Un amigo me comenta: "Esta semana he recibido más de 15 llamadas de spam". Llamadas de distintas compañías telefónicas, bancos y otras empresas, con las que ya todos estamos más que familiarizados. Esto lleva a preguntarse: ¿cómo obtienen tantas compañías distintas estos datos? ¿Hasta cuándo las compañías seguirán haciendo mal uso de datos que se han requerido para otros fines? La posición de indefensión en la que nos encontramos los usuarios ante el abuso de nuestros datos es manifiesta, pudiendo únicamente recurrir a la herramienta "No Molestar" del Sernac, tarea que en ningún caso debiera ser del usuario y que conlleva una pérdida de tiempo que no debiera producirse.
Irónicamente, el sábado recién pasado se conmemoró el Día Internacional de la Protección de Datos y los titulares de los mismos seguimos en la absoluta indefensión. Lamentablemente, este no es un hecho aislado y se enmarca en una deuda que, como país tenemos con la protección de datos personales y la seguridad de la información. La necesidad de terminar con estas prácticas es urgente.
Los avances que ha tenido el proyecto de Ley de Protección de Datos durante las últimas semanas en la Comisión de Constitución de la Cámara nos permiten un respiro, siempre con la esperanza de que la agilidad que ha mostrado la Comisión continúe en próximas etapas de tramitación y que no veamos estos avances truncados una vez más por el estancamiento del proyecto.
Basta ya de abusos, legislación ya.