Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2022-05-02
Tipo:   Internet
Sección:   Economia
URL:   Link
Autor:   Víctor Hugo Durán
Ex-ante.cl

Estudio estima en $580 mil millones anuales el costo para el Fisco de eliminar las Isapres
La Comisión de Derechos Fundamentales de la Convención se apresta para votar hoy un nuevo articulado que dejaría fuera dos de los principales temores de las clínicas: que se excluya a prestadores con “fines de lucro” y se elimine la existencia de los llamados “seguros de segundo piso” o “complementarios”.
Por qué es importante: De acuerdo al estudio “Costo Financiero Modificación del Sistema Mixto de Salud”, elaborado por el Movimiento Ciudadano Salud Libre, la propuesta hecha por la Convención, no sólo tendrá más costos para el Fisco, sino que será “derechamente regresiva”, dicen.
“Las cotizaciones obligatorias de los actuales cotizantes de Isapre no son suficientes para financiar las prestaciones que incluye el paquete actual de prestaciones de Fonasa. Su inclusión en un Fondo Único generaría un costo adicional para el fisco de 584.000 millones de pesos anuales”, señala el informe. Este costo extra para el Estado se genera a partir de dos problemas: los cotizantes de Isapre sólo aportarán con $2,3 billones de pesos anuales equivalentes a su 7% obligatorio. Hoy los cotizantes aportan a las Isapre $3,3 billones, considerando casi $900 mil millones de cotización adicional voluntaria, monto que permite mejorar las coberturas de los planes. Estos $900 mil millones, por ser aportes voluntarios, no irán al sistema único. “Cabe destacar que, en el caso de unificar los sistemas de salud, sólo es posible disponer de la cotización obligatoria, es decir los 2.346.000 millones, ya que los otros recursos son de libre disposición de los cotizantes”, indica el estudio. Un segundo factor que originará deuda, según la organización ciudadana, es el gasto en licencias médicas. Fonasa, indica el estudio, rechaza 15,3% de estos permisos, mientras que las Isapre un 27,3%. Esta brecha implicaría mayor gasto para el Fondo, estimado en $207 mil millones. Además, se estima que prácticamente la mitad de las cotizaciones se destina al pago de permisos de salud. Victoria Beaumont señala que, tal como está planteado, el nuevo sistema que propone la convención implicará afectar a pacientes crónicos, adultos mayores y beneficiarios del GES. “Esta es una propuesta a todas luces regresiva, porque la gente de Isapre no sólo no financiará con su 7% al sistema público, sino que, por el contrario, terminará recibiendo un aporte desde el Fisco por estar en este sistema”.
Clínicas e Isapres a la espera de votación: Entre los dos principales actores del mundo privado de la salud hay dos palabras que resumen su estado anímico: preocupación e incertidumbre. Estos son los principales nudos que hoy inquietan a estos sectores que estarán atentos a los próximos debates en la Convención, que debería despachar entre martes y miércoles el artículo.
Qué piensan las clínicas: Tienen claro que eliminar las Isapre afectará a los prestadores privados de salud. Sin embargo, hoy el 52% de quienes se atienden en clínicas y centros médicos privados son beneficiarios de Fonasa. La estimación que se hacía en este sector es que, en un mediano plazo (no más allá de 5 años), el 60 a 65% de sus beneficiarios serían de Fonasa.
La gradualidad y la temporalidad para desarrollar el proceso de traspaso a un plan universal de salud. Si bien no hay una estimación en detalle se estima que este proceso no debería estar listo antes de 3 a 4 años. Las listas de espera y postergaciones causadas por la pandemia aun pesan. Más de 600 mil pacientes esperan por una cirugía debido a la pandemia, contingencia en que las clínicas privadas aportaron con 40% de las camas. Si bien se devolvió a comisión la posibilidad de limitar los convenios de privados con el fondo universal solo a aquellos prestadores que “no tienen fines de lucro”, entre las clínicas esperan que esta idea quede finalmente desechada este martes. El otro artículo que les complica es el referido a la eliminación de los llamados seguros “de segundo piso” o complementarios. Una fuente del mundo prestador sostiene que “es tan mala la idea que, por ejemplo, un seguro colectivo que tiene un sindicato o una empresa, con esta normativa quedaría eliminado, perjudicando a todos esos trabajadores”.
Qué piensan las Isapre: Para las aseguradoras privadas, el panorama es peor. Dan absolutamente por perdida la batalla y asumen que sí o sí el fin de estas empresas es inminente. Por eso, por ahora solo esperan el desenlace que pudiera tener la votación en el pleno, aunque dan por sentado que el modelo de seguros privados de salud está próximo a extinguirse.
Dos son los puntos clave para las Isapre. El más relevante, definir la gradualidad del proceso. Fuentes de este sector, plantean que más que definir un número fijo de años, se deben fijar condiciones estrictas para que se eliminen las Isapre una vez que el nuevo sistema esté operativo y se defina un marco de acción que asegure a las personas y el fondo que no se producirá un efecto como el de la puesta en marcha del Transantiago y su caos de los primeros meses. Un segundo foco está dado por la posible limitación de actores como los seguros privados. Evitar la competencia eliminando los seguros, señalan, tendrá un impacto negativo en las coberturas de las personas y dejará fuera a grupos cautivos.