Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2022-11-30
Tipo:   Suplemento
Página(s):   8
Sección:   Suplemento - Acreditación institucional
Centimetraje:   20x29

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La educación superior facilita el desarrollo del pensamiento emprendedor.
El Mercurio - Ediciones Especiales
Habilidades para la nueva realidad:
¿Por qué la educación superior contribuye a desarrollar la mentalidad emprendedora?
La incorporación de ramos ligados a la innovación, las finanzas y el emprendimiento le abrió un mundo nuevo a los estudiantes que cada día se están atreviendo más a crear su propio negocio.
Cuando el coronavirus popularizó el teletrabajo, quienes cambiaron más rápidamente su mentalidad fueron los fundadores de startups y pequeñas empresas. Rápidamente, se dieron cuenta de que mantener una oficina tradicional implicaba gastos que podían convertirse en ahorro al contratar un servicio de oficina virtual o arrendar espacios de trabajo solamente por las horas en que realmente se necesitan.

Los nuevos emprendedores buscan generar una cultura de productividad y eficiencia, donde no importa tanto el lugar en que se trabaje, sino las ganas de hacerlo. 'Los nuevos formatos de trabajo permiten saber realmente quiénes tienen la capacidad de autogestionarse y trabajar con autonomía, cualidades que son sumamente valoradas en la era digital', comenta Marcela Reynoso, socia fundadora de Ofirent, que acoge a emprendedores que buscan oficinas virtuales o arriendo de oficinas y salas de capacitación por horas.

¿Por qué los emprendedores se adaptan más pronto que los ejecutivos de las empresas tradicionales? 'Hace 20 años, el ejercicio del emprendimiento era más restrictivo, quizá no tenía la misma apertura. Emprender estaba relacionado con la subsistencia, con la riqueza, no había un punto medio. De hecho, había que contratar un abogado para que redactara la escritura o acercarse al Servicio de Impuestos Internos para iniciar actividades', explica Luis González, coordinador del Centro de Negocios Sercotec Independencia, que opera la Universidad Central.

Pero, una década atrás, comenzaron a asomarse tímidamente los ramos relacionados con la creación, gestión y administración de empresas en diversas universidades. 'El emprendimiento se incorporó a las mallas curriculares, en algunos casos como electivo y en otros como cátedra. Luego se creó el portal ‘Tu empresa en un día', donde no necesariamente había que recurrir a un abogado para hacer una personería juridíca. Así, se les empezó a enseñar a los alumnos que no necesariamente se deben emplear, sino que pueden crear su propio negocio', comenta Luis González.

Red de contactos

De hecho, Cristián Montero, socio fundador de Adactiva, cree que es en la educación superior donde más se facilita el desarrollo del pensamiento emprendedor. 'La universidad abre la red de contactos y aporta conocimientos técnicos, permite entender cómo las personas van solucionando los problemas donde, muchas veces, uno como emprendedor se pone obstáculos mentales como: no sé de finanzas, no sé de control, no sé de ventas, no sé de marketing o no sé cómo armar un sitio web. La universidad entrega la red de contactos que te muestra cómo solucionar estas cosas', señala.

Además, el especialista tributario y contable valora las actividades que las universidades desarrollan para incentivar el emprendimiento. 'Hoy existe la necesidad de enseñar sobre emprendimiento y educación financiera, precisamente, para que los emprendimientos den resultados', añade el socio fundador de Adactiva.

Igualmente, en la universidad los jóvenes aprenden a bancarizarse, lo que les permite acceder a pasivos y administrar de forma eficiente una cuenta corriente para acceder a financiamiento. 'Antes los estudiantes solo gastaban, pero, ahora, ven una oportunidad de negocio al tener acceso a recursos', explica el coordinar del Centro de Negocios Sercotec Independencia.

Según Luis González, al menos la mitad de las habilidades emprendedoras provienen de la educación superior. 'Por eso, es sumamente importante, si aún hay carreras que no tengan cátedras de emprendimiento o financiamiento y bancarización, que las incorporen. Es importante contarle a las personas que emplearse no es la única alternativa, sino que pueden crear un negocio para sí mismas. Chile es un adelantado en Sudamérica, gracias a la bancarización y la educación', concluye.
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