Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2022-12-14
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   4
Sección:   El Día
Centimetraje:   29x24

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Jessica Matus es fundadora de Fundación Datos Protegidos.

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Sujeto de 32 años fue condenado por delitos informáticos y amenazas condicionales
Hablan las víctimas del hombre que robaba fotos íntimas y amenazaba a sus dueñas
El sentenciado les robaba las claves de correo y redes sociales a mujeres con muchos seguidores y se apoderaba de sus cuentas. Luego las extorsionaba con difundir fotos íntimas.
Hace dos semanas, Francisca (41) volvió a ver a través de Zoom el rostro del hombre que hace un año le secuestró sus redes sociales y el correo electrónico, se apoderó de sus imágenes íntimas y, tras extorsionarla de forma agresiva, difundió packs de dichas fotos a sus amigos. 'Apareció esposado con cara de pobrecito, pero yo solo sentí rabia e impotencia', cuenta la mujer, una de las 19 víctimas que se hicieron parte de la querella en contra de José Zárate Painemal. Ese día, el hombre de 32 años, que estudiaba Biología en la universidad, fue condenado por el 12° Juzgado de Garantía de Santiago como autor de delitos informáticos reiterados y amenazas condicionales, y recibió una sentencia de cuatro años y un día de presidio menor en su grado máximo, pena que gracias a su irreprochable conducta anterior, fue sustituida por libertad vigilada intensiva con prohibición de acercarse física y remotamente a las víctimas.

Según la investigación de la Fiscalía Metropolitana Sur, Zárate ofrecía desayunos de cortesía a mujeres con más de mil seguidores en Instagram a cambio de publicidad para su emprendimiento, llamado Dekoratina. Para eso, les enviaba un formulario online donde les pedía datos como el correo y crear una clave. Pero, de acuerdo a lo que se estableció en el proceso, eso era una trampa. 'Muchas pusimos la misma contraseña de las redes sociales o correos', dice Francisca. Con eso -la fiscalía lo acusó- se apoderaba de información y fotos que las víctimas tenían en mensajes privados o emails y las amenazaba con difundirlas si no le enviaban packs de fotos sexuales, con el objetivo de venderlas en sitios de internet.

'Conmigo le costó porque en el formulario puse un email que no estaba asociado a las redes sociales. Me contactó por correo y se hizo pasar por un hacker bueno. Me dijo que estaba en un grupo donde un hacker malo me iba a secuestrar mis cuentas, entonces me recomendó que cambiara el email asociado para evitar problemas. Yo no le hice caso y él se desesperó. De igual forma logró entrar a mis cuentas y llegó a unos mensajes antiguos del email donde encontró imágenes mías de más de diez años atrás en ropa interior y otras que me sacó una ex pareja. Le dije que me daba lo mismo, pero por dentro estaba muerta de miedo. Como no accedí, las di- fundió. Sentí mucha vergüenza', relata. Y agrega: 'Para todo el mal que hizo, la pena fue muy insuficiente. Es un daño invisibilizado'.

'Conmigo le costó porque en el formulario puse un email que no estaba asociado a las redes sociales. Me contactó por correo y se hizo pasar por un hacker bueno. Me dijo que estaba en un grupo donde un hacker malo me iba a secuestrar mis cuentas, entonces me recomendó que cambiara el email asociado para evitar problemas. Yo no le hice caso y él se desesperó. De igual forma logró entrar a mis cuentas y llegó a unos mensajes antiguos del email donde encontró imágenes mías de más de diez años atrás en ropa interior y otras que me sacó una ex pareja. Le dije que me daba lo mismo, pero por dentro estaba muerta de miedo. Como no accedí, las di- fundió. Sentí mucha vergüenza', relata. Y agrega: 'Para todo el mal que hizo, la pena fue muy insuficiente. Es un daño invisibilizado'.

Josefa (34) es otra de las víctimas, y también quedó desconforme. 'A lo digital se le minimiza y no se da valor al cómo eso afecta a las víctimas. Él sacó fotos íntimas que yo tenía archivadas en los mensajes con una ex pareja, de las que yo no me acordaba. Mi pololo, su familia, mis amigos, todos vieron esas fotos. Da vergüenza, rabia, impotencia. Tuve que cerrar mis correos, saqué todo mi dinero de los bancos y cerré las cuentas. Tengo una cuenta privada y casi no me saco selfies ni comento donde ando. Me cuestiono hasta cómo me visto', relata. Josefa dice que entre las victimas hay mujeres que tienen hijos adolescentes que vieron fotos, 'otras que perdieron dientes por estrés, que se cambiaron de casa, incluso que intentaron suicidarse. Y ahora él está en su casa donde puede volver a hacer lo mismo'.

El fiscal Marco Núñez, de la Fiscalía Sur, explicó que el juicio abreviado fue la mejor solución 'para evitar la victimización secundaria'. La abogada Jessica Matus, fundadora de la Fundación Datos Protegidos, que se hizo parte de la querella, detalla que Zárate reconoció ser el autor, pero no declaró. 'No se fue a un juicio oral porque no todas las afectadas estuvieron dispuestas a seguir adelante. Ir a un juicio oral supone más revictimización, porque se vuelven a exhibir las fotos'. La abogada agrega que es un fallo que conviene revisar. 'Se trata de un primer caso masivo de violencia de género digital. Pero también pudimos evidenciar todas las falencias del sistema procesal penal en este fenómeno. Hay conductas que no están establecidas en el Código Penal, como la difusión no consentida de imágenes íntimas; la falta de protocolos de atención en la PDI y Carabineros, ante delitos donde se afecta la indemnidad sexual y la vida privada. El caso fue liderado por la abogada Libertad Triviño, del Estudio Horvitz, con la modalidad probono con el apoyo del Fondo de Respuesta Rápida para la Protección de Derechos Digitales en América Latina, de la Fundación Ford.

Recuadro
'Logró entrar a mis cuentas y llegó a unos mensajes antiguos del email donde encontró imágenes mías de más de diez años atrás en ropa interior y otras que me sacó una ex pareja'

Francisca, una de las víctimas
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DANIELA TORÁN-