Hace unos días atrás, el presidente de la República, Gabriel Boric, anunció un reajuste al sueldo mínimo a contar del 1 de agosto del presente, año. Y si bien se percibe una buena intención del mandatario, en lo personal creo que debiera ir acompañada de políticas económicas destinadas a entregar más herramientas a los sectores que han sido más perjudicados durante estos dos años de pandemia.

Por supuesto que pensamos primero en las pymes, en lo que se refiere a políticas públicas que apoyen el emprendimiento y la sustentabilidad de esos negocios, pero también se necesita ir en ayuda urgente al mundo rural, donde encontramos miles de compatriotas desarrollando sus labores en condiciones precarias, donde la agricultura está en un estado agónico, y con pocas posibilidades de lograr salir de ese escollo ante la falta de maximizar la voluntad del Estado por querer extenderle una mano amiga.

La sequía se está empezando a percibir en nuestra región, sumado a la crisis económica global, hace necesario adoptar medidas concretas que lleve nuevamente al mundo del campo a volver a ser el motor generador de empuje económico y del empleo en Los Ríos.

Nuestra región, tiene doce comunas, y la gran mayoría ostentan un fuerte arraigo rural, donde también encontramos a muchos jóvenes que deben migrar en busca de nuevas oportunidades, trayendo como consecuencia un desajuste armónico de cómo la población activa debiera estar distribuida difusamente y no sólo concentrada en las capitales provinciales.

Por lo mismo, es mi calidad de diputado de la República y de la Comisión de Hacienda, me la jugaré para aumentar el presupuesto destinado al mundo rural y a que instituciones como INDAP para que pueda brindar un mejor acompañamiento a la gente del campo.

Hoy se hace necesario diversificar el trabajo agrícola y ganadero, pero, para eso, el Estado tiene la misión de capacitar a los trabajadores y a los dueños de los predios en el sector rural, con el objetivo de mejorar el uso del suelo y darle mayor eficiencia a la productividad del campo. Por otro lado, se hace necesario, explorar e introducir modelos exitosos de experiencias nacionales e internacionales, incorporando nuevas temáticas, y herramientas tecnológicas, y a su vez inyectar recursos frescos, que vayan en la dirección de levantar este sector productivo del país que hasta ahora sigue siendo postergado.