Un masivo interés generó en Arica la celebración de Año Nuevo en que se utilizaron en forma inédita en esa zona del país globos aerostáticos para los festejos. Cinco de esas estructuras se concentraron en Chinchorro, la playa más extensa del radio urbano en la previa del inicio del 1 de enero y ayer en la madrugada.

El sábado pasado también hubo otras presentaciones previas de globos aerostáticos, a modo de prueba, en emplazamientos como el mundialista Estadio Carlos Dittborn y en valles agrícolas cercanos.

El alcalde Gerardo Espíndola señaló que la iniciativa es parte de una campaña. 'Fue una celebración en conciencia porque los fuegos artificiales dañan a las personas con trastornos del espectro autista, asustan a mascotas y generan un daño irreversible en la naturaleza', dijo.

También añadió que 'hay que buscar otro tipo de acciones. Este es un piloto, el otro año queremos replicarlo, que no tengamos cinco, sino 20, 30 o 50 globos cubriendo toda nuestra costa en Arica'.

La actividad del municipio, denominada 'El despertar de los Globos', congregó a miles de personas en parte del borde costero, en un espectáculo complementado con luces y música. Igualmente, en otros sectores de la ciudad hubo lanzamientos de fuegos artificiales en forma paralela, los que se extendieron por al menos 20 minutos.

En contraste, hubo regiones donde no hubo espectáculos pirotécnicos en ninguna ciudad. Ese fue el caso de las nueve comunas de Atacama. La decisión fue adoptada por los altos costos y para evitar las molestias en personas y mascotas.

Una de las celebraciones más tradicionales en esa zona que fue cancelada fue la de Caldera. La alcaldesa Brunilda González comentó a través de sus redes sociales que estaban 'centrados para ese día en dar seguridad. Pronto se publicará el programa del verano. Y sí habrá finalización del verano con un show, pero sin fuegos artificiales'.

En esa región, además, agrupaciones animalistas y de personas con trastornos del espectro autista habían realizado manifestaciones públicas en rechazo a los fuegos artificiales.

En Antofagasta no hubo celebraciones oficiales de ese tipo. Su alcalde, Jonathan Velásquez, argumentó que fue para proteger la salud. Lo anterior fue complementado con llamados a no manipular ni comprar fuegos artificiales.

Más al sur, en Pichilemu, el principal balneario costero de la Región de O'Higgins, el municipio también suspendió su tradicional espectáculo de fuegos artificiales porque 'la empresa a cargo no logró obtener los permisos necesarios'. Pero hubo una masiva actividad bailable abierta al público.

Mientras que por segundo año consecutivo capitales regionales, como Rancagua, tampoco programaron festejos pirotécnicos.

En La Araucanía, Temuco, Pucón y Villarrica programaron fiestas sin fuegos artificiales. En Valdivia fue cancelado el tradicional lanzamiento en la costa del río Calle Calle, frente a Niebla, Los Molinos y San Ignacio. Lo anterior, como en otras zonas del país, fue reemplazado por un masivo show organizado por el municipio.

Esto último se replicó en la costanera de Puerto Montt, en la Región de Los Lagos.

Bengala causa incendio

En la Región de Coquimbo, pese a que no hubo espectáculos pirotécnicos autorizados, igual se pudo observar el lanzamiento de fuegos de artificios en algunos sectores de La Serena y Coquimbo. Además de generar efectos en las mascotas y personas con autismo, la caída de una bengala en el techo de una casa produjo un incendio que afectó a dos casas del sector de Las Compañías.

En algunas zonas rurales de La Serena, como Altovalsol, camino al Valle de Elqui, hubo lanzamientos de fuegos artificiales no autorizados.