Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2022-11-27
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   A16
Sección:   Educación
Centimetraje:   22x20

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- El llamado es a buscar el equilibrio y sacar lo bueno de cada mundo. 'Si lo presencial es mejor, para qué me voy al metaverso', dice Alex Rayón.
El Mercurio
Alex Rayón, especialista en tecnología y educación:
“El metaverso va a triunfar en aquello que en el mundo presencial no podamos hacer”
El vicerrector de Relaciones Internacionales y Transformación Digital de la Universidad de Deusto (España) aborda las preguntas que surgen acerca del uso de este espacio digital.
Para hablar del rol del metaverso en la educación, 'se tiene que entender qué es el metaverso, concepto que todavía provoca bastante confusión', dice Alex Rayón, vicerrector de Relaciones Internacionales y Transformación Digital de la Universidad de Deusto (España).

'Que lo hablemos en singular ya es muy paradigmático. Tendríamos que estar hablando de metaversos, que para mí son espacios virtuales inmersivos de relación entre sapiens que se expresan a través de sus avatares', precisa el especialista en tecnología y educación.

Entonces, 'dado que estamos ante un entorno inmersivo virtualizado que sabemos nos puede volver adictos por la liberación de dopamina', la pregunta es 'si la educación debiera meterse con tanta alegría o debiéramos reflexionar más acerca de cómo entrar a este espacio. No cuestiono si meternos, cuestiono el cómo', dice.

Esta semana, Rayón participó en el seminario internacional 'Reimaginemos la Educación: Perspectivas y Desafíos', organizado por la Dirección de Postgrados de la Universidad Autónoma de Chile, junto al Instituto Europeo de Estudios Superiores, justamente para abordar esta temática.

Según él, para empezar a contestar cómo adentrarse en el metaverso desde la educación, una de las preguntas a responder sería qué metaverso usar, 'porque la atención está muy fragmentada, es decir, hay gente interactuando con diferentes espacios. Es como cuando empezábamos con el tema de las redes sociales'.

Después, la segunda duda es 'qué hacer ahí'. En ese sentido, piensa que 'el metaverso va a triunfar en aquello que en el mundo presencial no podamos hacer, pero no va a sustituir el entorno presencial'.

'Si en el mundo presencial los estudiantes de Arica no pueden ir a Santiago todos los días, entiendo que estudien en el metaverso; pero Ignacia, que está hoy en Santiago, va a preferir ir al campus más que hacerlo en el metaverso', acota.

Esta pregunta se entrelaza con otra, acerca de qué materias abordar en este espacio. 'Me parece fascinante hacer una clase sobre erupciones volcánicas en el metaverso, porque no voy a llevar a mis estudiantes a Antofagasta a estudiarlo. Pero para dar una clase de matemáticas, igual es mejor que vengan al campus a Santiago o a Valparaíso', indica.

En esa línea, se refiere al acrónimo inglés DICE (peligroso, imposible, contraproducente o caro y raro, en español), acuñado por Jeremy Bailenson, director fundador del Laboratorio de Interacción Humana Virtual de la Universidad de Stanford, que señala cuándo y por qué usar la realidad virtual para entrenar. Siguiendo la lógica del acrónimo, explica Rayón, el metaverso serviría para enseñar 'allí donde el mundo físico no pueda llegar', para 'abstraer menos la educación'.

Valor añadido

Por ejemplo, precisa el experto, se podría mostrar 'la profundidad de la fosa de las Marianas en Japón o explicar un terremoto con tu avatar sobre una placa'. Pero 'subir un video a YouTube con un profesor que da matemáticas en una pizarra virtual, no veo valor añadido ahí. Eso presencialmente funciona mucho mejor'.

Además de estos puntos, también se tiene que meditar acerca de otros temas, entre estos, 'la tremenda desigualdad de acceso que existe. Si una clase síncrona por Zoom, la más eficiente en envío y recepción de datos, es imposible en África, no me quiero imaginar el metaverso', señala.

Asimismo, agrega que 'falta mucha investigación todavía para entender los efectos que produce una experiencia virtual inmersiva en nuestra vida'. Por ende, 'no queramos correr más de lo debido diciendo que esto va a transformar la educación. Yo no me atrevo a afirmarlo hoy', puntualiza.
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Anna Nador-