El 75% de los pasajeros que hoy vuelan dentro de Chile vía SKY Airline, pagan un pasaje bajo el costo medio de la industria, esto es, entre US$ $ 50 y US$ 60 por ticket (entre $40 mil y $ 49 mil, aproximadamente). Eso podría cambiar a partir de 2025, advierte Holger Paulmann, el presidente ejecutivo de la aerolínea propiedad de la familia Paulmann Mast.

El empresario no oculta su preocupación por la nueva regulación de impuestos verdes que prepara el Gobierno y que incrementaría la carga tributaria para las empresas del sector. Paulmann explica que la propuesta del Ejecutivo, que comenzaría a aplicarse en 2025, 'implica imponer una tarifa de US$ 47 por tonelada de emisión de CO2, y eso se va a traspasar al usuario final. Lo más probable que esas restricciones se traduzcan en precios más altos. El impuesto verde, así como lo está planteando la autoridad, tendrá un impacto negativo en el cliente', alerta.

Plantea que no existe tecnología para reducir aún más las emisiones, porque su flota de aviones 'es cien por ciento NEO, la más eficiente, y nuestras emisiones por pasajero/kilómetro son las más bajas de todo el continente, de toda América, las menos perjudiciales con el medio ambiente. En términos de reducción por pasajero /kilómetro, no es mucho más lo que podemos hacer por ahora, porque ya hicimos el esfuerzo de cambiar toda la flota', expone.

Hace un punto de comparación, y ejemplifica que el auto —donde en promedio viajan 1,6 pasajeros por vehículo, señala— tiene una mayor emisión que sus aviones. 'Hacemos menos daño al medio ambiente que los automovilistas. Decir que los aviones son los más contaminantes no es así, depende mucho del avión y del factor de ocupación', sostiene. Entrega un dato: el factor de ocupación nacional de la firma, en mayo, superó el 81%.

Cuenta que como empresa e industria están en coordinación con el Gobierno 'para aportar y que la propuesta final sea la mejor forma de poder llegar a la carbono neutralidad al 2050, como es el compromiso de Chile'.

Paulmann también plantea reparos al proyecto que trabaja el Ejecutivo para un pacto fiscal. 'En términos tributarios, hay que tomar decisiones lo más racionales y lo menos emocionales posible. Es importante el diálogo, y también no tomar decisiones solo porque es popular decir que paguen los que más tienen', apunta.

Advierte que 'el capital se mueve como el agua, fluye por dónde hay menos resistencia, y el impuesto es una resistencia. Chile tiene que ser competitivo en comparación con otros países. Si subes mucho los impuestos, terminas siendo menos competitivo y los negocios se van a ir a otros países, así de simple'. Y plantea que Chile debe aprender a conciliar distribución con crecimiento.

'El caso de Irlanda es revelador, bajó los impuestos y gran parte del leasing de aviones a nivel mundial se instaló en Irlanda, y hoy el ingreso per cápita de la población está arriba de US$ 70 mil, considerando que tuvieron una guerra civil en la década de los 80', expone.

Un punto clave a abordar en la discusión, dice, es el buen uso de los recursos. 'Hemos triplicado el gasto en salud y no han mejorado nada las listas de espera. Lo mismo en educación, pero la calidad no mejora. Si no resuelves esos temas, no puedes pedirle más plata a la población'. Y sentencia: 'Si suben los impuestos, debes dar garantías de que el gasto será más eficiente'.

El bono por US$ 70 millones y alianzas con Avianca, Gol y otras

SKY trazó un plan al 2030 que implica migrar hacia una operación más conectada con otros operadores, 'donde vamos a hacer alianzas con otras aerolíneas, códigos compartidos y acuerdos interlineales', explica Paulmann. Se trata de alianzas con Avianca, Gol y Aerolíneas Argentinas, entre varias otras, que comenzarán a activar durante el segundo trimestre de 2024. 'Probablemente vamos a tener más de 10 acuerdos firmados el próximo año', adelanta. Y señala que esas alianzas, en principio, no suponen un Joint Business Agreement, 'puede ser más adelante, probablemente en una segunda etapa, algún acuerdo comercial conjunto'.

Hasta el 2014, SKY tuvo código compartido con Avianca y el año pasado evaluaron una alianza comercial con la aerolínea colombiana, que no prosperó. Ello, en el marco del bono por US$ 70 millones que emitió SKY en noviembre de 2021, para levantar capital y afrontar el impacto de la pandemia. Uno de los inversionistas del bono es el dueño de Avianca.

El bono a cinco años tiene opción de convertirse en el 40% de las acciones de la compañía chilena, y vence a fines de 2026. Los inversionistas podrían hacer efectiva su opción en cualquier momento, pero hasta ahora no ha ocurrido. 'El bono sigue siendo deuda, ellos no lo han convertido, pero les conviene más convertirlo a que se lo paguemos, porque el valor de SKY ha ido subiendo y la compañía tiene buena proyección, está creciendo más rápido que el mercado y tenemos ventajas competitivas', enfatiza Holger.

Paulmann anticipa que si los bonistas deciden canjear el bono por acciones, tendrían derecho a poner dos de los cinco directores de la mesa directiva de SKY, o bien, podrían instalar tres de siete. 'Podríamos ampliar el número de directores, aunque previamente tendríamos que modificar los estatutos, a través de la junta de accionistas. De todas maneras, serían minoritarios y nosotros (familia Paulmann) seguiríamos teniendo el control y la presidencia', acota.

La mesa de la aerolínea está integrada —desde 2019—por Josefina Montenegro, Luis Felipe Ross, Sergio Mena y la empresaria peruana Caridad de la Puente, además de Paulmann que la preside.

La conversión del bono no está ligada a una eventual salida a Bolsa de SKY, precisa Paulmann. 'No tiene vinculación. Abrirse a Bolsa tampoco está descartado, pero no estamos trabajando en eso', dice.

Descarta nuevas emisiones de bonos, pues, asegura, 'no tenemos necesidad de levantar más recursos, la empresa está marchando bastante bien', al tiempo que remarca que en las futuras alianzas que suscribirán con otros operadores no abandonarán la vocación low cost.'Podemos perfectamente aliarnos con una línea aérea tradicional, pero vamos a promover que los acuerdos sean lo más simples posible, tanto para la operación como para el pasajero, y tengan un menor costo asociado para el usuario. Queremos integrar capacidad de línea aérea legacy (tradicional), pero bajo una modalidad que mantenga el principio de operador low cost', precisa.

En esa dirección, SKY tiene que dar un paso previo: cambiar el sistema de gestión de pasajeros 'hacia uno que nos permita integrarnos más con la industria'. En simple, explica, van a migrar al sistema operativo Sabre como proveedor de la gestión de pasajeros.