Desde la llegada del covid-19 a Chile, en marzo de 2020, han pasado más de dos años y medio. En este período, el virus ha cambiado la vida de millones de personas para siempre. Es que los impactos de la pandemia han sido variados, desde las cuarentenas que se aplicaron durante el primer período, restricciones como el uso de mascarilla que se mantienen hasta hoy o la enorme pérdida que ha significado la muerte de más de 60 mil personas en el país.

Sin embargo, el tiempo no ha pasado en vano y la preparación del sistema, el mayor conocimiento de los equipos médicos de cómo tratar la enfermedad y la aparición de las vacunas han modificado drásticamente el panorama. De hecho, en Chile, mientras al comienzo de la emergencia sanitaria la letalidad del covid-19 alcanzaba el 3,5%, actualmente ha llegado al nivel más bajo registrado, con solo el 0,2%.

Según Sebastián Ugarte, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Indisa, 'hay un conjunto de factores que están influyendo. Lo primero, desde luego, es el masivo proceso de vacunación, con dosis de refuerzo incluidas, que ha generado una capacidad de respuesta inmune en la población que si bien no impide por completo los nuevos contagios, sí aminora la gravedad de las manifestaciones'.

Otros factores que han influido son la mayor preparación del personal médico, la incorporación de medidas de prevención de manera generalizada y también que la variante Ómicron y sus subvariantes son mucho más contagiosas que el virus original, pero mayormente generan cuadros más leves que los primeros linajes. No obstante, si bien los casos graves son mucho más infrecuentes con estas mutaciones, al haber tanta circulación durante las olas de contagio, el pequeño porcentaje de casos que llegan a empeorar o fallecer, puede transformarse en una cifra considerable de víctimas.

De hecho, el número absoluto de muertes que aún genera el covid-19 en Chile no es despreciable. Solo durante los dos últimos meses han fallecido más de 1.800 personas en el país, mientras que durante todo lo que va de año ya se acumulan más de 10 mil muertes. Aunque estos números aún están muy por debajo de lo registrado en años anteriores: por ejemplo, durante 2020 se contabilizaron 16.499 decesos y en 2021 la cifra subió a 22.507.