Pais: Chile
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Región: Metropolitana de Santiago
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Fecha: 2022-07-15
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Tipo: Prensa Escrita
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Página(s): 15R
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Sección: Sociedad
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Centimetraje: 30x24
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Siete de cada diez personas lo padecen
Cómo enfrentar el difícil síndrome de la impostora en el mundo laboral
'Lo padecen principalmente mujeres que están en su primera etapa laboral, desde los 25 y puede llegar a los 40 años', dice la sicóloga Bárbara Silva, y añade que esto ocurre 'por transiciones laborales, por autoexigencias, por sesgos inconscientes, por estereotipos de género o por rigideces autoimpuestas'.
La irrupción femenina en el mundo laboral, en que llegan a cargos que antes estaban destinados solo para hombres, tiene una arista poco abordada: en muchos casos ellas sienten que no se lo merecen, que lo obtuvieron por suerte y que no están a la altura de la responsabilidad.
Esa sensación tiene un nombre: el síndrome de la impostora. Este fenómeno sicológico en que los logros personales son minimizados y atribuidos a factores externos o inmerecidos, provoca que las personas sientan que su vida laboral sea algo tedioso, ajeno. Para dar herramientas a mujeres profesionales, la sicóloga Bárbara Silva, fundadora de Her Global Impact, academia dedicada a la formación de mujeres que quieren reinventarse en tecnología, emprendimiento e innovación.
'Cuando yo tenía 15 años mi papá tuvo una enfermedad grave y yo tuve que trabajar de todo un poco para pagar mis estudios y comencé a desarrollar, de alguna forma, mi espíritu emprendedor y también aprender habilidades sociales para lograr las cosas que quería', confiesa Silva. Con el tiempo fue la primera mujer chilena que ingresó a Singularity en Silicon Valley.
Inseguridades a full
Silva dice que la mayoría de quienes asisten a las clases son mujeres profesionales y posgrados, pero 'muchas de ellas tienen inseguridades asociadas a lo laboral, de autosabotaje y que sienten que no están a la altura de las circunstancias; eso que se conoce como síndrome de la impostora (o del impostor).
Este síndrome lo sufren siete de cada diez personas y lo padecen principalmente mujeres que están en su primera etapa laboral, desde los 25 y puede llegar a los 40 años'. Añade que esto ocurre 'por transiciones laborales, por autoexigencias, por sesgos inconscientes, por estereotipos de género o por rigideces autoimpuestas'.
Celebre sus triunfos
Lo que Bárbara Silva más valora para combatir el síndrome es 'ganar autoconfianza profesional', destaca. 'El proceso de aprendizaje de la mujer es mucho más colaborativo, de conversación'. Además de las herramientas digitales combinadas con la sicología, 'ellas aprenden a compartir sus sensaciones'. Por eso, dice la experta, uno de los mecanismos para combatir al síndrome de la impostora, 'es asumir los logros, celebrar los triunfos, aprender de la falla, calibrar las expectativas. Aprender a pedir ayuda, porque no lo podemos a hacer todo.
Otra cosa: visualizar el éxito, tratarse con cariño, crear un relato y trabajar la narrativa personal', menciona. La sicóloga agrega que tiene becas de innovación para mujeres profesionales donde hablan este tipo de problemas y están abiertas hasta el 31 de julio (puede postular en su sitio web https://bit.ly/3O6Eea0).
Pida feedback
'Toda fantasía del síndrome de la impostora es capaz de irse en la medida que reconocemos, con certeza, de qué somos capaces. Y darse cuenta que todos nuestros logros se deben a nosotros mismos y no a otras cosas', señala Manuel Araya, sicólogo de Psyalive. 'Por otro lado, una buena práctica a nivel laboral es, en la medida de lo posible, solicitar feedback constante sin que este se corresponda a lo normativo (por ejemplo, ante una evaluación de desempeño).
Un feedback de seguimiento o de mitad de camino nunca está de más y no solo por parte de nuestras jefaturas sino de nuestros compañeros de trabajo. No deberíamos tener miedo a consultar cómo nos ven, cómo creen que nos desempeñamos o en qué deberíamos mejorar, pues, a ciencia cierta, esto nos aportará elementos externos, reflexivos y racionales en torno a quienes somos de verdad', recomienda el sicólogo.
Estereotipos de género
La neurosicóloga Loreto Olavarría, de Clínica Las Condes, menciona la connotación de la mujer en el mundo laboral. 'Hay variables de género. Las mujeres recién en el último tiempo ingresamos al mundo laboral de manera más masiva, eso significa que hemos tenido que aprender a compatibilizar distintos roles de manera muy rápida.
Cumplir diferentes roles en la mujer, en particular, está muy presente y eso redunda en que se considere que no se es lo suficientemente buena, porque tenemos muchas exigencias en distintos ámbitos de la vida. La neurosicóloga hace una última reflexión: 'El logro no es algo privado, es algo público y eso muchas veces hace que nos pongamos una vara muy alta'.
Nex Prensa Escrita
Siete de cada diez personas lo padecen
Cómo enfrentar el difícil síndrome de la impostora en el mundo laboral
'Lo padecen principalmente mujeres que están en su primera etapa laboral, desde los 25 y puede llegar a los 40 años', dice la sicóloga Bárbara Silva, y añade que esto ocurre 'por transiciones laborales, por autoexigencias, por sesgos inconscientes, por estereotipos de género o por rigideces autoimpuestas'.
La irrupción femenina en el mundo laboral, en que llegan a cargos que antes estaban destinados solo para hombres, tiene una arista poco abordada: en muchos casos ellas sienten que no se lo merecen, que lo obtuvieron por suerte y que no están a la altura de la responsabilidad.
Esa sensación tiene un nombre: el síndrome de la impostora. Este fenómeno sicológico en que los logros personales son minimizados y atribuidos a factores externos o inmerecidos, provoca que las personas sientan que su vida laboral sea algo tedioso, ajeno. Para dar herramientas a mujeres profesionales, la sicóloga Bárbara Silva, fundadora de Her Global Impact, academia dedicada a la formación de mujeres que quieren reinventarse en tecnología, emprendimiento e innovación.
'Cuando yo tenía 15 años mi papá tuvo una enfermedad grave y yo tuve que trabajar de todo un poco para pagar mis estudios y comencé a desarrollar, de alguna forma, mi espíritu emprendedor y también aprender habilidades sociales para lograr las cosas que quería', confiesa Silva. Con el tiempo fue la primera mujer chilena que ingresó a Singularity en Silicon Valley.
Inseguridades a full
Silva dice que la mayoría de quienes asisten a las clases son mujeres profesionales y posgrados, pero 'muchas de ellas tienen inseguridades asociadas a lo laboral, de autosabotaje y que sienten que no están a la altura de las circunstancias; eso que se conoce como síndrome de la impostora (o del impostor).
Este síndrome lo sufren siete de cada diez personas y lo padecen principalmente mujeres que están en su primera etapa laboral, desde los 25 y puede llegar a los 40 años'. Añade que esto ocurre 'por transiciones laborales, por autoexigencias, por sesgos inconscientes, por estereotipos de género o por rigideces autoimpuestas'.
Celebre sus triunfos
Lo que Bárbara Silva más valora para combatir el síndrome es 'ganar autoconfianza profesional', destaca. 'El proceso de aprendizaje de la mujer es mucho más colaborativo, de conversación'. Además de las herramientas digitales combinadas con la sicología, 'ellas aprenden a compartir sus sensaciones'. Por eso, dice la experta, uno de los mecanismos para combatir al síndrome de la impostora, 'es asumir los logros, celebrar los triunfos, aprender de la falla, calibrar las expectativas. Aprender a pedir ayuda, porque no lo podemos a hacer todo.
Otra cosa: visualizar el éxito, tratarse con cariño, crear un relato y trabajar la narrativa personal', menciona. La sicóloga agrega que tiene becas de innovación para mujeres profesionales donde hablan este tipo de problemas y están abiertas hasta el 31 de julio (puede postular en su sitio web https://bit.ly/3O6Eea0).
Pida feedback
'Toda fantasía del síndrome de la impostora es capaz de irse en la medida que reconocemos, con certeza, de qué somos capaces. Y darse cuenta que todos nuestros logros se deben a nosotros mismos y no a otras cosas', señala Manuel Araya, sicólogo de Psyalive. 'Por otro lado, una buena práctica a nivel laboral es, en la medida de lo posible, solicitar feedback constante sin que este se corresponda a lo normativo (por ejemplo, ante una evaluación de desempeño).
Un feedback de seguimiento o de mitad de camino nunca está de más y no solo por parte de nuestras jefaturas sino de nuestros compañeros de trabajo. No deberíamos tener miedo a consultar cómo nos ven, cómo creen que nos desempeñamos o en qué deberíamos mejorar, pues, a ciencia cierta, esto nos aportará elementos externos, reflexivos y racionales en torno a quienes somos de verdad', recomienda el sicólogo.
Estereotipos de género
La neurosicóloga Loreto Olavarría, de Clínica Las Condes, menciona la connotación de la mujer en el mundo laboral. 'Hay variables de género. Las mujeres recién en el último tiempo ingresamos al mundo laboral de manera más masiva, eso significa que hemos tenido que aprender a compatibilizar distintos roles de manera muy rápida.
Cumplir diferentes roles en la mujer, en particular, está muy presente y eso redunda en que se considere que no se es lo suficientemente buena, porque tenemos muchas exigencias en distintos ámbitos de la vida. La neurosicóloga hace una última reflexión: 'El logro no es algo privado, es algo público y eso muchas veces hace que nos pongamos una vara muy alta'.
Pais: Chile
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Región: Metropolitana de Santiago
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Fecha: 2022-07-15
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Tipo: Prensa Escrita
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Página(s): 15R
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Sección: Sociedad
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Centimetraje: 30x24
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