Si la construcción modular posee ventajas innumerables frente a la construcción tradicional y Chile ha experimentado además avances significativos en edificaciones de baja altura, edificaciones de uso industrial, campamentos mineros y viviendas unifamiliares, ¿por qué este sistema no se ha masificado? Esta es hoy una pregunta válida considerando también el gran déficit habitacional que posee nuestro país.

Marcos Brito, gerente de Construye2025 y director del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), asegura que en Chile tenemos un camino por recorrer en este sentido. 'Aún falta contar con mayor confianza de los inversionistas y experiencia de las constructoras para manejar este tipo de sistemas constructivos en ciudades, pero prontamente comenzaremos a verlos con frecuencia'.

Para Katherine Martínez, directora del Consejo de CCI y subgerenta de Desarrollo en la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), uno de los grandes desafíos es que se requiere de un cambio en la forma de abordar los proyectos, que implica coordinación e integración temprana, considerando la industrialización desde el diseño de los proyectos, donde hay un rol fundamental de la arquitectura e ingeniería en la toma de decisiones.

'Esto implica metodologías de trabajo distintas, buscando el diseño integrado y colaborativo. El objetivo es encontrar las mejores soluciones constructivas disponibles, que permitan un desempeño altamente eficiente de los proyectos, y para ello la integración temprana de la cadena de suministros es fundamental. Hemos visto entre los socios del CCI a empresas que trabajan de forma colaborativa para integrar en etapas tempranas del diseño las soluciones que se utilizarán en la etapa de construcción. Esto cambia la relación tradicional que existía de constructora a proveedor, por una relación de partners estratégicos', agrega.

Considerando que en Chile existe un alto sentido de responsabilidad y respeto por las normativas, sobre todo por ser uno de los países con mayor sismicidad del mundo, Paula Silva, directora del CCI y socia fundadora de Spine Ingeniería, destaca que una de las barreras relevantes es contar con una normativa que aborde la construcción modular como una alternativa a construcción in situ, 'que sea desarrollada con base en un amplio conocimiento de los principales sistemas constructivos, para lo cual es necesario contar con un financiamiento que así lo permita'.

Al respecto, Milton Vicentelo, vicepresidente del Consejo de CCI y director de Operaciones Internacionales de René Lagos Engineers, señala que es muy importante que la normativa vigente incorpore mayor desarrollo respecto de este tipo de construcción, fomentando la investigación nacional y adquiriendo prácticas y resultados de investigaciones de países desarrollados que tengan condiciones similares de amenaza sísmica que Chile.

Buena alternativa

El alto costo de los materiales, las elevadas tasas de interés, junto con un déficit habitacional en torno a las 700.000 viviendas, están empujando al rubro a buscar alternativas que permitan un mayor control sobre los costos del proyecto y su tiempo de desarrollo, y donde la construcción modular se alza como una gran opción. De hecho, según el estudio de Matrix Consulting, su uso logra disminuir plazos de ejecución en un 66% de los proyectos y costos en un 65% de ellos.

Paula Silva sostiene que las soluciones modulares representan una alternativa, al permitir resolver en etapas tempranas la coordinación del diseño y su planificación constructiva. 'Adicionalmente, existe actualmente el apoyo del Estado, al menos verbal, de incorporar la industrialización en la construcción, lo cual como CCI debemos buscar que se materialice en un apoyo real para su impulso y masificación'.

Para Marcos Brito, mientras aumentan las complejidades de entorno, la construcción modular tiende a incrementar o al menos se vuelve más rentable. 'Por ejemplo, en grandes urbes, donde los permisos son caros y las restricciones de intervención, de ruido, camiones, polución, etc., son altamente restrictivas, recurrir a soluciones modulares en muchos casos resulta ser la única alternativa'.

Por último, Tatiana Martínez, presidenta del CCI, indica que aunque estamos saliendo de una crisis sanitaria que ha golpeado a las constructoras, estas están buscando soluciones que permitan mejorar su productividad y sus costos. 'Para los especialistas en sistemas constructivos modulares, prefabricados y proveedores será un año desafiante para ayudarlos a tomar decisiones ágiles, además de generar mayor certeza y confianza en estas soluciones'.