El diseño del nuevo edificio Albora, ubicado en la calle Rondizonni 2020, en la comuna de Santiago Centro, justo al frente del Parque O’Higgins, eliminó la clásica reja que tienen los antejardines de los condominios y se optó por dejarlo abierto e integrado al barrio, con el diseño de una plaza de 178 mts2 aprox. Así dejaron atrás la mala imagen que tenían los vecinos del lugar, que previo a su construcción fue el sitio de un motel por años abandonado, sin luz ni seguridad.

Por promover la interacción de la vida de barrio, el edificio de la Inmobiliaria Norte Verde, de 8 pisos, con 186 departamentos y 4 locales comerciales, ganó el Premio Aporte Urbano (PAU) 2022 en la categoría Mejor Proyecto Inmobiliario de densificación Equilibrada, que hace ocho años destaca obras que generan impacto en su entorno, en su densificación, utilidad y aporte para la comunidad, y que es promovido por el Ministerio de Vivienda, el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, el Colegio de Arquitectos, la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios, l a Asociación de Oficinas de Arquitectos de Chile y la Cámara Chilena de la Construcción.

'El edificio tiene una vista maravillosa por lo que decidimos traernos un poco el parque hasta nuestro edificio, replicarlo y entregarlo como un regalo a la comunidad y los vecinos. Eso es algo que en Santiago se ve bastante poco porque prácticamente no tiene áreas verdes', explicó Sergio Pereira, gerente de Arquitectura de Norte Verde.

El antejardín del edificio, que tiene un largo de unos 40 metros, se diseñó con forma de plaza y con mobiliario urbano: 'Tiene cuatro escaños de madera que van armando el recorrido, y son grandes porque están pensados para que se sienten 5 o 6 personas. Tiene iluminación, basurero y pavimento de alto tráfico'.

Se plantaron arbustos y vegetación de bajo consumo de agua como Parkinsonia y no tiene pasto, sino cubresuelos como Coprosma Kirkii, Cotoneaster horizontalis, StipaTenuissima, entre otros. Al interior del sitio había palmeras Washingtonia de 12 mt de alto que fueron trasladadas hacia adelante para integrarlas al pasaje de la plaza.

El edificio además tiene dos plazas elevadas interiores de 320 mt2, en el piso 7 y 8, para promover la vida entre los vecinos, y porque el proyecto no tiene patio interior.

'Dejamos de hacer departamentos en esos pisos para convertirlos en grandes áreas verdes en el mejor lugar del edificio, para que todos los vecinos puedan tener acceso a una vista despejada. Fue un desafío estructural subir tierra, árboles y plantas, e impermeabilizar con mucha ingeniería para que no haya temas de humedad que lo afecten'. En el piso 7 tiene pasto de alto tránsito y en el 8 está abierta, con asientos y jardineras. En este último, se ubican también los quinchos, el gimnasio o sala gourmet para promover el uso de los espacios.