En el marco de la Estrategia Formación Técnico Profesional, se han impulsado diversas acciones orientadas a fortalecer la dimensión transversal de equidad e igualdad de género y la inclusión de otros grupos socialmente vulnerables, con el objetivo de favorecer la potenciación de la diversidad de talentos y capacidades de las personas, buscando contribuir al desarrollo de un país más equitativo y con mayor movilidad social.

Para avanzar en este desafío, resulta relevante enfrentar una serie de nudos críticos diagnosticados que intervienen como obstáculos determinantes en el progreso de las rutas formativas, hoy ya contamos con un plan de acción en materia de género e inclusión en la formación técnico-profesional (TP), este plan no solo pretende facilitar el cumplimiento de la regulación actual, sino también actuar como una guía de orientación para las Instituciones de Educación Superior.

Hoy me quiero detener en la visión de este plan de acción por la riqueza de su contenido, aspira a contribuir a la superación de las desigualdades de género en la formación TP, asegurando el desarrollo de trayectorias educativas y laborales con condiciones justas e inclusivas, a partir de ejes de trabajo concretos en términos de acceso a la Educación Superior TP, con procesos formativos inclusivos y no discriminatorios, con equipos directivos y docentes diversos en términos de género, entre otros.

El desafío está planteado, la misión de la Formación Técnico Profesional es asegurar el desarrollo diverso de talentos y capacidades en las personas para la construcción de una sociedad más igualitaria y equitativa, es así como el Instituto Profesional y el Centro de Formación Técnica Santo Tomás aportan en su concreción, siendo reconocidos como un espacio transformador para promover la equidad de género y la inclusión.