Pais: Chile
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Región: Bío Bío
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Fecha: 2022-12-22
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Tipo: Prensa Escrita
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Página(s): 2
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Sección: Opinión - Enfoque
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Centimetraje: 14x20
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Producto de la contingencia por la pandemia, nos enfrentaremos este 31 de diciembre a la primera celebración de año nuevo sin ninguna restricción por pandemia. Es claro que tenemos mucho que celebrar, pero también que las ganas de hacerlo nos pueden jugar una mala pasada. Año tras año, fecha de celebración tras fecha de celebración, lamentamos la muerte de compatriotas. El primer día del 2019 terminamos con 33 muertos por accidentes de tránsito, y el 2022 con 28, sin contar los heridos en accidentes o intoxicados. Para muchas familias en Chile, los años parten con dolor.
¿Cómo evitar esto? ¿Cómo en este marco podemos celebrar y no lamentar? ¿Cómo podemos orientar a nuestros hijos e hijas para celebrar de manera responsable bajo estas circunstancias?
Al respecto, la Fundación San Carlos de Maipo lleva ya más de 6 años trabajando en el concepto de la prevención, entendida como el abordaje sistemático de los factores de riesgo y protectores que explican conductas tales como el consumo excesivo de alcohol y drogas, la violencia, la delincuencia, la ansiedad o la depresión. Desde esa mirada, algunas recomendaciones previas a las fiestas son Monitorear la conducta de nuestros niños, niñas y adolescentes: involucrarnos en lo que hacen, con quienes comparten, en sus intereses y gustos, es algo que podemos hacer en estos días. Entender cómo pretenden celebrar les hará ver que para nosotros son importantes, y que estaremos atentos a sus conductas. Por otra parte, plantear claramente nuestras expectativas: ¿les hemos hecho ver que queremos que se cuiden estos días, que no nos da lo mismo que beban en exceso o que consuman drogas? Puede parecer obvio, pero está más que documentado en la evidencia nacional e internacional que las conductas no deseadas tienen mucho que ver con expectativas poco claras de conducta de sus cuidadores. Es importante transmitirles a nuestros adolescentes, de manera positiva, lo que esperamos de ellos y ellas. Esto les permite considerar diferentes puntos de vista, sentirse más seguros, seguras y capaces y tomar decisiones menos impulsivas. También es importante transmitirles información relevante y fidedigna: el exceso de información puede ser confuso, sobre todos para los adolescentes que están expuestos a un gran flujo de ésta por diferentes medios. Los padres y cuidadores debemos darnos el tiempo de poder encontrar la información adecuada, y real para entregarles. En esta misma línea, hablar con ellos desde nuestro sentir y no desde nuestro juicio: nuestros adolescentes escuchan y entienden de mejor manera cuando les decimos qué es lo sentimos con sus conductas, qué nos pasa a nosotros con sus reacciones. El miedo, la pena, la preocupación y el cansancio, son emociones legítimas que viven los padres, madres y cuidadores. Estas emociones son posibles y necesarias de expresárselas a ellos, ya que abre una puerta que les permite empatizar con nosotros, generar una conversación y evitar los juicios de valor que normalmente parten con la expresión 'Tu eres de una determinada forma'. Cuando hablamos desde el juicio, no les permitimos conectar con nosotros y esto solo asienta los juicios que ellos puedan tener de nosotros y de ellos mismos. Nos quedan muy pocos días para el inicio de un nuevo año, para celebrar que iniciamos un nuevo proceso, ¿podemos tomar las acciones necesarias para celebrar con alegría y sin dolor? Aún estamos a tiempo, podemos dejar de llegar tarde. Ese es nuestro desafío.
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RAÚL PERRY Fundación San Carlos de Maipo-
Nex Prensa Escrita
Producto de la contingencia por la pandemia, nos enfrentaremos este 31 de diciembre a la primera celebración de año nuevo sin ninguna restricción por pandemia. Es claro que tenemos mucho que celebrar, pero también que las ganas de hacerlo nos pueden jugar una mala pasada. Año tras año, fecha de celebración tras fecha de celebración, lamentamos la muerte de compatriotas. El primer día del 2019 terminamos con 33 muertos por accidentes de tránsito, y el 2022 con 28, sin contar los heridos en accidentes o intoxicados. Para muchas familias en Chile, los años parten con dolor.
¿Cómo evitar esto? ¿Cómo en este marco podemos celebrar y no lamentar? ¿Cómo podemos orientar a nuestros hijos e hijas para celebrar de manera responsable bajo estas circunstancias?
Al respecto, la Fundación San Carlos de Maipo lleva ya más de 6 años trabajando en el concepto de la prevención, entendida como el abordaje sistemático de los factores de riesgo y protectores que explican conductas tales como el consumo excesivo de alcohol y drogas, la violencia, la delincuencia, la ansiedad o la depresión. Desde esa mirada, algunas recomendaciones previas a las fiestas son Monitorear la conducta de nuestros niños, niñas y adolescentes: involucrarnos en lo que hacen, con quienes comparten, en sus intereses y gustos, es algo que podemos hacer en estos días. Entender cómo pretenden celebrar les hará ver que para nosotros son importantes, y que estaremos atentos a sus conductas. Por otra parte, plantear claramente nuestras expectativas: ¿les hemos hecho ver que queremos que se cuiden estos días, que no nos da lo mismo que beban en exceso o que consuman drogas? Puede parecer obvio, pero está más que documentado en la evidencia nacional e internacional que las conductas no deseadas tienen mucho que ver con expectativas poco claras de conducta de sus cuidadores. Es importante transmitirles a nuestros adolescentes, de manera positiva, lo que esperamos de ellos y ellas. Esto les permite considerar diferentes puntos de vista, sentirse más seguros, seguras y capaces y tomar decisiones menos impulsivas. También es importante transmitirles información relevante y fidedigna: el exceso de información puede ser confuso, sobre todos para los adolescentes que están expuestos a un gran flujo de ésta por diferentes medios. Los padres y cuidadores debemos darnos el tiempo de poder encontrar la información adecuada, y real para entregarles. En esta misma línea, hablar con ellos desde nuestro sentir y no desde nuestro juicio: nuestros adolescentes escuchan y entienden de mejor manera cuando les decimos qué es lo sentimos con sus conductas, qué nos pasa a nosotros con sus reacciones. El miedo, la pena, la preocupación y el cansancio, son emociones legítimas que viven los padres, madres y cuidadores. Estas emociones son posibles y necesarias de expresárselas a ellos, ya que abre una puerta que les permite empatizar con nosotros, generar una conversación y evitar los juicios de valor que normalmente parten con la expresión 'Tu eres de una determinada forma'. Cuando hablamos desde el juicio, no les permitimos conectar con nosotros y esto solo asienta los juicios que ellos puedan tener de nosotros y de ellos mismos. Nos quedan muy pocos días para el inicio de un nuevo año, para celebrar que iniciamos un nuevo proceso, ¿podemos tomar las acciones necesarias para celebrar con alegría y sin dolor? Aún estamos a tiempo, podemos dejar de llegar tarde. Ese es nuestro desafío.
Pais: Chile
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Región: Bío Bío
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Fecha: 2022-12-22
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Tipo: Prensa Escrita
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Página(s): 2
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Sección: Opinión - Enfoque
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Centimetraje: 14x20
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