Aprendamos de los errores
SEÑOR DIRECTOR:
Parte importante de lo que ocurrirá en este nuevo proceso constituyente, con sus características, plazos, hitos, entre otros, se encuentra íntimamente relacionado con lo que pasó en el proceso anterior. No obstante, hoy tenemos un preproyecto diseñado por una Comisión Experta, plazos más acotados, forma de elegir a los consejeros y consejeras que intentan asegurar una moderación, así suma y sigue.
Sin embargo, hay un punto que fue una falencia -a mi juicio importante- en el trabajo de la Convención, y aún no tenemos certezas cómo se manejará en esta oportunidad; nos referimos al diálogo entre el sector público y privado. En aquella oportunidad, en retórica y acciones, los convencionales no sólo fueron poco amables con cualquier tipo de industria y rubro, sino que en ocasiones directamente violentos. Si nuevamente se repite el fenómeno, donde los canales de comunicación entre ambos actores fallaron, nuestro país ya no será reconocido a nivel latinoamericano y global como un exponente en materia de relación público-privado.
Si bien, es cierto, hoy se piensa en una propuesta con participación ciudadana, también debemos ver cómo podemos sentarnos todos a la mesa, y acordar las reglas que nos regirán en el nuevo contrato social que ansiamos tener.