Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2022-09-01
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   B5
Sección:   Ediciones Especiales - “Sostenibilidad y negocios”, presentado por Acciona
Centimetraje:   52x27
El Mercurio
A LO LARGO DE CHILE:
Los bosques urbanos son una herramienta clave para mejorar el actual déficit y distribución desigual de áreas verdes
Si en Santiago se incorporaran sus 26 cerros isla como áreas naturales urbanas de acceso público, se podría triplicar la cantidad de espacios verdes disponibles en la ciudad, pasando de 3,3 m2 a 11,7 m2 de áreas verdes por persona. Conscientes de aquello, en ACCIONA Energía están impulsando junto con otras organizaciones y los vecinos un proyecto de restauración socioecológica en el cerro La Ballena de Puente Alto.
La comuna de Puente Alto es una de las más pobladas del país. Ahí, en medio de casas, edificios y comercio está el cerro La Ballena, una isla de 69 hectáreas y 877 metros de altura que por años ha sido el hábitat de especies nativas como el espino, el quillay y el litre, además de aves, reptiles e insectos de la zona. Si bien antes solo estaba rodeado de predios agrícolas e industriales, con el paso del tiempo la construcción inmobiliaria bordeó el 80% de sus laderas. Eso trajo microbasurales, focos de delincuencia y la toma de sitios eriazos para viviendas provisorias, impactando en el ecosistema.

Actualmente se está trabajado en la restauración socioecológica del lugar, a través de la plantación de una 'isla nativa' de 500 m2 en una de sus laderas. Es un proyecto articulado entre ACCIONA Energía, Symbiótica Bosquicultores, Fundación Biósfera Mía y la comunidad vecina, que busca crear un núcleo de biodiversidad de 1.200 plantas nativas que ayudará a evitar la emisión de más de mil toneladas de CO2. Nicolás Corral, director ejecutivo de Symbiótica, explica que esto permitirá el desarrollo de un hábitat para múltiples micro y macroorganismos de flora, fauna y funga. 'Y será una fuente de propágulos de semillas y esporas, que los pajaritos, los microorganismos y el viento esparcirán por el resto del cerro, contribuyendo a su regeneración pasiva', dice. La plantación se hará entre colaboradores de ACCIONA Energía y vecinos, con actividades de educación ambiental y ecoalfabetización.

Esto va de la mano con los planes de la Municipalidad de Puente Alto de transformar el cerro en un gran parque metropolitano. 'Hoy ya no es suficiente ser sostenibles. Tenemos que actuar en consecuencia con un nuevo concepto, el de regeneración sostenible, que es ir un paso más allá de la sostenibilidad trabajando no solo por evitar el daño, sino por repararlo y regenerarlo', sostiene Xavier Rojas, gerente de Medioambiente, Gestión Social y Sostenibilidad de ACCIONA Energía. Y añade que esta iniciativa va en línea con aportar desde Chile a la meta global de la compañía de plantar 1 millón de árboles en zonas con degradación ambiental entre 2020 y 2025.

BOSQUES EN LA CIUDAD

El caso de La Ballena es una muestra de lo que está sucediendo en muchos lugares del mundo, donde se están levantando bosques urbanos para ayudar a las ciudades a ser más resilientes frente a los actuales desafíos medioambientales. El Dr. Adison Altamirano, decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Medioambiente de la Universidad de La Frontera (Ufro), explica que el concepto de bosque urbano es amplio e incluye a los árboles y otro tipo de vegetación que se encuentran dentro y alrededor de las urbanizaciones.

El académico afirma que, a pesar de estar presionados por el crecimiento de las urbes, estos bosques cumplen un rol clave y generan variados servicios ecosistémicos, como 'la reducción de la temperatura, mejora en la calidad del aire y agua, y reducción de la escorrentía, todos los cuales generan beneficios para las personas'.

Por eso, 'en el mundo es una tendencia recuperar la naturaleza dentro de la ciudad de manera diversa, no solamente árboles, sino que restableciendo ecosistemas lo más parecidos a los ecosistemas naturales del lugar', señala Francisco de la Barrera, investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus) de la Universidad Católica y la Universidad de Concepción. De hecho, en la actualidad existen múltiples modelos de gestión de bosques urbanos. En Alemania, por ejemplo, se ha reportado que ONG de conservación han recibido múltiples solicitudes por parte de los habitantes para gestionar sus propios jardines. 'Esto confirma que las iniciativas también deben considerar a los diferentes actores sociales de una comunidad para ayudar en esta causa y apropiarse de ella', apunta Altamirano.

De la Barrera, en tanto, destaca la experiencia de Medellín, Colombia, donde hay un corredor en el medio de la ciudad que regenera la megadiversidad que existe en su entorno. En el caso de Chile, se han llevado adelante varios experimentos de bosques urbanos, algunos públicos, como el bosque San Pedro, en María Pinto; y otros privados, como varias 'islas nativas' en la Comunidad Ecológica de Peñalolén, además de proyectos en las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos.

EL ROL DE LAS 'ISLAS'

Los cerros dentro de las ciudades son una gran oportunidad en materia de bosques urbanos, sobre todo en países montañosos como el nuestro. En este sentido, Francisco de la Barrera menciona la labor que se ha hecho en parques que se constituyen en cerros, como el Chena, en Santiago; el Caracol, en Concepción, o el Ñielol, en Temuco.

En la trama urbana de Santiago existen 26 cerros isla (ver infografía), que en total suman cerca de 5 mil hectáreas de terrenos no urbanizados dentro de la ciudad. 'Por su masa crítica y localización, estos cerros son un paño considerable de superficie libre dentro del área urbana, constituyendo un recurso significativo para favorecer la biodiversidad y mejorar el actual déficit y la distribución desigual de áreas verdes', dice Catalina Picón, cofundadora y directora ejecutiva de Fundación Cerros Isla.

Picón sostiene que la potencial incorporación de estos cerros como área natural urbana de acceso público permitiría pasar de 3,3 m2 a 11,7 m2 de áreas verdes por persona, y podría ayudar a enfrentar problemáticas asociadas al cambio climático, como la desertificación, escasez hídrica, inundaciones e islas de calor, entre otras. 'Si los cerros isla se encontraran con vegetación bien conservada y con la infraestructura adecuada para acceder a ellos, tendrían el potencial de proveer múltiples beneficios sociales y ambientales que aportan a la mejora de la calidad de vida', asegura.

ACELERAR EL RITMO

Nicolás Corral, de Symbiótica, ve con esperanzas el movimiento que se está formando en torno a la regeneración ecológica y dice que hay varios conceptos que están tomando vuelo a nivel global, como la agroforestería, los bosques comestibles, la agricultura sintrópica y la bosquicultura en general.

Chile no es ajeno a esto, pero hay que acelerar el ritmo de los cambios, advierte Corral. 'Dada la gravedad en degradación del suelo, pérdida de bosques, la mínima infiltración de las aguas por los suelos cubiertos de cemento y la abrumante pérdida de biodiversidad, todavía queda mucho por hacer', dice. Xavier Rojas, de ACCIONA Energía, coincide en que aún hay bastante trabajo por delante, 'pero en la medida que seamos conscientes de que todos, desde el ámbito público, privado y ciudadano, podemos aportar, aceleraremos los cambios', afirma.

Es que en medio de la emergencia climática que estamos viviendo, preservar y fomentar la existencia de bosques urbanos se convierte en una herramienta en la lucha contra el cambio climático, asegura el ejecutivo, quien señala que debemos trabajar teniendo como meta los Objetivos de Desarrollo Sostenible, concretamente el 11, que hace un llamado a lograr que las ciudades sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. 'Y no tengo dudas que los bosques urbanos son una gran palanca para contribuir a su cumplimiento', finaliza Rojas.

Recuadro
REGENERACIÓN SOSTENIBLE CON EL MÉTODO MIYAWAKI

ACCIONA ha apostado por la regeneración sostenible como eje de su actividad y, en base a ese lineamiento, está impulsando la iniciativa de restauración socioecológica en el cerro La Ballena. 'Este proyecto contribuye al compromiso global que tenemos como compañía de desarrollar nuestro negocio de generación de energía renovable produciendo un impacto positivo en el planeta', dice Xavier Rojas.

El ejecutivo cuenta que el sistema de 'islas nativas', que crearán en La Ballena, es una aplicación local del Método Miyawaki con que trabaja Symbiótica Bosquicultores. Se trata de una metodología japonesa para generar bosques nativos de crecimiento acelerado, que ayuden a la restauración ecológica en tierras degradadas y a la creación de áreas verdes en tiempo récord.

'Este método trabaja en la remediación del suelo con descompactación y adhesión de materia orgánica y microorganismos; plantación en alta densidad de especies simbióticas de la biorregión, y protección del suelo con cobertura vegetal', explica Nicolás Corral.

Así, los bosques crecen unas 10 veces más rápido que una plantación convencional y son 30 veces más densos. ¿El secreto? Imitar la manera en que crecen y se relacionan de forma natural los organismos en un bosque, eligiendo adecuadamente las especies que se ponen y pensando qué es lo que habría en ese lugar si no hubiese existido intervención humana.