No es rumor que a nivel mundial hemos vivido una secuencia de acontecimientos negativos que ha afectado el panorama económico, en especial, todo lo relacionado con tecnología. Si bien esta industria se potenciaba como la más fuerte ante otras áreas productivas, su modelo de crecimiento le ha jugado una mala pasada ante el actual contexto global.

Esta compleja situación ha obligado a miles de empresas y startups de todo el mundo a reducir su presupuesto, provocando despidos masivos, cierre de áreas productivas e hibernación en procesos de expansión, entre otros. Una realidad que pega por igual a todo tipo de industria y no es ajena a nadie.

'Los inversionistas parecieran estar rebalanceando el ímpetu por crecimiento versus rentabilidad. Los ventures comienzan a esperar buenas tasas de crecimiento, como números sanos en márgenes o última línea', comenta Francisco Cerda, director ejecutivo de Gudcompany.

Ante dicha situación, The Wall Street Journal afirmó que las empresas necesitan tomar medidas de emergencia, para uno de los giros económicos más bruscos en una década. Algunos de los consejos incluyen recortar costos, preservar efectivos y desechar las esperanzas de que los grandes fondos de cobertura se abalancen con grandes cheques.

En este sentido, antes estábamos acostumbrados a ver qué startups se convertían en unicornios en Chile o ver la rápida expansión de empresas nacionales por todo el mundo. Dicha realidad, aparentemente, ya no seguirá siendo así un por un tiempo; por lo que, el cambio de estrategia es vital para seguir creciendo sin la necesidad de una inyección de capital.

'Para crecer hay que asegurarse, primero, estar llegando al target de clientes que tiene mayor grado de convicción sobre tu producto y servicio. Una empresa, puede que le convenga dejar de perseguir clientes por conquistar y dedicarse a los convencidos en otros países. Tener éxito en esta estrategia podría suponer obtener más ingresos, más rápidos y con menos gastos en marketing y ventas que una estrategia de multiespectro', comenta el director de Gudcompany.

En este sentido, para escalar sin la necesidad de recibir fondos externos se necesita vender y eso no es tarea fácil. Matías Concha CEO de CRM Impulsa, indica que una de las estrategias más potentes sin necesidad de inversión es el Inbound Marketing, pudiendo atraer potenciales clientes sin la necesidad de invertir en publicidad de pago, esto acompañado de una estrategia SEO, potencia tu visibilidad como marca en motores de búsqueda.

En relación con la estrategia de crecimiento, los expertos comparten la visión de replantearse ciertas líneas operacionales, visión y proyección. Erich Phillip, CEO de AppAR, asegura que se están viviendo tiempos donde los fondos se apretaron. Antes había mucho que invertir en los venture capital y era 'porque la plata estaba muy barata'.

'Ahora el dinero encareció, las tasas subieron y se va a poner peor. En esta lógica, es recomendable que las empresas ante este contexto bajen un poco la velocidad de crecimiento, teniendo costos fijos más controlados y con ingresos más orgánicos que puedan alimentar los costos', añade.

Matías Concha dice que es muy importante analizar costos fijos y variables de las empresas, así como revisar el forecast (proyección de ventas) e historial de ventas. De esta forma será posible planear cómo mantener el negocio en tiempos que no se ve con claridad cómo evolucionará la economía. Nunca se debe tirar la toalla sino ser persistente con la estrategia y propósito.

Finalmente, los expertos llaman a generar una planificación a mediano y largo plazo para que las empresas puedan vivir en tiempos de incertidumbre.

'Es importante tener un plan de acción ante distintos escenarios y conversar esa planificación con inversionistas, accionistas y trabajadores para que, a la hora de actuar, ya todos estén conectados', sostiene Phillip.

Por su parte, Francisco Cerda añade que la adaptación al nuevo mundo, flexibilidad y la personalización son elementos críticos prácticamente de cualquier negocio. Dice que definitivamente es el tiempo en que las empresas, quienes las lideran y trabajan en ellas, deben tener una distinción muy clara entre los espacios de competencias y de colaboración.

'Esto implica, por lo pronto, reglas de comercio justo, pero también de concebir la empresa, la propuesta de valor, el producto y servicio, y la relación con el cliente desde un sentido de contribución real más allá de lo meramente transacción', finaliza.