Imagínese que estamos en el año 2040 y que se acaba de saber que por primera vez la mitad de las 20 empresas originadas en Chile con mayor valor de mercado está integrada por empresas creadas durante los últimos 25 años, las cuales partieron como startups o emprendimientos y lograron un impresionante crecimiento. Varias terminaron abriéndose en bolsa y aumentaron, unas en forma gradual y otras en forma más abrupta, su valor de mercado. ¿Será esto posible de lograr? Yo creo que sí.

De hecho, algo similar ya ocurrió en USA e Israel. Pero, siendo realistas, necesitamos hacer varias cosas para ello. ¿Qué cosas? Bueno, básicamente desarrollar diversas iniciativas para fortalecer mucho más el ecosistema de emprendimientos en Chile. De acuerdo a un grupo integrado por Stanford University, World Economic Forum, Ernst &Young, SRI International y Endeavor, los ecosistemas de emprendimientos se estructuran sobre la base de ocho pilares: mercados accesibles, disponibilidad de capital humano, acceso a financiamiento, existencia de servicios de soporte, marco regulatorio e infraestructura, educación y capacitación, apoyo de universidades importantes y soporte cultural. Cada uno de estos pilares a su vez descansa en varios factores. Creo que en Chile algunos de los pilares anteriores están bien cimentados, pero otros requieren fortalecerse más.

Por ejemplo, necesitamos trabajar más en el acceso de las startups al mercado interno y a los mercados externos, así como otorgarles más apoyo en sus procesos de internacionalización. También existe razonable acceso al financiamiento semilla y a las etapas tempranas de las startups, pero falta avanzar en el financiamiento de las etapas que vienen más adelante (rondas A, B, C y posteriores). Así mismo, hay que aumentar el nivel de integración de las principales universidades al ecosistema de emprendimientos (siguiendo un poco más el camino de MIT y Stanford), así como también evolucionar hacia una cultura más tolerante al riesgo y a aceptar que no obstante que la mayoría de las startups terminan no siendo exitosas, ello no necesariamente involucra el fracaso de los emprendedores a nivel personal, ya que en la práctica muchas veces la experiencia vivida los hace crecer mucho en el plano laboral.

Pero también es importante destacar que en estos últimos 25 años hubo empresas tradicionales, como SQM, Copec, CMPC, Antofagasta Holdings, Falabella, Cencosud, por nombrar algunas que lograron mantenerse o integrarse al grupo de empresas de mayor valorización, en parte gracias a las iniciativas de corporate venture capital que impulsaron, las que les permitieron desarrollarse también fuertemente, unas de forma más continua en el tiempo y otras durante períodos más acotados de tiempo. Lamentablemente, hay también varias empresas tradicionales que formaban parte hace 25 años del grupo de empresas de mayor valor de mercado en Chile que ya no forman parte de este grupo.