Así como las empresas han cambiado sus modelos de trabajo y negocios gracias a la adopción tecnológica, los ciberdelincuentes han adaptado sus herramientas para sofisticar sus amenazas y modelos.

Según el Informe de Ciberamenazas 2023 de SonicWall, pese a que los ataques de ransomware cayeron un 21% en todo el mundo, 2022 sigue siendo el año con la segunda mayor cantidad registrada de intentos de este tipo a nivel mundial. El malware, por su parte, tuvo un aumento del 87% en la cantidad de ataques en IoT y una cifra récord (43%) de ataques de cryptojacking.

Esto estaría marcando una tendencia y 'un cambio estratégico', analiza Rodrigo Albagli, managing partner de Albagli Zaliasnik. 'En 2023 estaremos viendo un crecimiento del malware, sobre todo de IoT. Los ataques están en constante evolución, por eso las empresas deben adelantarse al adversario', plantea, mientras advierte la relevancia de que las empresas sean más ágiles respecto al cambio de objetivos y nuevas herramientas que están teniendo los ciberdelincuentes.

Coincide Iván Toro, CEO de ITQ

Latam, al sugerir que este contexto cambiante está marcado por el mejoramiento de las técnicas de ataque de los delincuentes, como 'los software que utilizan para robar datos e información, los cuales muchas veces no son detectados por las víctimas'.

Interconectividad y protección

Para el C-CISO y director de Seguridad de la Información para América Latina en TCS, Gabriel

Croci, hoy nos enfrentamos a 'una interconectividad sin precedentes', donde la protección de datos ha pasado a ser el objetivo a defender y cobra mayor sentido en los tiempos actuales: 'Las nuevas formas de trabajar hacen que sea crítico contar con socios estratégicos que apoyen a las organizaciones para estar protegidas frente a las ciber amenazas'.

En ese sentido, Croci aconseja la combinación de soluciones técnicas, y destaca la implementación

de medidas de seguridad como IAM (Gestión de Identificación y Autentificación) tanto en la red local como en la nube, además de controles de seguridad híbridos.

Por su parte, Iván Toro resalta la importancia del rol de la educación en ciberseguridad, junto al monitoreo permanente de amenazas, la detección de vulnerabilidades, así como políticas y protocolos, 'tanto técnicos como sociales'.