La incertidumbre política y económica local, las restricciones que enfrentan las personas para acceder a crédito, la inflación, la caída en las ventas de viviendas y los problemas judiciales y ambientales que enfrentan diversos proyectos. Esas situaciones forman parte del cóctel de factores que explican la contracción de inversión inmobiliaria. Según estimaciones de la Corporación de Bienes de Capital (CBC), el próximo año la inversión inmobiliaria llegaría a US$ 1.363 millones, cifra que se transformaría en la más baja desde 2008 —último registro—. También representaría una merma de 44% respecto de los US$ 2.445 millones que se materializarían este año, que concluiría con un leve descenso de 1%, según los últimos datos de la entidad.

La inversión habitacional representaría en 2023 el 60% del total sectorial, con US$ 828 millones, pero ese monto sería 46% menor al de 2022. Esto se da en medio de caída de 27% anual en los permisos de edificación de viviendas nuevas en el país, en el primer semestre de 2022 —según el INE—, y un desplome del 40% en las ventas de casas y departamentos nuevos en el Gran Santiago, en la primera mitad del año, de acuerdo con datos de Colliers. En tanto, la inversión en obras mixtas —vivienda, comercio, oficinas, hoteles— retrocedería 34,5% anual el próximo ejercicio a US$ 409 millones.

La no habitacional, por otra parte, disminuiría 54,7% en 2023 a US$ 126 millones. El gerente general de la CBC, Orlando Castillo, comentó que una parte relevante de la baja de la inversión para el año venidero 'obedece a la pérdida de cronograma, principalmente en la Región Metropolitana, de algunos proyectos asociados a edificaciones residenciales y no residenciales, afectados por recursos judiciales o ambientales, así como también otros que no muestran avances por aspectos comerciales'.

Vicente Domínguez, director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), afirmó que 'en estos momentos hay varias razones que explican la baja de las inversiones inmobiliarias, entre ellas, la intranquilidad institucional por lo de la Constitución, las regulaciones y los cambios tributarios, la disminución ostensible en las ventas de productos, especialmente viviendas; pero también comercio y oficinas'. Añadió que a esto se suma 'la escasez de capital en pesos de los fondos de inversión, que sostuvieron en parte relevante el auge de los años precedentes, y una posición más conservadora de la banca, aunque las tasas hipotecarias dejaron de subir'.

A la vez, Domínguez sostuvo que 'ahora se ha estado presentando crecientemente la inseguridad en el empleo, que influye en que algunas personas a las que esto les afecta, no quieran contraer obligaciones de largo plazo'. Si bien las estimaciones de inversión de la CBC para el próximo año son sobre la base de datos al primer trimestre, Orlando Castillo indicó que 'según la evolución del catastro durante el segundo trimestre de 2022, es posible observar que la brecha negativa entre 2023 versus 2022 se mantiene en un nivel similar, debido a que la reposición con nuevos proyectos solo compensa en parte la finalización de los planes actualmente en construcción'.

Por otra parte, la CBC señaló que para el quinquenio 2022-2026 se proyectan inversiones inmobiliarias por US$ 5.333 millones, la cifra más baja estimada para un lapso de cinco años desde que hay registro (2008). Del catastro quinquenal se excluyeron 21 proyectos por US$ 1.017 millones, lo que fue contrarrestado por la incorporación de 22 iniciativas por US$ 1.152 millones.

Dentro de las que salieron del análisis destacan los proyectos paralizados en Ñuñoa: Egaña Comunidad Sustentable, de Fundamenta –por US$ 300 millones–, y el Mall Vivo Santiago en Vicuña Mackenna, de US$ 200 millones. Ambos sufren trabas ambientales y judiciales. La CBC solo analiza los proyectos con cronograma definido, cuya inversión es igual o mayor a US$ 15 millones. Para los próximos años también se visualiza una merma en la demanda de mano de obra sectorial.