Un consenso generalizado es el que dejó la pandemia en torno al teletrabajo, donde —según un estudio realizado por Empresas Socovesa— seis de cada diez personas se encuentran en modalidad home office al menos una vez a la semana, y donde quienes manifiestan un mayor nivel de satisfacción son aquellos que cuentan con un espacio exclusivo para realizar sus labores de manera remota en el hogar.

Ante esta nueva realidad, son muchos los proyectos habitacionales nuevos y en curso que han debido redistribuir sus espacios apostando a las nuevas tendencias que, según explican desde las inmobiliarias, marcarán pauta en materia de construcción. Espacios diseñados para teletrabajar, con la incorporación de muebles de interiorismo móvil, piezas/oficinas con diseños más amigables y salas de cowork con mayores prestaciones en ambientes comunes, son algunas de las redistribuciones que ya se están aplicando.

María Francisca León, gerenta de Research de Empresas Socovesa, comenta que la necesidad de tener espacios de teletrabajo no siempre se puede resolver con más metros cuadrados. 'Las soluciones que hoy se están desarrollando de manera transversal tienen que ver con la flexibilidad y que se permita a los usuarios adaptar sus estaciones de trabajo más allá de un sector exclusivo', dice.

Frente al desafío del metraje, Carlos Leyton, gerente Inmobiliario de Pilares, dice que soluciones como el interiorismo móvil lo resuelven, con diseños y muebles que pueden modificar la funcionalidad de los espacios dentro del hogar: 'Es una tendencia que permite separar los recintos de un inmueble pudiendo generar ambientes con mayor independencia para momentos como el teletrabajo u otra actividad'.

Aquí, mesones móviles, muebles abatibles y puertas correderas caen dentro de esta categoría de diseño, permitiendo unir o separar recintos y que estos sean destinados para más de una labor en paralelo en la vivienda.

Dinamismo en el hogar

Álvaro Labbé, gerente de Segmento Inmobiliario de Almagro, señala que actualmente los clientes valoran la flexibilidad en el uso de los espacios dentro del hogar, pudiendo moldearse a las necesidades del teletrabajo y no solo en una oficina exclusivamente dedicada a estas labores. 'Por lo mismo, en las unidades hemos sumado soluciones más prácticas como más enchufes y conexiones USB en dormitorios secundarios y/o salas de estar, que son usados como zonas de trabajo. Esto ayuda a resolver problemas cotidianos como el uso excesivo de alargadores y enchufes múltiples', dice.

La reconversión de proyectos hacia edificios de uso mixto: residenciales y con oficinas pequeñas con servicios compartidos y de bajo costo de arriendo, es otra de las novedades del rubro. Alejandro Videla, gerente de Nuevos Negocios de Norte Verde, comenta que bajo este modelo los servicios, como baños, kitchenette, cafeterías, salas de reuniones y áreas comunes, están ubicados fuera de las oficinas y son compartidos entre los usuarios del edificio, 'proporcionando una infraestructura colectiva que facilita el uso eficiente del espacio y reduce los costos de administración y gastos comunes a valores de 0,1 UF/ m²'.

Ambientes exclusivos en propiedades de más valor

En cuanto a los lugares donde se realiza el home office, los resultados del estudio dan cuenta de lo variado de las alternativas a las que están recurriendo las personas. El 36% se instala en el comedor, un 35% dispone de un dormitorio exclusivo habilitado como escritorio u oficina, un 21% emplea la pieza principal y living, y en menor medida son utilizados los espacios de la terraza y la cocina. Sin embargo, al segmentar las respuestas por rangos de precios de las propiedades, se observa que la mitad de los teletrabajadores de los inmuebles de mayor valor (más de UF 10 mil) poseen un espacio destinado exclusivamente para estas labores (ver infografía).

Además, en el sondeo se advierte que del total de quienes realizan labores remotas, solo un 6% lo hace fuera de su vivienda, por ejemplo, en un café. Al respecto, Carlos Aguirre, académico investigador de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño de la U. San Sebastián, sostiene que 'es pertinente indicar que el 94% de los que teletrabajan lo hagan desde su hogar es un valor altísimo, y que el mercado debe reaccionar ante ello, con las consecuencias de hacer departamentos más grandes con más habitaciones o, en su defecto, tener espacios comunes habilitados para el trabajo a distancia'.

Otra de las tendencias incorporadas en los nuevos proyectos tiene que ver con el rediseño de los espacios de cowork en las comunidades, los que actualmente se están entregando amoblados e incluyen salas de reuniones, sofás, módulos independientes y factibilidad para conexión de internet, entre otras características. De hecho, los sectores con cubículos independientes y privados y los sitios para reuniones de equipo o espacios compartidos son los más valorados por los usuarios.

Pero pese a que estos lugares son bien evaluados, no destacan dentro de las opciones favoritas al momento de teletrabajar. 'Las personas sí valoran tener un cowork, pero no a costa de otro espacio común, aun cuando estos últimos los usen solo ocasionalmente. Esto se ve reafirmado con quienes manifiestan preferir realizar sus labores desde su casa en un espacio exclusivo (54%)', dice María Francisca León.