Alrededor del 20% de la población adulta chilena padece de la condición de hígado graso. Esta enfermedad silenciosa suele aparecer y avisar muy tarde, en muchos casos incluso cuando se está en vía de desarrollar una cirrosis y afectar el órgano severamente.
El hígado graso no alcohólico es una enfermedad que reúne una variedad de afecciones hepáticas en personas que consumen poco o nada de alcohol, según cita MayoClinic.
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Este padecimiento es la forma más común de enfermedad crónica del hígado y se trata del exceso de la grasa almacenada en las células hepáticas. Solo en Estados Unidos afecta a un cuarto de la población.
Otras afecciones
Según Guillermo Silva, gastroenterólogo y hepatólogo de Clínica Las Condes, esta alteración en el hígado puede derivar del avance de la edad y de dietas altas en grasa, azúcares y carbohidratos.
También están relacionadas al hígado graso la obesidad y la resistencia a la insulina, debido a fenómenos inflamatorios que circulan por medio de la sangre y cuya afectación va directa al órgano.
Silva explica que en el proceso puede pasarse a una etapa evolutiva de la condición, denominada esteatohepatitis y con los años desarrollarse en algunos casos cirrosis y cáncer hepático.
Alerta ante los síntomas del hígado graso
“El hígado suele no dar síntomas, sino hasta estados avanzados de la enfermedad; por ello, una vez detectado el hígado graso debe ser seguido por el hepatólogo”, señala el experto. La forma del diagnóstico es mediante pruebas hepáticas de laboratorio y ecotomografía.
Generalmente, los síntomas principales que se pueden manifestar por hígado graso son fatiga, así como dolor en la parte superior derecha del abdomen o manifestación de cansancio.
Cuando ya se encuentra en un estado avanzado (cirrosis), la Clinica Mayo advierte que el paciente puede presentar:
Hinchazón abdominal Vasos sanguíneos agrandados debajo de la superficie de la piel Bazo agrandado Palmas rojas Color amarillento en la piel y en los ojos
Se debe estar atento en perder peso, si hay obesidad, y mantener una dieta saludable, pues cuando un hígado está afectado incrementan los riesgos de infarto, trombosis cerebral o enfermedades cardiovasculares.
Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas. Pregúntele siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.