En medio de los efectos que ha dejado el rechazo en la Cámara de Diputados de la reforma tributaria, la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) planteó que se hace necesario explorar vías alternativas que presenten alto potencial de aumento en la recaudación y que lo hagan de forma eficiente, partiendo por reducir la informalidad.
De acuerdo al gremio del comercio, hay cerca de un 40% de la actividad productiva que no paga los impuestos que le corresponden en Chile. A nivel laboral, señala, cerca del 28% de los ocupados declaran hacerlo de manera informal. 'Estos niveles de informalidad golpean fuertemente la recaudación, y hacen recaer sobre las actividades formales el total de la carga tributaria en el país, a la que además le reducen sus ingresos al competirles deslealmente al no incurrir en el costo del pago de impuestos', dice el gremio en un informe.
La entidad remarca que la informalidad también implica un mayor gasto social, porque es el Estado el que debe concurrir, por ejemplo, en la cobertura de los derechos sociales de los informales que no cotizan por su previsión. Además, 'gran parte de las actividades informales normalmente se vinculan a alguna forma de delincuencia, ya sea en su origen, desarrollo o consecuencias. La actual crisis de seguridad que vive el país tiene un vínculo directo con este fenómeno', apunta el gremio.
A nivel de evasión, la CCS estima que esta fluctúa entre un 4% y 8% como porcentaje del PIB, que se origina en tasas de evasión calculadas en su momento en torno a un 20% para el IVA y 40% en el impuesto a la renta, entre otros.
A juicio del gremio, reducir la informalidad y la evasión hacia los niveles que muestran los países más eficientes en la materia podría generar un 'aumento de los ingresos fiscales equivalentes al aporte de dos reformas tributarias como la que acaba de ser rechazada'. Asimismo, el gremio enfatiza que también se reduciría el gasto social por informalidad al incorporar a más personas a empleos protegidos, rescatando a personas que se desempeñan de forma precaria. También reduciría, afirma la entidad, los gastos en seguridad debido a su impacto en los índices de delincuencia asociados al comercio ilegal.
La CCS estima que algunas áreas de evasión son de fácil abordaje. Plantea, por ejemplo, que si se ampliase la facultad del SII para disponer que sean los medios de pago los que recauden el IVA en el caso de las compras internacionales de bienes, se podrían recaudar anualmente unos US$ 200 millones adicionales, con un costo administrativo marginal, cerrando, de paso, una vía de abastecimiento para el comercio informal interno.
Por otra parte, el gremio plantea que si se lograra reducir la evasión del IVA, por ejemplo, a un 12% (similar al de países referentes) se contaría anualmente con al menos US$ 2.000 millones adicionales.
'Contar con un adecuado proceso que asegure el pago del IVA tanto por el comprador, como por el vendedor del bien o servicio, tendrá un doble propósito, una recaudación tanto por el IVA como por el impuesto a la renta (en la medida que supere los limites exentos), logrando de esta forma generar una mayor recaudación fiscal', dijo la CCS.
Si bien el gremio admite que el combate a la informalidad y evasión es complejo, enfatiza que resulta indispensable modernizar el proceso tributario, 'siguiendo el legado de lo que en su momento fue una innovación de clase mundial de parte del SII al digitalizar la gestión de declaración y pago de impuestos. En la actualidad, nuevas herramientas, como la inteligencia artificial, permiten prevenir y detectar con alta precisión los riesgos de evasión y las actividades informales'.
Asimismo, la asociación plantea que no se debe dejar de lado otras fuentes de aumento de la recaudación fiscal, en particular las políticas de fomento al crecimiento, 'ya que aumentar la base impositiva es usualmente mucho más efectivo que aumentar los impuestos. Se trata tal vez de la única vía sostenible y consistente de incrementar los ingresos fiscales en el largo plazo'.