Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2022-05-29
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   A10
Sección:   Educación
Centimetraje:   32x26

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- 'Sabemos que la pandemia impactó fuertemente al sistema educativo, dentro del cual las escuelas rurales fueron fuertemente afectadas. Sin embargo, este impacto fue mitigado gracias al profesionalismo y compromiso de los y las docentes', dice Daniela Eroles, del Mineduc. En la imagen, los alrededores de la Escuela Rural Hueque de Chaitén.
El Mercurio
Durante 2020, uno de cada tres de sus profesores no pudo hacer clases presenciales ni online:
Avances y desafíos de las escuelas rurales, entre las más golpeadas en pandemia
La educación rural suele ser un ejemplo de innovación educativa, dicen los especialistas. Pero para seguir potenciando su labor, es necesario tomar en cuenta ciertas carencias, como las conexiones a internet, la capacitación docente o la falta de conectividad vial.
En medio de la pandemia y mientras duró la cuarentena que la mantuvo alejada de sus estudiantes, Cecilia Montecinos se las ingenió para seguir educando a distancia. Como la conexión de internet de los niños de la Escuela Rural Hueque, en la comuna de Chaitén (Región de Los Lagos) es mala, las clases virtuales no fueron opción: la profesora se inclinó por comunicarse con sus apoderados a través de WhatsApp y desde ahí comentarles acerca de las distintas actividades que debían hacer sus hijos.

'Creamos el proyecto de un detective que planteaba casos; se mandaban videos con desafíos que involucraban lenguaje, matemáticas, ciencia. Era un detective de la zona y les pedía ayuda', comenta la profesora de este establecimiento multigrado, que en un mismo curso recibe a escolares de 1° a 6° básico.

Esta idea de investigar en base al territorio luego derivó en un proyecto sobre monitoreo de animales migratorios de la costa de Chaitén.

'Nos dijeron que los niños no podían salir de las casas. Pero aquí el patio de las casas son las playas, el bosque, los campos. Eso lo aprovechamos', explica Montecinos.

La educación rural 'es un ejemplo de innovación educativa. Ahí ocurren estrategias didácticas dignas de imitar en cualquier tipo de establecimiento. El fenómeno multigrado, donde niños y niñas de diferentes edades comparten aula, el vínculo con la comunidad, la relación identitaria con la cultura, el patrimonio, las costumbres, la relación familia-escuela, el rol del docente, el aprendizaje experiencial, son algunos de los ejemplos de que la educación rural es justamente hacia donde se piensa el nuevo paradigma educativo', indica Gonzalo Plaza, director ejecutivo de Fundación 99.

Previo a la llegada del covid-19, la OCDE lanzó un informe que justamente destacaba el nexo entre escuela, familia y comunidad como una de las grandes ventajas de la educación rural a nivel global.

El problema —continúa Plaza— es que a pesar de estos beneficios, su percepción es que a nivel país, este tipo de educación 'ha estado postergada históricamente en nuestro sistema educativo'.

En Chile hay más de 3.800 establecimientos rurales, los que corresponden a cerca del 30% del total de colegios en el país, según datos entregados por el Mineduc (ver cifras).

La información recopilada por Fundación 99 indica que durante 2020, 34% de estas escuelas no lograron tener clases ni presenciales ni online. 'Datos preliminares para 2021 nos muestran que esa cifra se mantuvo y en particular, que solo el 45% de los profesores y profesoras de escuelas rurales pudo realizar clases presenciales más de cinco meses en el año', comenta Plaza.

'La pandemia puso en evidencia la deleznable situación de aislamiento y precariedad que vive la población rural del país. En relación a la educación, la falta de conectividad, la carencia de dispositivos tecnológicos y la falta de recursos educativos específicos a los contextos rurales hizo la tarea educativa prácticamente imposible', dice Rosita Puga, directora académica de la Fundación EducAraucanía.

Puga especifica que solo uno de cada 10 estudiantes rurales 'tiene buena conexión a internet'.

Dónde poner el foco

Bajo la mirada de ambos especialistas, para seguir avanzando es clave prestar atención a esta falta de conectividad, así como preocuparse más de la formación docente.

'Sabemos que ocho de cada 10 docentes del mundo rural no ha recibido nunca formación inicial ni continua en temas específicos de ruralidad. Esto es una muestra de que la gran mayoría de los y las docentes realizan su labor con un esfuerzo mayor y muchas veces de forma autodidacta', dice Gonzalo Plaza.

Así como se hace necesario poner foco en la conectividad digital, Puga también advierte sobre la necesidad de no dejar de lado la conectividad vial. En ese sentido, 'es esencial que exista un subsidio de transporte que permita el traslado de alumnos desde un radio más amplio, pudiendo conformar una sala cuna, jardín infantil y escuela completa de grados diferenciados, que sea autosustentable y que permita a los alumnos vivenciar mejores interacciones sociales y programas curriculares y extracurriculares de mayor complejidad y calidad', según sugiere.

El Mineduc cuenta con un programa especial de educación rural, parte de su División de Educación General. A través de este, en el último tiempo se han hecho acciones como una reelaboración de los módulos de Lenguaje y Comunicación y Matemática, además de un acompañamiento a docentes de 16 microcentros (que reúnen a varios establecimientos, fomentando la reflexión pedagógica entre ellos).

Dentro de su Política de Reactivación Educativa Integral, también se contemplan más capacitaciones en línea y llevar a cabo el Plan 'Conectividad para la Educación 2030', iniciativa que comienza a implementarse este año bajo la idea de conectar a 2.087 establecimientos rurales del país. Considerando que otros ya pasaron por este proceso, se espera llegar a 2.589 escuelas rurales con conectividad a internet.

'Como Ministerio de Educación estamos trabajando para fortalecer el rol de profesores y profesoras, con énfasis especial en que la educación rural se incorpore a más programas de formación inicial docente y que haya mayor oferta de educación continua. También tenemos que fortalecer los microcentros, que son espacios de trabajo técnico-pedagógico que reúnen a varios establecimientos rurales multigrado, y relevar el rol de líder que tiene el docente encargado de cada uno de ellos', indica Daniela Eroles, jefa de la División de Educación General.

Recuadro
- "La educación rural, al estar en contacto con la naturaleza, entrega la posibilidad de poder incorporar todo lo que está a su alrededor a la enseñanza. Esto nos permite lograr un aprendizaje significativo en las y los niños; podemos estudiar en el contexto'. Noelía García, única profesora de la Escuela Rural Curahue, en Castro, Chiloé.

- "La escuela rural es una que realmente está al servicio de los niños, de los que más lo necesitan. Porque generalmente cuando uno sale de la universidad (como docente) todos pretenden irse a una ciudad grande (...). Estar aquí es vocación'. Ana Soto, profesora de la Escuela Pública Porma, en Teodoro Schmidt.

- 3.853 establecimientos rurales existen hoy en el país, los que corresponden a cerca del 30% del total de colegios. En ellos hay casi 300 mil estudiantes matriculados.

- 64% de estas escuelas tienen solo 50 estudiantes o menos. A nivel nacional, 63 establecimientos rurales tienen solo un alumno matriculado.

- 52% está en zonas aisladas, con pocos habitantes y son establecimientos multigrado, sumando 1.883 en total. Además, hay 403 establecimientos con un único profesor.

- 31 puntos menos promedian, a nivel global, en la prueba PISA de Ciencias las escuelas rurales, según datos de 2019. Rosita Puga, de EducAraucanía, recuerda que en pandemia las brechas educativas se profundizaron aún más.
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Margherita Cordano-