Pais: Chile |
Región: Valparaíso |
Fecha: 2023-03-02 |
Tipo: Prensa Escrita |
Página(s): 8 |
Sección: Opinión |
Centimetraje: 13x15 |
"El todo es más que la suma de las partes". Esta máxima aristotélica se considera uno de los puntos fundamentales de la teoría general de sistemas, la que lleva este concepto más allá y señala que la perturbación en una de las componentes afecta a todas las demás. El ecosistema en el que vivimos es un ejemplo de cómo cada perturbación que sufre nos afecta. No existimos separados de cada árbol que hemos perdido este verano por incendios forestales.
En la misma línea, otro sistema emerge con fuerza en estos días: el educacional. Los niños, niñas y adolescentes (NNA) que inician este nuevo año escolar se desarrollan en un sistema en el que interactúan maestros, gobierno, padres, madres, cuidadores y la comunidad que los rodea. Visto así, se nos hace obvio que todos y todas son partes, pero es muy fácil que con el devenir del año se nos olviden las múltiples interrelaciones que se producen en este sistema.
Queremos un ambiente de aprendizaje donde la violencia escolar no se lleve los titulares de los medios, donde los y las estudiantes no inicien trayectorias de exclusión escolar, donde se aprenda la valoración a todo tipo de diversidad, espacios libres de la dependencia a las drogas y el alcohol.
Lo queremos no solo porque lo necesitamos para nuestros NNA, sino porque un ambiente de esta naturaleza afecta a las y los educadores, a las y los cuidadores y a la comunidad como un todo.
Ahora, existen actores relevantes, puntos de apoyo que permiten, como diría Arquímides, "mover al mundo". Esos puntos de apoyo somos los adultos del sistema. ¿Cómo dotamos a las y los educadores de mejores herramientas para la formación, no solo académica, sino que también socioemocional? ¿Cómo los cuidadores adquirimos los elementos necesarios para que nuestra parentalidad contribuya a la solución pacífica de los conflictos y a la disminución de los riesgos a los que se exponen los NNA?
Esa "palanca" es el desafío que debemos asumir y para ello hay recursos en nuestro país, pero debemos alejarnos de la improvisación para asumir con responsabilidad intervenciones que ya estén evaluadas, tanto en sus efectos inmediatos como sistémicos. De lo contrario, podremos tener efectos inesperados.
Gilbet Highet, intelectual escocés y devoto de la educación, dijo en una oportunidad para referirse a la necesidad de un adecuado ambiente de aprendizaje: "Las plantas no crecen porque les gritemos; pero el mundo está lleno de jardineros".
Esta frase es especialmente importante ad portas del inicio de un nuevo año escolar. Asumamos como adultos ese maravilloso desafío de preparar el entorno para nuestros NNA, desafío que en ningún caso es solo de las y los profesores, sino de todos nosotros.