Este mes, un equipo de investigadores del Departamento de Salud Pública de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) entregará al Ministerio de Salud los resultados que arrojó el estudio denominado "Situación de Salud de los habitantes de las comunas de Quintero - Puchuncaví - Concón, asociado a determinantes de la salud 2022", el cual se inició en mayo del año pasado y tuvo por objetivo conocer la prevalencia, características y factores de riesgo de ciertas enfermedades que afectan a la población.

Se trata de una investigación inédita para estas tres comunas que han sido impactadas por años por distintas fuentes contaminantes, sobre todo Quintero y Puchuncaví, conurbación también llamada "zona de sacrificio", a raíz de recurrentes episodios de polución.

El desarrollo del estudio encargado por el Minsal es encabezado por Sandra Cortés, epidemióloga ambiental y profesora asociada del Departamento de Salud Pública de la PUC, quien detalló que para este efecto se reunió a un equipo multidisciplinario conformado por estadísticos, geógrafos, enfermeras, médicos, epidemiólogos y profesionales del mundo de las ciencias sociales, más un grupo especial que trabajó en terreno y que estuvo compuesto por empadronadores, encuestadores y técnicos de la salud, con quienes se efectuó desde agosto a diciembre de 2022 un arduo trabajo in situ que incluyó la toma de muestras para la realización de diversos exámenes con el fin de conocer distintos parámetros clínicos.

Participantes

Si bien se empadronó a 1.350 personas, fueron cerca de 1.100 los vecinos que finalmente participaron completando toda la información requerida para el estudio, cifra que se tradujo en una adecuada representatividad para las tres comunas. De este número, que considera distintos rangos etarios, alrededor de 670 fueron mujeres y unos 390 hombres, incluyendo entre ellos poco más de 100 menores.

"Esto tuvo un trabajo en terreno de cinco meses y son más de mil personas; entonces, eso es muchísimo. Nosotros, en otros estudios, evaluamos a mil personas en dos años, tres años, porque es mucho trabajo. Por eso nosotros tuvimos que armar un gran equipo de terreno para poder hacerlo en los plazos que el Ministerio de Salud nos fijó", precisó Cortés, agregando que "nosotros tenemos, aproximadamente, 500 variables que recolectamos para unas 1.100 personas".

A cada voluntario se le aplicó una encuesta epidemiológica ambiental, una evaluación de la función respiratoria (consistente en una espirometría) y exámenes de laboratorio, entre ellos, perfil hepático, lipídico, hemograma y glicemia, y el biomonitoreo de metales (plomo en la sangre y arsénico inorgánico y sus metabolitos en la orina).

Factor respiratorio

Y si bien será el Ministerio de Salud la entidad que entregará los resultados de este estudio, Sandra Cortés adelantó un antecedente importante. "Medimos la función pulmonar de los participantes a partir de una prueba que se llama espirometría. ¿Y por qué hicimos la espirometría? Porque esta zona es una zona donde hay un historial de exposiciones a contaminantes del aire que pueden ser de interés y uno de los principales daños en salud es justamente la función respiratoria".

Frente a ello, indicó que "uno de los problemas más importantes que nosotros hemos identificado son problemas de salud respiratorios. Y eso es una cuestión que la gente podría suponer que es así (por la realidad ambiental de la zona bajo estudio) y que no necesitábamos hacer el estudio para decirlo, pero sí es importante cuantificarlo. Aproximadamente, nosotros estamos hablando de un 15% de las personas que tienen un incremento del daño en su salud respiratoria, y justamente ahora estamos en la fase de identificar si esos problemas respiratorios están asociados, por ejemplo, a cuestiones propias de las personas, como su decisión de fumar, o si están asociados a la residencia por muchos años en alguna de estas comunas (...). Obviamente, es importante poder saber, por ejemplo, en el caso de las enfermedades respiratorias, cuál es la magnitud, lo que nosotros estamos calculando ahora".

La epidemióloga ambiental aclaró en este caso que "nosotros no hacemos diagnósticos de enfermedades, lo que nosotros hacemos es una obtención de indicadores epidemiológicos, que no es un diagnóstico que hace un médico, sino que es una sospecha de alteraciones respiratorias".

Mejoras y plazos

Cortés destacó la relevancia de este análisis porque "es la primera vez que estamos haciendo espirometrías en tres comunas de una zona afectada. Y lo que yo te puedo decir ya es que la red pública de salud no hace regularmente este tipo de pruebas. Entonces, nosotros ahí ya tenemos una implicancia importante del estudio. O sea, son comunas donde un número importante de personas tiene problemas de salud respiratoria y para abordar esos problemas de salud respiratoria vamos a tener que, probablemente, mejorar los programas de salud respiratoria a nivel municipal, en la atención primaria de salud. Entonces, eso es lo que el estudio espera identificar".

En cuanto a los plazos, la investigadora responsable del estudio precisó que por contrato "nosotros en marzo tenemos que entregar el informe final al Ministerio de Salud y en abril debiéramos estar haciendo la entrega comunitaria de los resultados, eso significa ir a todas las comunas de nuevo, organizar una tanda de reuniones comunitarias y explicar los resultados del estudio y las implicancias. Y en mayo ya tenemos que, por contrato, estar terminando este estudio. Empezamos en mayo de 2022, terminamos en mayo de 2023".

Luego de eso, explicó que será la autoridad sanitaria la que definirá las acciones prioritarias que adopte en función de los resultados, "y nosotros, por supuesto, quedamos totalmente disponibles, ojalá para poder estudiar en profundidad, por ejemplo, las enfermedades respiratorias crónicas, lo que es una preocupación importante en esta comunidad".

"Uno de los problemas más importantes que nosotros hemos identificado son problemas de salud respiratorios".

Sandra Cortés, Epidemióloga ambiental y profesora asociada del Departamento de Salud Pública de la PUC