'¿Por qué una empresa elige instalarse en una ciudad y no en otra?', se pregunta retóricamente Fernando de Pablo, director de la Oficina Digital del Ayuntamiento de Madrid. Y enumera algunos factores —calidad de vida, facilidad para invertir, disponibilidad de capital humano…—, pero enfatiza en uno: infraestructura digital.

'Debemos contar con capacidad de procesamiento de datos, potenciar la ciberseguridad y contar con capacidad tecnológica, esa es la base', subraya. Y la ciudad está trabajando con celeridad para posicionarse como líder europeo en esas dimensiones. Esto incluye desde una estrategia para digitalizar los trámites públicos, con la meta de aumentar del 20% de trámites electrónicos que se hacían en Madrid antes de la pandemia al 80%, hasta medidas enfocadas en atraer data centers e instalaciones de servidores.

'Hace 10 años nadie se preocupaba de dónde estaba la nube. Ahora es crítico tenerla cerca', enfatiza De Pablo. Por eso han activado reuniones con las empresas y relajado normativas, como la que exige una cantidad de estacionamientos si un edificio excede cierto tamaño, algo que no tiene tanto sentido en el caso de las intalaciones de este tipo. 'Tratamos de dar todas las facilidades para que se instalen acá y ya el año pasado fuimos la ciudad que más creció en Europa en almacenamiento de datos', asevera.

No es lo único. La ciudad se ofrece como un laboratorio para los desarrolladores que quieran probar soluciones en ella, como constató la misión InnoVamos, organizada por la Cámara de Comercio Española en Chile. 'Acá tenemos todo: infraestructura, densidad poblacional y servicios. Y queremos colaboración público-privada para que Madrid esté a la vanguardia en materia de innovación. ¿Necesitas probar una innovación en movilidad o un nuevo asfalto? Acá te prestamos una calle para probar', dice Carlos Díaz-Pache, viceconsejero de Transportes e Infraestructura de la Comunidad de Madrid.

Y los emprendimientos están respondiendo a este impulso, de la mano de varias iniciativas. Una de ellas es Madrid Innovation Driven Ecosystem (Mide), una organización sin fines de lucro empeñada en hacer de punto focal de los actores claves del ecosistema (startups, universidades, empresas, inversionistas y el gobierno), de modo de generar iniciativas que los conecten. Usa una metodología del MIT en que participan esos cinco actores.

'Tenemos tres años y hemos construido muchísimas cosas. Nos financiamos con un tercio de aportes privados, un tercio de aporte público y un tercio con nuestra propia capacidad de ofrecer servicios. Y actuamos en tres ejes: difusión de Madrid como ciudad atractiva para los emprendedores, escucha activa de lo que necesita el ecosistema e interconexión a través de eventos con focos temáticos claves para Madrid (el año pasado fueron fintech, insurtech, foodtech), sesiones de matchmaking e inciativas de conexión con otros ecosistemas, en especial como América Latina, ya que Madrid es para las startups latinas la puerta de entrada para Europa', señala María Clara Dias, product manager de Mide.

Otra iniciativa novedosa es TheCUBE, empresa surgida hace cuatro años y que se define a sí misma como un ecosistema de innovación. En la práctica, su objetivo es unir a startups o emprendedores (a los que les ayudan a formar su empresa) con las demandas de innovación de grandes corporaciones. 'Nos enfocamos en innovación radical; si bien tenemos proyectos de innovación soft, es decir, aquellas que te hacen crecer 10%, nuestra prioridad son los proyectos que se hacen multiplicarte por 10 veces, saltos exponenciales con proyectos disruptivos que usen la tecnología', explica su cofundadora, Fabiola Pérez Ramos.

Su trabajo tiene tres dimensiones: ayudar a las empresas grandes a buscar startups que respondan a sus desafíos de forma adecuada (tienen mapeados 5 mil emprendimientos en todo el mundo), apoyar a las compañías a llevar a cabo sus propios proyectos de innovación y asesorarlos para fundar startups y scale-ups (a veces incluso TheCUBE cofunda y cofinancia). 'Vamos desde un apoyo suave hasta proyectos más ambiciosos que suelen terminar con que las grandes compañías absorben la startup que les ayudamos a generar; y lo hacemos bastante rápido', dice Pérez Ramos.

'Madrid cada vez cuenta con más atractivos para atraer proyectos de innovación y ser el punto desde el cual crecer a otros países de Europa', afirma Ángeles Osorio, directora ejecutiva de la Fundación Chile España. Y los hechos parecen darle la razón: de los nueve unicornios españoles, cuatro tienen sede en esta ciudad.