Generar un marco adecuado de desarrollo, respeto y cuidado para todas las personas dentro de una organización es el fin de las buenas prácticas laborales. Si bien todas las organizaciones deben cumplir con estándares mínimos que garanticen el bienestar de los trabajadores, pueden variar dependiendo de las necesidades y del diseño de la cultura deseada.

En esa línea, Carmen Luz Morales, CEO de W-Up y HR influencers 2022, explica que durante los últimos años algunas empresas, además de aplicar procesos tecnológicos, han incorporado medidas innovadoras para las personas que han permitido fomentar un equipo comprometido para alcanzar sus objetivos.

"Por ejemplo, en un escenario post pandemia se han mantenido prácticas laborales destinadas a fortalecer y apoyar el teletrabajo y el liderazgo remoto, por ejemplo, para asegurar el vínculo entre personas instancias que permiten fomentar el relacionamiento. Pero uno de los mayores focos de preocupación que enfrentan las organizaciones es mantener el balance socioemocional de las personas, equilibrando vida familiar y trabajo", dice Morales.

Sin embargo, la ejecutiva de W-Up indica que una fuerte tendencia son las buenas prácticas y políticas asociadas a la igualdad entre hombres y mujeres, "como oportunidades en procesos de reclutamiento y selección, revisión de brechas salariales, capacitación en corresponsabilidad parental entre otras, permitiendo de este modo generar organizaciones más justas y más inclusivas", sostiene Carmen Luz Morales, y agrega: "Todas las organizaciones deben gestionar, resolver las necesidades de las diferentes generaciones y comunidades que conviven en ellas, cada trabajador vive y enfrenta ante estos escenarios retos muy diferentes por lo tanto la tendencia será flexibilizar cada vez más las políticas pudiendo entregar más personalizadamente a cada uno, los beneficios para asegurar la experiencia del colaborador".

Dar garantías
A su vez, las organizaciones deben garantizar la equidad de género como un deber, como pilar de una cultura organizacional representativa. "Asegurar la igualdad y transparencia en procesos de reclutamiento y selección, tanto para movilidad interna y externa, crear políticas de compensación basada en bandas salariales y sistemas de valoración de cargos, disminuir las brechas salariales existentes, son todas medidas necesarias para asegurar un sostenible desarrollo organizacional y social.

En ese sentido, las organizaciones deben implementar cambios a través de programas de capacitación, conversatorios y conferencias, entre otros, para abrir el diálogo y espacios que busquen resaltar la importancia de la diversidad en los equipos de trabajo.

"El liderazgo femenino hoy existe, y si bien ha mejorado su participación aún no es suficiente, la presencia de mujeres en cargos ejecutivos e integración a directorios aún no tiene la representatividad necesaria , y la brecha salarial sigue siendo un desafío en las organizaciones. Hoy no solo necesitamos dejar los sesgos de genero de lado el desafío es sistémico", dice Morales.

Por eso es importante que, desde las organizaciones, velen por Incluir métricas que permitan no solo hablar de la importancia de dar más espacios al liderazgo femenino, si no también medir el avance organizacional sobre estos temas. "También incluir políticas organizacionales con modelos de trabajo más orientados a resultados mayor flexibilidad de horarios y beneficios que faciliten la gestión del fenómeno doble presencia y crear programas de empoderamiento, Upskilling y Reskilling que les permitan ampliar las posibilidades y opciones d ellos perfiles", explica la ejecutiva.