Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2023-07-17
Tipo:   Suplemento
Página(s):   4-5
Sección:   Suplemento
Centimetraje:   26x48

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El temporal provocó pérdidas en más de 100 hectáreas. En la foto, los daños de un cultivo de canola en San Javier. Anpros
El Mercurio - Revista del Campo
Calma, después de la tormenta
• Luego de tres temporadas difíciles, la industria semillera proyecta una campaña 2023-2024 estable para las hortalizas y con una menor demanda en cultivos extensivos, como maíz, donde las condiciones climáticas marcan la gran duda.

• También estiman que hay más de 100 hectáreas de semilleros de hortalizas de invierno que se dañaron por las inundaciones en la zona central.
'Tuvimos un impacto importante. Teníamos muchas producciones cerca de Hualañé y Licantén, donde se salió el río Mataquito y vimos campos de diez hectáreas convertidos en un lago… Nadie tiene previsto que ocurra algo así', dice Juan Carlos Reyes, gerente general de Tuniche, al comentar los efectos que tuvo el temporal de fines de junio sobre la producción de semillas de hortalizas de invierno.

Según sus cálculos, en el programa de básicas –que incluye a las semillas de repollos y brócolis, que se ubican entre las principales especies que exporta Chile dentro de las hortalizas– tienen pérdidas de 25%, y por estos días se han estado reuniendo con los agricultores para ver cómo afrontar las pérdidas.

La situación ha afectado a varias empresas semilleras. En un catastro que está realizando la Asociación Nacional de Productores de Semillas (Anpros) se estima preliminarmente que habría 100 hectáreas de semilleros dañados por el temporal, desde pérdidas totales hasta daños importantes, y no está claro cuál será el impacto en los rendimientos.

'Es una situación dinámica, con una superficie que corresponde a semilleros de hortalizas de invierno de exportación, principalmente de zanahorias, básicas y bunching, lo que representaría en torno al 5% del total de hortalizas de invierno', dice Mario Schindler, director ejecutivo de Anpros, y advierte que en los semilleros desde Los Ángeles al sur no hay daños.

En el caso de las zanahorias, las pérdidas corresponderían al 10% del total del país, lo que se traduce en un impacto mayor al ser una producción de semillas.

'Una hectárea de semilleros de zanahorias se traduce en 200 hectáreas de producción de zanahoria para consumo que no se van a poder sembrar', explica José Ignacio Salazar, líder comercial de vegetales para Sudamérica de Bayer y presidente de Anpros.

Así como la temporada pasada estuvo marcada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, el alza en los fletes y costos de producción, y los coletazos de la crisis logística producto del covid-19, para la campaña 2023-2024 se espera una vuelta a la normalidad en la mayoría de esos aspectos, pero con el clima como la gran incertidumbre para la producción chilena.

'Si separamos esto en el mundo de los granos y de las hortalizas, en la primera mitad está por verse cómo viene, porque va a depender mucho de cómo termina la temporada de los granos en Estados Unidos. En las hortalizas, estimaría que hay una tendencia a la estabilidad, más que al crecimiento. Lo que pasó acá con las lluvias está haciendo que muchas compañías tengan que salir a recuperar esos volúmenes perdidos en el hemisferio norte, por lo que creo que la temporada subsiguiente va a ser mucho más robusta', afirma José Ignacio Salazar.

Clima incierto

Al tener programas de producción de semillas de hortalizas para diferentes mercados, en la filial chilena de la empresa australiana South PacificSeeds perciben una demanda estable para las hortalizas esta temporada, pero advierten que la gran incertidumbre es el clima, no solo por los diferentes eventos de sequía e inundaciones del último año a nivel global, sino que también por los efectos que pueda tener el fenómeno de El Niño en Chile.

'Las semillas de hortalizas son muy sensibles al clima y lo veo como una gran incertidumbre, porque estamos mucho más sujetos a esas condiciones que el maíz o la canola, y El Niño trae muchos problemas para estas producciones', plantea Winston Colvin, gerente general de South Pacific Seeds Chile.

En ese sentido, detalla que al haber más lluvias tardías se hace más difícil el control de malezas y enfermedades, por ejemplo, y que se deberá extremar el cuidado de las cosechas de las semillas de hortalizas de invierno, en noviembre.

'Normalmente cosechas, dejas que se seque un poco el cultivo en el campo y lo trillas, y en ese intertanto puede venir una lluvia y perder la producción en años como este, y lo mismo ocurre con las lluvias de verano', explica.

También advierte que en junio y lo que va de julio no se han completado las horas frío necesarias para las hortalizas de invierno, lo que podría traer menos rendimientos.

'Es un año de incertidumbre en cuanto al clima y creo que, sumado a la incertidumbre global que generan los diferentes eventos climáticos, podría ayudar a que las empresas del hemisferio norte comiencen a distribuir mejor su producción y si antes elegían el lugar más barato, que podría ser Sudáfrica, hoy decidan repartirse más entre los países y hemisferios para tener más seguridad', dice Winston Colvin, ya que a diferencia de los granos, la producción de hortalizas es más estable en general y está más atomizada en el mundo, lo que obliga a desarrollar estrategias de largo plazo.

Maíz a la baja

Si bien la temporada de maíz está en curso en el hemisferio norte y recién a mediados de agosto habrá claridad sobre las cosechas y rendimientos en los grandes productores, donde es clave lo que ocurra en Estados Unidos, en general no se espera una gran demanda para la multiplicación de semillas de este cereal en Chile, que representa en torno al 25% de las exportaciones de la industria semillera local, con unas 10 mil hectáreas de producción al año.

'Se percibe como una temporada de baja demanda, principalmente porque se espera una temporada récord de producción en el hemisferio norte, especialmente en Estados Unidos… Para las empresas chilenas no hay ningún indicio de que a nivel de Estados Unidos haya problemas, pero sí en Europa, que ha tenido sequías e inundaciones, y podrían venir planes de producción desde allá, pero más puntuales', plantea Jorge Pollak, gerente de Operaciones de campo de Corteva.

En la multinacional, que produce semillas para su propia distribución y venta a nivel global, explica que siempre mantienen un nivel mínimo de producción de semillas y se buscan mercados dentro de Corteva para planificar la temporada.

'Esta temporada hemos cambiado rotundamente los mercados que necesitan semillas y estamos aumentando de manera importante los híbridos que estamos produciendo para Brasil y Argentina, que van a ser los mercados más importantes, mientras que antes era Estados Unidos y otros países', detalla, mientras que para Chile se prevé una menor demanda esta temporada.

En el caso de Curimapu, empresa semillera que se enfoca en la producción de semillas para otras compañías internacionales, también proyectan un escenario más lento para los cultivos extensivos, como el maíz y la canola, y un panorama estable para las hortalizas.

'La demanda está un poco más lenta o baja respecto a la temporada recién pasada. En el hemisferio norte, al parecer, han tenido una buena temporada y esperan buenos rendimientos en cultivos como la canola y el maíz, por lo que no se ve una gran demanda por superficie para Chile', explica Eduardo de la Sotta, gerente general de Curimapu.

Los resultados de las cosechas en el hemisferio norte son relevantes para Chile ya que, a diferencia de lo que ocurría hace diez años, el país ya no forma parte de la estrategia de producción de contraestación para las compañías –en 2013, la superficie de semilleros de maíz superaba las 30 mil hectáreas– y ha pasado a ser, en general, una herramienta de respuesta frente a eventos climáticos o fallas en las producciones.

'Hoy es muy difícil decir cómo viene la temporada, porque recién están entrando a la floración y ahora se verá si el clima juega o no un rol importante. Recién a mediados de agosto empiezan a dar luces de cuánto van a pedir… Eso hace, además, que los pedidos lleguen súper tarde y tenemos la dificultad de no poder asegurar a los agricultores durante varios años, sino que tenemos que salir a buscarlos en la medida que llega la demanda, actuamos en base a una respuesta', explica Juan Carlos Reyes, de Tuniche.

Para el mercado nacional, en tanto, proyecta una caída de al menos 15% en la demanda de semillas para la temporada 2023-2024, como respuesta a la baja de precios que han enfrentado los agricultores.

Uno de los nuevos nichos con los que están trabajando en Tuniche y otras empresas es la reproducción de semillas de maíz para Europa, con variedades no transgénicas, que están usando a Chile como contraestación en programas de 18 meses, buscando conseguir una producción más barata.

'Una de las principales zonas productoras de Europa es Francia y en las últimas tres temporadas han tenido malos resultados; entonces, mientras menos es su rendimiento, el precio por kilo de semilla se vuelve más caro, y ahí Chile pasa a ser más atractivo porque los costos de producción se van equiparando, y Chile no tiene mayores complejidades, es el invernadero perfecto para producir para el hemisferio norte', dice Juan Carlos Reyes.

Hortalizas estables

Takii Seed es una empresa japonesa que tiene operaciones en Chile desde los años 90, enfocada en la producción de semillas de hortalizas que comercializa la misma compañía, y este invierno sus agricultores también se vieron afectados por las lluvias. Al ser una empresa global, la tormenta los encontró en el momento preciso para reaccionar.

'Nos vimos afectados en cultivos de zanahoria y repollo, con algunas hectáreas que no se pudieron recuperar. Estábamos en el momento justo para avisar en forma urgente a nuestras filiales en el hemisferio norte para que programen esas pérdidas y las puedan producir', explica Félix Blu, gerente general de Takii Seed Chile.

Más allá de eso, asegura que la demanda por semillas de hortalizas se ha mantenido estable en Chile durante las últimas temporadas, lo que resalta como un aspecto positivo, porque se trata de años en los que se ha enfrentado el covid y la guerra entre Rusia y Ucrania, con aumentos en los costos de producción y alzas de precios de los alimentos.

'En general, el rubro es bien resiliente, se ha ido ajustando a todos los desafíos y encarando lo que viene, buscando la estabilidad. Nosotros tenemos claro que los desafíos del cambio climático y alzas de costos son los que pegan más fuerte', dice, y recalca que en el contexto de aumentos de costos y precios las transnacionales han ido ajustándose, teniendo una buena respuesta en cuanto a la demanda final.

El gerente general de Pinto PigaSeeds, Rodrigo Gironés, coincide en que esta temporada la demanda será estable para los semilleros de hortalizas –probablemente, con un crecimiento en torno al 10% para las hortalizas de invierno– y menor para la producción de semillas de maíz, girasol y canola, y plantea que uno de los desafíos del sector a mediano plazo es la falta de agricultores jóvenes en el rubro.

'Nosotros trabajamos entre la V y VIII Región, contratando a terceros, y es un problema la ausencia de gente joven interesada en la agricultura. Las generaciones nuevas están enfocadas en la fruticultura y como empresa tenemos que ver cómo reinventarnos y atraerlos', plantea.

Recuadro
- Agenda gremial

Hace algunas semanas se renovó el directorio de Anpros para los próximos dos años, donde por primera vez se incorporaron dos mujeres –Cristina Alucema, de HytechProduction Chile, e Ingrid Von Baer, de Semillas Baer– y entre las prioridades gremiales estará abordar la sustentabilidad, buscando mostrar más las iniciativas que hacen las compañías, y seguir de cerca la agenda legislativa que se relaciona con el sector.

Allí, uno de los proyectos de ley más relevantes es la protección ambiental de las turberas, que inicialmente prohibía la importación y comercialización de este insumo clave para industrias como la semillera y de hortalizas, que lleva dos años de tramitación.

'Otro tema que nos preocupa es el reglamento de la Ley Apícola, que tiene algunos elementos que deben ser resueltos, como la reclasificación de los plaguicidas en relación a su toxicidad para las abejas, que nos parece bien, pero los plazos que establece son imposibles de cumplir', explica Mario Schindler.

También afirman que seguirán atentos ante las situaciones de violencia e inseguridad en la macrozona sur, que tiene más de tres mil hectáreas de semilleros –con un 33% de la producción nacional de semillas para el mercado interno– y en el norte del país, con zonas como Arica, que concentra buena parte de los centros de investigación de desarrollo de las empresas semilleras.

'La seguridad alimentaria es otro tema de relevancia inmediata, donde esperamos trabajar de manera conjunta con el Ministerio de Agricultura para que la disponibilidad de semillas de calidad y a tiempo siga siendo posible', destaca Mario Schindler.
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PALOMA DÍAZ ABÁSOLO-