparaíso
Fin del Senado y destrucción de la República
La determinación de la Convención de terminar con el Senado y sus 200 años de existencia, para dar lugar a una Cámara de las Regiones, es un golpe ala democracia, porque con esta propuesta, que estará en el bon-ador de la nueva Constitución, estamos asistiendo a un proceso destructivo de la República y de su institucionalidad. Como senador, pero sobre todo corno ciudadano, puedo decir que lo que le da estabilidad y coherencia legislativa al quehacer del Congreso en su conjunto es justamente el Senado. Ha quedado demostrado en muchas ocasiones que, más allá de las legítimas pasiones ideológicas que tienen lugar en la Cámara de Diputados, el Senado debate, pondera y procura hacer converger hacia una discusión en la que prime el bien superior de todos los chilenos y, por ende, por el conjunto de la nación.

Eso es, en definitiva, lo que se está perdiendo con la eliminación del Senado, que en este nuevo escenario queda como un mero adorno en el nuevo orden institucional que está diseñando la Convención Constitucional. Sin embargo, la artimaña que devela este nuevo diseño de Congreso queda al descubierto, porque si bien se mantiene el sistema bicameral en la forma, no es más que un unicameralismo disfrazado.

De la propuesta que se ha hecho se extrae a simple vista que las principales facultades legislativas las concentra la Cámara de Diputados, relegando las labores de la Cámara Regional a un plano muy secundario, sin injerencia en los temas país, como son las leyes nacionales y las reformas constitucionales. Al eliminarse el Senado, las regiones van a perder todo su poder para influir en leyes tan relevantes como son las relacionadas con seguridad, inmigración, pensiones, salud, empleo y educación, que tienen que ver con las prioridades y urgencias de las personas.

No olvidemos que hoy, por primera vez, el Senado tiene 50 miembros, de los cuales solo cinco son de Santiago y el 90% restante de regiones. Por lo tanto, con esta medida de la Convención, el poder se va a concentraren Santiago y será absoluto, relegando a las regiones a ser insignificantes políticamente. Afortunadamente, la Convención aún tiene tiempo a su favor para enmendar el camino que ha tomado. Sin lugar a dudas, Chile necesita cambios, pero estos no pueden hacerse con trazas de revanchismo. Los cambios se tienen que implementar sin rabias, sin resentimientos y con sensatez. No hay que perder de vista lo dicho por un prócer de la independencia: "Aún tenemos patria, ciudadanos". Mientras la seguimos teniendo, podemos dialogar y aunar criterios para que no hagamos desaparecer esta patria que hemos construido durante más de dos siglos.

Recuadro
"La Convención aún tiene tiempo a su favor para enmendar el camino que ha tomado. Sin lugar a dudas, Chile necesita cambios, pero estos no pueden hacerse con trazas de revanchismo".
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Kenneth Pugh Olavarría Senador de la República-