Señor Director:
El acceso universal a una salud digna, oportuna y de calidad es de la mayor relevancia para toda la comunidad. A pesar de los avances y logros de la medicina chilena, no dudamos que el sistema de salud requiere de grandes modificaciones y mejoras. Estas deben ser argumentadas y discutidas con la mejor evidencia científica disponible actualmente.

Las sociedades de especialidades médicas podemos aportar a la discusión, ya que conocemos bien los desafíos en cuanto a estándares de atención, participamos activamente en la formación de nuevos especialistas y estamos mirando el futuro de la medicina en forma continua, desde el trabajo diario en los más diversos centros de atención médica. La relación entre la medicina pública y privada es profunda y comparten un enfoque centrado en el paciente. La propuesta de reforma a la salud, lejos de asegurar el acceso oportuno y la mejor calidad posible de atención, se enfoca más bien en el sistema de financiamiento.

Nos preocupa que esta propuesta de reforma, en base a criterios técnicos expresados por múltiples expertos, conlleva riesgos importantes para los pacientes con preexistencias, en listas de espera o con enfermedades graves en tratamiento. Esto, dada la falta de mecanismos compensatorios en esta transición, tanto para los que dejarán un sistema como para los que siguen en uno que ya está superado en su capacidad.

No estamos a favor ni en contra del sistema actual o de la nueva propuesta, pero nos interesa participar en la discusión de estos cambios. Dicho análisis debiera involucrar no solo a los actores que han participado hasta el momento, sino que también a representantes de los pacientes y a las sociedades científicas que aquí firmamos. Como país, no podemos fallar en una materia tan sensible ni a esta ni a las futuras generaciones.

Por todo ello, nos ponemos a disposición de las autoridades y parlamentarios para ser parte de esta conversación, contribuyendo desde nuestras competencias para que logremos, juntos, una salud digna, de calidad, oportuna y que no deje a ningún paciente excluido.